¿Cómo desenmascarar a psicópatas y narcisistas?

Mi publicación (8)

¿Cómo puede ser que nadie vea detrás de la máscara que llevan?

Esta es la pregunta del millón, una pregunta que todos los sobrevivientes nos hacemos porque no podemos creer que muy pocos vean el monstruo que hay detrás de esa fachada, y lo que es peor que sigan abusando como si nada. ¿Cómo hacen para que sus pantallas no tengan fisuras?

En general las tienen, el problema radica en que cuando alguien las detecta se convence de que se está equivocando porque todo el mundo admira a esa persona, es decir, cede al pensamiento de grupo, ni siquiera menciona sus reparos, porque tiene temor a ser marginado. No obstante, si lo hiciese, es probable que otros también se abran y confíen sus dudas. Pero el miedo puede más, y es así es como el silencio perpetúa esa imagen maravillosa que se inventaron.

¿Cómo construyen una máscara social tan efectiva?

Primero que nada, la mentira y el camaleonismo. Siempre le dicen a cada persona lo que quiere oír. ¿A ti te gusta el jazz? Te dirá que ama a Miles Davis; ¿su jefe detesta el arte impresionista?, le dirá que Monet está sobrevaluado; ¿su vecino es anarquista?, sacará a relucir alguna frase de Proudhon. Así, dándole a cada uno lo que prefiere, y agregándole a esto su locuacidad y su facilidad para mentir, tenemos el combo perfecto para moverse entre personas de su entorno. Pero algunos van por más, quieren llegar a ser figuras públicas, y pisarán a quien sea para lograrlo, pero para comprar silencios cuando la máscara se les corra -porque siempre se les corre, -se enrolarán en causas que les importa un pimiento para ganar respeto y visibilidad. Es así como encontrarás psicópatas defendiendo el vegetarianismo, encabezando marchas por los derechos de género, o donando dinero a hogares de ancianos. No, no lo hacen porque están convencidos, abrazarán cualquier causa que sea tenida en alta estima social para sacar réditos de eso. Todos los días escuchamos a gente que nos dice: “¿cómo puedes decir que él es un abusador si lucha por los derechos de género a al par de nuestras hermanas? Seguramente, esas chicas deben de estar inventando una causa para desacreditarlo” o también: “esa actriz no puede ser tan maltratadora y despiadada con sus colegas como dicen, no come carne y no usa cuero”. El público no puede pensar que ese personaje público pueda ser sólo eso, un personaje hecho a medida. El caso más terrible y emblemático de fachada infranqueable fue Jimmy Savile en el Reino Unido.

Jimmy Savile fue un presentador y DJ que condujo por décadas uno de los programas con más audiencia del Reino Unido. Todos sus fans querían una foto con él, fue condecorado por la Reina y recibió premios de todo tipo. Donaba cientos de miles de libras a hospitales y hogares de niños; los visitaba, se involucraba con ellos, les regalaba juguetes. Sin embargo, muchos niños y jóvenes comenzaron a denunciar que habían sido abusados cuando quedaron a solas con Jimmy. Nadie les prestó atención, alegaron que estas personas estarían tratando de extorsionar al presentador, al punto de que la BBC desestimó los rumores. A fines de los 70, en medio de crecientes evidencias, el líder de la banda Sex Pistols, Johnny Rotten, denunció públicamente a Savile en televisión. Recibió todo tipo de amenazas y repudio, la opinión pública consideraba que su aspecto punk y sus letras contestatarias lo hacían poco creíble, quien seguramente mentía era ese músico de aspecto desprolijo, por el contrario, Jimmy Savile tendría que ser la víctima, un señor decente y generoso que estaba siendo difamado. Los años pasaron y Savile murió. Tras su muerte, más de 1000 personas lo denunciaron por abuso sexual, los abusos se habían dado tras bambalinas en la BBC, en los hospitales, en los hogares, Savile había abusado de niñas y niños de todas las edades durante 50 años. ¡Fue una tremenda bofetada general! Se le retiraron todos los honores y condecoraciones, el público finalmente tuvo que admitir que las acusaciones habían sido ciertas, pero ya era tarde: Savile hizo lo que quiso durante toda su vida sin freno, se burló de todos y dejó miles de víctimas sin justicia.

¿Se los puede desenmascarar?

Sí, si no nos callamos, si nos atrevemos a hablar, podremos desenmascararlos. Psicópatas y narcisistas siempre dejan rastros de su accionar, se pisan en sus mentiras, tenemos eso a nuestro favor. Pero el silencio los favorece; como ves, Savile tuvo muchos cómplices que hicieron oídos sordos, y una sociedad que no conocía la existencia de este tipo de desórdenes de personalidad. Nos dirás que todavía hoy la sociedad no conoce sobre este tema. Es cierto, tenemos un camino largo por recorrer, pero la problemática del abuso psicopático y narcisista ya está mucho más instalada en los medios que hace diez años y va a seguir creciendo. Está en nosotros seguir divulgando.

Asimismo, es importante que, desde lo personal, documentemos cada cosa fuera de lugar o sospechosa de quien te genere desconfianza, sea tu colega, pareja o familiar. Guarda sus audios, correos y mensajes; no esperes a que las cosas pasen a mayores, habla con otras personas que puedan estar sintiendo lo mismo, es probable que ellas también tengan dudas. Y si estamos en la otra vereda, si somos nosotros quienes recibimos inquietudes o denuncias contra alguien que conocemos, no descartemos una investigación ni la obstaculicemos. Mantengámonos informados sobre los organismos oficiales, las fiscalías, los juzgados y las ONGs que ayudan a las víctimas de violencia doméstica, empresarial, familiar y escolar, divulguemos, trabajemos como voluntarios, en resumen, no nos quedemos con los brazos cruzados a esperar que las cosas cambien por si solas. Las máscaras, aún las mejores, no duran mucho tiempo si hay personas con los ojos abiertos y dispuestas a colaborar con la verdad.

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Su comportamiento calcado ayuda a detectarlos

Mi publicación (3)

Les compartimos un mensaje que nos hizo llegar una lectora, quien nos cuenta la doble epifanía que tuvo gracias a encontrar información en internet.

“El hijo de mi madrina, mi amigo desde la cuna, siempre tuvo conductas extrañas. Desde niño le interesaba todo lo escabroso, pero no le dimos importancia, ya que hay mucha gente normal, de buenos sentimientos que se interesa por la cultura gore. Fuimos creciendo y, ya de adolescentes, tenía actitudes con los animales que me llamaban la atención, parecía disfrutar cuando alguien hablaba de maltrato animal y siempre molestaba a mis gatos. Cuando yo lo increpaba por lo que le hacía a mis gatos me decía que estaba imaginando. También sabía que ocultaba cosas, me habían llegado rumores, pero nuevamente pensé que sería transitorio, que todos los adolescentes se desmadraban en algún momento, ya se le iba a pasar. Mi madrina era generosa, dulce, educada, me consta que crio a mi amigo (mi ex amigo ahora) dándole amor y buenos ejemplos. Cuando me casé y fui madre, varias veces noté que tenía comentarios despreciativos para con mi bebé, es más, una vez la tomó sin mi permiso y la llevó al balcón que, en ese momento, no tenía protección. Se la arranqué de los brazos, estaba muy asustada, él se rio y me acusó de tomarme todo a la tremenda. Eso fue un quiebre, por fortuna, mi amigo se fue a probar suerte a otro país. Para mí fue un alivio, para mi madrina, el comienzo de una gran tristeza de la que nunca se recuperó.

Mi amigo no la visitó más que una vez en 10 años y solo regresó por segunda vez cuando mi madrina estaba en su lecho de muerte. Durante el velatorio era notorio que mi amigo trataba de fingir tristeza, pero no le salía. En ese momento, tanto mi hermana, mi madre y yo, supusimos que se comportaba tan egoístamente producto de que estaba rodeado de mala gente y de su consumo de drogas.

Tiempo después, luego de que mi amigo volviera a partir, tuve una relación corta con un hombre que al comienzo era maravilloso, parecía, ya saben, pero terminó siendo un psicópata integrado. Tardé unos seis meses en darme cuenta, encontré información en la red que me salvó la vida. Mientras leía no podía salir de mi asombro, y fue un asombro por dos, porque no solo me di cuenta de que mi pareja era un psicópata, sino que mi amigo de la infancia también lo era. ¡Todas las piezas encajaban! Le conté a mi hermana y a mi mamá. Si bien fueron comprensivas, me insistían en que estaba llevando las cosas demasiado lejos. No me importó, con mucho dolor y angustia, rompí con mi pareja. También hice algo muy estúpido con respecto a mi amigo, pero no sé si me arrepiento: le escribí diciendo que ya sabía lo que estaba mal con él, que no le había importado nada de su madre y que sólo había regresado a mi país para arreglar la disposición de bienes de su madre, que estaba viviendo como un parásito del esfuerzo de toda una vida de su madre y de sus abuelos, que no tenía empatía y que era un psicópata. La respuesta que tuve fue un: “¿te sientes bien?”, seguida de un Emoji con carita sonriente. Después de eso lo bloqueé en todas las redes.

Con el tiempo, mi madre y mi hermana fueron entendiendo, ellas siguieron en contacto con mi amigo y fueron testigos de su mal comportamiento con otras personas, incluida su primera mujer. Ahora ya no me dicen que veo psicópatas en todos lados, saben que si detecto alguno o alguna, a la larga muestran la hilacha. Una mujer trató de estafar a mi hermana, le advertí lo que yo veía, por suerte, no se embarcó en ese negocio que arruinó a muchas otras personas. Creo que es importante prestar atención a nuestra intuición. Es cierto que en los primeros meses desconfiamos de todos, que estamos demasiado mal como para ver con claridad, en esos momentos conviene no apresurarse a juzgar, pero con el tiempo, el dolor se calma y podemos detectar a estas personas nefastas con mucha precisión. Realmente creo que cuando conoces a uno o una, conoces a todos. Cuando nos duele el estómago, cuando escuchamos una voz de alerta en nuestro interior, cuando algo nos da escalofríos, es mejor observar con cuidado y poner límites.

Fernanda”

La vinculación por trauma y la perdurabilidad del abuso

Mi publicación (2)

La vinculación es un proceso biológico, psicológico y emocional que hace que las relaciones entre las personas prosperen. Esto es bueno si las personas no son dañinas. Cuando una madre amamanta, cuando las personas se enamoran, liberamos oxitocina que es la hormona del vínculo y del buen apego. A diferencia del amor, la confianza o la atracción, el vínculo no es algo que se pierde. Es acumulativo, porque el vínculo crece con el paso del tiempo juntos, vivir juntos, comer juntos, hacer el amor juntos, tener hijos juntos y estar juntos durante el dolor o la dificultad. Los malos tiempos vinculan a las personas con tanta fuerza como los buenos, quizás más. Pero esta vinculación necesaria para la vida en sociedad, se vuelve peligrosa cuando nos relacionamos con personas abusivas, en especial con psicópatas o narcisistas, porque el vínculo creado tapa el abuso, es más, el vínculo es el abuso mismo. Este tipo de vinculación se la conoce como “vínculo por trauma”

El término “vinculo por trauma” fue desarrollado por Patrick Carnes, y describe el mal uso del miedo, las emociones, los sentimientos sexuales y la fisiología para enredar a otra persona. Esto no ocurre solamente en las relaciones románticas sino en las familias, en los grupos de amigos y laborales. Muchas personas tóxicas utilizan las emociones extremas, los ciclos de cercanía y lejanía, el bombardeo amoroso y el castigo para crear este vinculo traumático. Las personas psicópatas y narcisistas secretan niveles muy bajos de oxitocina por lo que no logran crear vínculos verdaderos y sanos con nadie. Su vida gira en torno al control de otras personas a través de la instauración de un vínculo traumático fisiológico. Esto lo logran subiendo los niveles de cortisol y adrenalina de sus víctimas (moléculas del estrés) a través de distintas técnicas de abuso encubierto de las cuales tienes bastante material en este blog, para luego, hacer que la dopamina y la serotonina (moléculas del bienestar) suban, a través de muestras de cariño fingido. Es decir, estas personas tóxicas te arruinan para luego levantarte en un ciclo eterno de abuso, en el que la víctima, sin entender lo que le sucede, puede desear recibir consuelo de la misma persona que abusa de ellos. Esto es terriblemente penoso en el caso de hijos de psicópatas y narcisistas.

Crecer en un hogar abusivo hace que las situaciones abusivas posteriores tengan más poder de retención en la relación, porque esto se convirtió en rutina y normalidad. Esto no quiere decir que sólo las personas que crecieron en hogares tóxicos son presa de estas personalidades siniestras, toda persona puede caer en un vínculo por trauma si no conoce los mecanismos por los que psicópatas y narcisistas juegan con los cerebros de la gente; pero sí puede hacer que las personas se queden más tiempo en este tipo de relación. Los niños no tienen las herramientas para detectar el abuso, por lo que crecen sabiendo que algo está mal, pero en vez de ver el problema en el afuera, piensan que ellos son el problema, aún de adultos. Quienes juzgan a alguien que le cuesta identificar que están en una relación abusiva no solo no entienden la magnitud del problema, sino que están actuando de co abusadores al responsabilizar a la víctima por la lentitud en reaccionar al abuso.

¿Cómo rompes el ciclo? Primero que nada, debes alejarte de esas personas y aplicar contacto cero o mínimo. Luego, entiende que por unos meses vas a tener desequilibrios en tus hormonas y neurotransmisores, están tratando de volver a sus niveles normales, en algunos casos se siente como un verdadero síntoma de abstinencia, en otros como cambios de humor extremos; debes tenerte paciencia, esto es lo primero que se supera, luego viene el trabajo de sanación profundo. Por último, puedes buscar ayuda en forma de terapia o de grupos de apoyo, también tienes mucho para leer al respecto. Dos excelentes libros específicos sobre los efectos del trauma (y su superación) son “El cuerpo lleva la cuenta” de Bessel van der Kolk y “Trauma y recuperación” de Judith Herman. También te recomendamos libros específicos sobre relaciones con psicópatas y narcisistas como “Amor Zero” del Dr. Piñuel (enfocado en las relaciones de pareja), “Madres que no saben amar” de Karyl McBride (si tu padre o madre es la persona abusiva), y “Serpientes de Traje” de los doctores Hare y Babiak (en los casos abusivos laborales).

ShivaShakti 2020

Hipervigilancia: el permanente estado de alerta después del abuso

Mi publicación (1)

“No quiero conocer a nadie, estoy bien en soledad”
“A veces pienso que todo lo que me dicen tiene doble sentido, sé que no es así, pero la situación me supera”
“No puedo evitar estar a la defensiva”
“Me cuesta volver a confiar en la gente”
“Mis familiares y amigos están preocupados por mí, dicen que veo todo como una amenaza.”
“Tengo miedo de que me vuelva a pasar lo mismo”
Si algunas de estas frases te dan vueltas en la cabeza es probable que tengas hipervigilancia, una de las manifestaciones del trastorno de estrés postraumático. La hipervigilancia es algo más que prestar atención a las señales de tu entorno, es un estado de alerta extrema que socava tu calidad de vida, te cansa física y mentalmente, e interfiere con tus relaciones.
Los sobrevivientes que tienen hipervigilancia (una abrumadora mayoría) se sienten constantemente en guardia, propensos a una reacción exagerada y mantienen una conciencia intensa de su entorno tratando de prevenir daños o ataques; esto sucede porque la situación abusiva que sufriste fue tan traumática que tu sistema límbico quedó atascado en ese estado de hipersensibilidad ante las posibles agresiones del ambiente.
Tratamiento
El tratamiento de la hipervigilancia puede variar según la causa subyacente. Si todavía estas en una relación con una persona abusiva, el primer paso sería alejarte de esa persona, esté en el hogar o en el trabajo. El contacto cero o mínimo es fundamental.
Una vez removida la amenaza real, lo peor está por empezar. Las primeras semanas experimentarás una mezcla de alivio y dolor insoportable, pero con el pasar de los días, comenzarás a sentir que no puedes confiar en tu entorno, escaneas mentalmente a todas las personas que conoces, buscas señales que los delaten, no quieres pasar de nuevo por lo mismo. Este es el momento en que el tratamiento puede incluir psicoterapia como también, en ocasiones, medicamentos. Algunas opciones son:
Terapia cognitiva conductual: el objetivo de la terapia cognitiva conductual (TCC) es enseñarle, a través de conversaciones con un terapeuta, que no puedes controlar todos los aspectos del mundo que te rodea, pero puedes controlar tu respuesta.
Terapia de exposición gradual: el objetivo de esta terapia es exponerte a lo que desencadena (triggers) tus momentos de máxima alerta para abordarlos desde una perspectiva realista y tomar medidas para mitigar tu respuesta.
Desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular: El objetivo de esta terapia, también conocida como EMDR, es utilizar el movimiento ocular como un medio para redirigirte a los recuerdos traumáticos del pasado a través de las sensaciones del presente. Es una terapia que solo puede hacerla alguien con título universitario habilitante y con un posgrado o especialización en la misma.
Mindfulness (entrenamiento de atención plena): este tipo de práctica apunta a “vivir en el presente” y enfocar tus pensamientos en sensaciones inmediatas en lugar de quedar enganchado en pensamientos recurrentes.
Medicamentos: el TEPT puede tratarse con antidepresivos o ansiolíticos dependiendo de los síntomas que lo acompañan. De más está decir que esto debe evaluarlo un médico.
Cambios en el estilo de vida: descansa lo suficiente, mejora tu higiene de sueño, mantén una dieta saludable y haz actividades que te relajen como el yoga o el tai chi. El ejercicio vigoroso también puede ayudar al estimular la producción de endorfinas, las cuales tienen un impacto inmediato en tu estado de ánimo.
Asimismo, es importante que expliques lo que es la hipervigilancia a tus seres más queridos ya que pueden estar desconcertados, o incluso ofendidos, por alguna reacción tuya. Por ejemplo, tu hermano pone una canción que te recuerda cosas traumáticas y le gritas hasta que apaga la música. Si están alertados, sabrán cómo manejar estas situaciones que, afortunadamente, con el paso del tiempo, serán menos frecuentes hasta desaparecer.
Por último, recuerda que el 96% de la población mundial NO ES ni psicópata ni narcisista, tienes más chances de encontrar buenas personas que malas y, además, aunque no lo veas ahora, tienes muchas más herramientas para detectar a esas personas destructivas en forma casi inmediata y ponerte a resguardo. Superar la hipervigilancia lleva algo de tiempo, pero se logra. Ten confianza en el proceso.

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El cierre de las relaciones con psicópatas o narcisistas

Mi publicación (25)

El poeta estadounidense Charles Bukowski decía que en el amor se dice adiós con dignidad, no podríamos estar más de acuerdo con él; pero este no es el caso si la relación se da con psicópatas o narcisistas. El adiós que tendrás en esta situación será el más indigno y abyecto posible, por lo tanto, altamente doloroso para ti. Las personas con sentimientos y un mínimo de empatía, cuando llegan a la conclusión de que deben terminar una relación, tratarán de hacerlo sin lastimarte, tratarán de darte una explicación de esa decisión. Es más, en muchos casos, esa ruptura se hace de forma tan correcta, que luego del primer período de duelo, los miembros de esa pareja pueden llegar a entablar una relación amistosa cordial. Sin embargo, con psicópatas y narcisistas, esto no ocurrirá, no te quedes esperando un cierre racional o con algo de lógica; cuando no le sirvas de suministro, buscarán la forma más conveniente para ellos/as de descartarte, más aún, usaran ese quiebre abrupto, violento y sin sentido como un aguijón venenoso que irá liberando toxinas tiempo después de la separación. Lo saben, así lo eligen, no es una consecuencia involuntaria de un comportamiento “inmaduro”, es deliberado, planeado.

Pero acá estamos para ayudarte a remover el aguijón antes de que te siga intoxicando por años. Su remoción puede doler un poco, pero mucho más dolerá el continuo veneno de buscar razones a su comportamiento final. Los sobrevivientes tendemos a creer que vamos a encontrar una respuesta, una solución al enigma, la última pieza de un rompecabezas que nos dará algo de paz, un cierre que le de respuestas a un cerebro que evolutivamente está diseñado para buscar sentido y explicaciones. Ese cierre no existe con psicópatas y narcisistas, se robaron las piezas claves de ese rompecabezas. No obstante, producto de la disonancia cognitiva, insistes en repasar mentalmente las últimas horas de la relación, te aseguras de que este comportamiento retorcido debe tener causa. Lamentablemente, la única causa de ese comportamiento abusivo es que son personas que se creen con derecho a explotarte. ¿Necesitas más evidencias? ¿Demostró algo de cuidado en la forma en que te descartó? ¿Todavía crees que puedes explicar esos comportamientos nefastos? Analicemos algunos casos

TIPOS DE DESCARTES

• Estuviste con esa persona por muchos años, los últimos tiempos te dabas cuenta de que te engañaba todo el tiempo, se burlaba de tus dudas, te aseguraba que te amaba, sin embargo, rompió contigo por WhatsApp como si hubieran tenido una relación de una noche. No le molesta, no le importa, es como si todos esos años no hubieran existido.

• El último tiempo te enloqueció más que de costumbre, hacía cosas terribles para que tú te vieras forzada/o a romper la relación y así poder jugar a ser tu víctima. Esta estrategia es similar a la utilizada por algunos empleados que quieren que una empresa los despida e indemnice, para lo cual es necesario hacer todo mal. Y vaya si se esmeran en hacer todo mal cuando quieren que tú asumas el descarte que ya planificó por ti. Y prepárate, no dudes que dirá que tú fuiste cruel al romper.

• De un día para otro desapareció, no dejó rastros, no le importó siquiera que tienen hijos, no conoces su paradero.

• Luego de unas vacaciones en las que te idealizó, te dijo frescamente que conoció a alguien maravilloso, te culpó de descuidar su relación, e inmediatamente. se exhibió con esta persona por las redes. Sí, te llevó hasta el cielo, para que la caída te doliera más.

¿Te parece que esto es empático? ¿Lógico? ¿Digno? Visto de afuera es patético, desde adentro es un dolor desgarrador, en especial si tenemos en cuenta que las víctimas vienen de mucho tiempo de desgaste emocional por triangulación, luz de gas y humillación alternadas con bombardeo amoroso.

¿Y AHORA QUÉ?

Luego del descarte pueden pasar dos cosas: 1) que no vuelva nunca más, especialmente si sabe que en tu interior es lo que deseas, 2) si se entera que estas mejor, que estás feliz lejos de él/ella, es probable que vuelva a intentar reconquistarte. Es lo que se conoce como “hoovering”, un regreso a tu vida, no porque te eche de menos o porque haya recapacitado, es que no soporta que lo/a olvides, se creen dioses.

Si bien es natural que tu cerebro busque un patrón, una explicación coherente, es lo que los cerebros sanos tienden a hacer, desiste de buscar respuestas con narcisistas y psicópatas, no existen. Es difícil asumir que tienen un comportamiento deliberadamente dañino que responde a pulsiones muy destructivas que nuestras mentes empáticas no pueden entender. Lo que tú debes hacer es aceptar esta triste realidad y enfocar, no sin esfuerzo, tus pensamientos en ti, en tu sanación, y en fortalecerte para poder repeler algún intento posterior de reconexión. Cada minuto que dedicas a buscar una respuesta a su descarte o a buscar un cierre, hundes el aguijón un poco más dentro de ti; por el contrario, si sueltas ese anhelo de cierre, habrás sacado ese resto tóxico diseñado para envenenarte a distancia.

Un último consejo, si tienes hijos, recuerda que, si bien el contacto cero es algo que debes defender, tienes derecho a que colabore materialmente con la crianza y existen leyes que garantizan el acceso a ese derecho. No te involucres personalmente, en todos los países hay profesionales legales estatales o de ONGs que te pueden ayudar a reclamar ayuda alimentaria para tus hijos sin exponerte al contacto.

Se fueron, que no vuelvan.

Tu nueva vida comienza ahora.

ShivaShakti 2020

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Estrés postraumático, el malestar de los sobrevivientes

melancolía

Contrariamente a lo que se piensa en general, no necesitás ser un sobreviviente de una guerra o haber sido víctima de un secuestro para sufrir trastorno de estrés postraumático. Hay muchas experiencias traumáticas que pueden dar lugar al TEPT como, por ejemplo, haber perdido a un ser querido, haber crecido en un hogar violento, haber sido víctima de abuso sexual, estar en una relación con un narcisista o psicópata, o trabajar en un lugar en el que sos víctima de acoso y hostigamiento.

Cuando se experimenta una situación traumática, o se vive atemorizado en un entorno hostil, el miedo desencadena muchos cambios en el cuerpo para lograr defenderse del peligro o evitarlo. Esta respuesta se conoce como de “lucha o huida”, una reacción típica destinada a proteger a una persona de daños, preparando fisiológicamente al cuerpo para defenderse o escapar del peligro. Para que el cuerpo alcance ese estado físico de máxima alerta y rápido desempeño, una cascada de hormonas y neurotransmisores ponen el cerebro en alerta. Cuando la emergencia termina, muchas personas vuelven a su estado fisiológico normal; pero otras quedan en estado de alerta permanente, aun cuando el peligro haya pasado; o en el caso de aquellos que viven en un ambiente agresivo, el organismo simplemente no puede “bajar la guardia”.

Lamentablemente, el TEPT se suele confundir con depresión o ansiedad, y muchas veces, quien lo sufre, pierde tiempo probando terapias o medicación equivocadas, o lo que es peor, su cuadro se agrava. Sin embargo, el estrés postraumático es un trastorno que tiene tratamientos específicos y que, debe controlarse no solo para evitar el daño psicológico y emocional, sino para armonizar el cuerpo que, de seguir en estado de alerta constante, podría desarrollar enfermedades crónicas. Los síntomas generalmente comienzan temprano, dentro de los 3 meses posteriores al incidente traumático, pero también pueden comenzar años después. Para poder considerar que estamos frente a un cuadro de TEPT, los síntomas deben durar más de un mes y ser lo suficientemente graves como para interferir con las emociones, las relaciones o el trabajo. El curso de esta dolencia varía. Algunas personas se recuperan en 6 meses, mientras que otras tienen síntomas que duran mucho más. En algunos casos, sin tratamiento, la condición se vuelve crónica.

Los síntomas más comunes son los siguientes:

*Flashbacks: revivir el trauma una y otra vez, muchas veces esos flashbacks son provocados por objetos, sonidos, olores que recuerdan los momentos dolorosos.
*Síntomas físicos como taquicardia o sudoración.
*Pensamientos recurrentes.
*Conductas evitativas, mantenerse alejado de lugares, eventos u objetos que son recordatorios de la experiencia traumática.
*Sobresaltarse fácilmente.
*Ansiedad y/o ataques de pánico.
*Insomnio primario o secundario.
*Enojo o ira súbitos, especialmente las víctimas de abuso.
*Pensamientos negativos sobre uno mismo o sobre el mundo
*Pérdida de interés en actividades divertidas.
*Dificultad para concentrarse en tareas simples.
*Tener la sensación de estar adormecido emocionalmente, de ver la vida desde lejos.
*Abuso de alcohol u otras substancias como mecanismo para tapar estos síntomas.

No es necesario tener todos los síntomas anteriormente mencionados para sospechar la posibilidad de sufrir estrés postraumático, por lo que, si estás experimentando algunos de ellos, buscá asesoramiento profesional para comenzar tratamientos específicos. Con respecto a los mismos, hay que recordar que todos somos diferentes, y que el TEPT afecta a las personas también de manera diferente, por lo que un tratamiento que funciona para uno, puede no funcionar para otro, y es probable que se deban probar distintos tratamientos para encontrar lo que funciona para sus síntomas. Desde ya, si alguien con trastorno de estrés postraumático está pasando por un trauma continuo, como cuando se vive abuso, ya sea en el hogar o en el trabajo, primero que nada, esa persona necesitará ayuda para salir de esa relación, y en paralelo, abordar un tratamiento. Hay muchos tipos de terapias, como así algunos medicamentos que pueden ayudar.

Terapias
La psicoterapia clásica, las terapias cognitivo-conductuales, y métodos como EMDR y Tapping, pueden funcionar dependiendo de la sintomatología. Lo más importante es encontrar un terapeuta acreditado en el tratamiento de trauma. El terapeuta puede combinar diferentes terapias dependiendo de las necesidades de cada persona. Las psicoterapias efectivas tienden a enfatizar algunos componentes clave, incluida la educación sobre los síntomas, las habilidades para ayudar a identificar los desencadenantes de los síntomas y manejar los síntomas.

Medicamentos
Los medicamentos más estudiados para tratar el TEPT incluyen antidepresivos, que pueden ayudar a controlar síntomas como la tristeza, la preocupación constante y la sensación de insensibilidad interior. Otros medicamentos, como cierto tipo de ansiolíticos, pueden ser útiles para síntomas específicos de TEPT, por ejemplo, ataques de pánico.

Apoyo emocional del medio
Además de las terapias y la medicación es necesario contar con el apoyo de amigos y familiares. Muchas veces esto no es sencillo porque los allegados de quien tiene TEPT no terminan de comprender la naturaleza de este trastorno. En ocasiones, la persona que padece ese desorden es quien tiene que educar a aquellos que lo rodean. Algunos libros que son de gran utilidad para quienes desarrollaron estrés postraumático, como así también para familiares y amigos que quieran ayudar son: “El cuerpo lleva la cuenta” de Bessel van der Kolk, “Trauma y recuperación” de Judith Herman y, en inglés, especial para quienes fueron criados en entornos abusivos, “Complex PTSD: From Surviving to Thriving: a guide and map for recovering from childhood trauma” de Pete Walker.

El trastorno de estrés postraumático tiene solución. En sí, no es una enfermedad, es una condición transitoria anómala de tu cerebro, una especie de herida, que se puede revertir. Es indispensable saber que es posible salir de ese estado de alerta mental y entumecimiento emocional. Ya no estamos a merced de nuestras memorias traumáticas.

Copyright Analía Daporta 2018 para sobreviviendoasociopatasynarcisistas@blogspot ,  sobreviviendoapsicopatasynarcisistas@wordpress y mejorquenormal@wordpress

Las “mentiras preventivas” de psicópatas y narcisistas

mentiroso

La mentira es una de las características principales del desorden antisocial de la personalidad (psicopatía) y del narcisista de la personalidad; es decir, las personas con estos desórdenes mienten casi todo el tiempo. Pero no todas las mentiras son iguales. Algunas tienen una pequeña parte de verdad para hacerlas más creíbles. Por ejemplo, efectivamente estuvo en el despacho de su abogado, pero solo por diez minutos, no estuvo las dos horas que te aseguró, durante el resto del tiempo se vio con alguien más. Otras son mentiras que utilizan cuando los pillan en algo. Estas por lo general son elaboradas maquinaciones difíciles de contrastar con la realidad acompañadas de una puesta en escena fingiendo indignación porque “no confían en mí”. También mienten por placer, cuando ni siquiera es necesario, cuentan una historia falsa y se divierten viendo cómo los demás “son tan ingenuos como para tomarla por cierta”. Asimismo, cuando mienten sobre alguien con intención de destruir su reputación, fingen comprender el supuesto accionar de esa persona para parecer empáticos, por ejemplo, pueden decir: “Juana está descuidando el proyecto, no hace nada, todo lo estoy haciendo yo, pero pobrecita, es que tiene a su hermana enferma”, ya ves, fingiendo empatía, los colegas de Juana, no verificarán que quien no está haciendo nada por el proyecto el/la que hace correr esos rumores. Por último, mienten “preventivamente”, y estas mentiras son calculadas, letales; es por eso que nos vamos a concentrar en ellas.

Las mentiras “preventivas” son aquellas que utilizan cuando se dan cuenta que tú ya no eres un buen suministro porque sospechas, porque tienes dudas, entonces dirán cosas falsas sobre ti, para que quienes te rodean no te crean cuando expongas su conducta abusiva. ¿Por qué decimos que son letales si todas las mentiras duelen, todas las mentiras son un quiebre de relación? Por supuesto que todas las mentiras son dañinas, pero estas utilizan un sesgo cognitivo de nuestro cerebro a su favor, lo cual las convierte en difíciles de neutralizar. Un sesgo cognitivo es un error de juicio producido cuando el cerebro, que tienen que tomar decisiones todo el tiempo manejando miles de datos, a veces toma atajos, selecciona, poda la información, para poder funcionar con eficiencia, y en ese proceso, en ocasiones, se equivoca. A este sesgo cognitivo que psicópatas y narcisistas utilizan como herramientas de abuso se lo conoce como sesgo de primera impresión o de anclaje mental. Cuando nuestros cerebros reciben información por primera vez, la información que llega primero, tiende a no modificarse fácilmente, aún con evidencia en contrario. Es por eso que si tu ex pareja, cuando todavía todo parece estar bien, previene a tus amistades asegurando que: “Marita está algo paranoica, fue al psiquiatra para tratarse” o “Pablo me cela todo el tiempo, dice que le soy infiel con quien se cruce en mi camino, pero yo creo que esto lo hace porque su madre era una controladora”, lo que están haciendo es condicionando a los cerebros de tus amigos para que luego no te crean, porque cuando tú cuentes que sospechas que tu pareja está metido en negocios turbios pensarán que deliras, ellos no saben que en realidad habías visitado a tu psiquiatra por la ansiedad que este descubrimiento te generó; y cuando expliques que tu compañera hace tríos con otros hombres, te digan que exageras, que lo que tienes que resolver son los problemas con tu madre. Esto se ve también en casos de dominio público, es común que los perpetradores denuncien que la víctima los extorsionaba unos días antes de que la víctima lo denuncie penalmente. Con esta estrategia, por un lado, ganan tiempo, ya que los jueces y fiscales tendrán que verificar si es cierto o no que hubo extorsión, pero también influyen sobre la opinión pública porque la primera impresión siempre va a tener un peso importante.

¿Son entonces las mentiras preventivas imposibles de neutralizar? No, por supuesto que es posible revertirlas, pero costará un poco más. Por lo pronto, si todavía estás en una relación, laboral, familiar o romántica con un persona psicópata o narcisista, no esperes, debes ser tú quien advierta a los demás sobre lo que está sucediendo sin esperar a que lleguen sus mentiras preventivas. Es probable que tus amigos o colegas se nieguen a creer que esa persona “adorable” sea capaz de engañar, abusar o hacer trampas, pero te ayudará cuando luego te acuse, porque recuerda, cuando ya no les sirves de suministro, te van a ensuciar porque tienen miedo a quedar expuestos. Segundo, es necesario que nos eduquemos sobre sesgos cognitivos ya desde la escuela primaria, esto ayudará a que las personas se comuniquen y evalúen los acontecimientos de forma efectiva. Ante un caso de abuso, estaremos más preparados para no dejarnos influir por el encanto narcisista o por un primer golpe de impacto. Por último, sería conveniente que los sobrevivientes que no pudimos prevenir la calumnia, tomando los recaudos necesarios y siempre que estemos preparados para hacerlo, expongamos lo sucedido. El silencio solo es bueno para las personas abusivas.

Tú nos dirás que es inútil, que no te creerán, que ya pasó tiempo. Es probable, todos hemos tenido que soltar amigos, familiares que no pudieron salir de las mentiras de psicópatas y narcisistas, y eso fue un dolor adicional al que te dejó el abuso. Pero habrá otros que entenderán tu historia y la validarán, y contando nuestra historia, no solo nos defendemos de la difamación, sino que estamos sanando. Esto de ninguna manera quiere decir que actuemos con el impulso irreflexivo que nos deja el abuso y la traición; por el contrario, debemos hacerlo con aplomo, con asesoramiento, sin apresurarnos. Desenmascarar las mentiras de un/a narcisista o psicópata es una partida de ajedrez en la que deberás anticipar cientos de posibles movimientos de retaliación para cada movimiento que tú hagas; pero llegar a la verdad, llegar a limpiar tu nombre, llegar a obtener justicia para ti y para tus hijos, vale la pena. Recuerda la frase de Miguel de Cervantes: “La verdad adelgaza, pero no quiebra; siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua”.

ShivaShakti 2019
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Por qué no deberías dejar que la industria cinematográfica te diga qué es qué en salud mental

cineHubo todo un debate en nuestra página de Facebook sobre la salud mental del Guasón a raíz de que subimos un magnífico artículo de “The Guardian” que mencionaba lo mal que estaba tratado el tema de salud mental en la película protagonizada, magníficamente, su talento es indudable, por Joaquín Phoenix. El artículo demostraba como el film desorientaba y estigmatizaba a aquellos que padecían o, habían padecido, algún episodio psicótico. Esto sucede porque el accionar del Guasón en la película, a pesar de ser el típico de un psicópata peligroso, fue camuflado con alguna alucinación por aquí, algo de abuso en la infancia por allá, y lo etiquetaron como “psicótico” y no como “psicópata”.

En términos de lograr una película atractiva y taquillera este ardid tiene sentido. Ya en “La Poética” de Aristóteles se nos recomienda crear personajes que lleven al espectador a sentir empatía por ellos, por lo que es conveniente, darles dramatismo dotándolos de un defecto trágico, pero que no sea demasiado repugnante como para causar rechazo en el espectador. En este film, los crímenes del Guasón son absolutamente explícitos y sangrientos, como lo haría un psicópata que no siente remordimientos ni culpa, pero Hollywood nos dice que, en realidad, por momentos, es un psicótico que alucina, en otros, que es víctima de una sociedad dura. Resultado: sentimos pena por un matricida, homicida, etc. En términos de guion, y de ventas, podemos decir que lo entendemos, pero…. Aquí viene nuestro gran “pero”.

Las películas no son solo películas, dejan huella, normalizan conductas, critican otras; con la insistencia de una gota de agua en la piedra, van erosionando lo que encuentran a su paso, entre otras cosas, nuestra psiquis. Las personas que padecen psicosis no son peligrosas, no matan a sangre fría, son ciudadanos que, con terapia y medicación, llevan vidas comunes, forman familias, trabajan, tienen empatía, son solidarios. Es injusto que, ahora que se están haciendo campañas para sacar el estigma de la palabra “psicosis” o “esquizofrenia”, la industria cinematográfica haga un cóctel con distintos desórdenes psiquiátricos y enfermedades neurológicas para inventar una “condición” a medida de las necesidades estéticas y comerciales.

Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, aprovecharemos para arrojar algo de luz a la confusión que tanto las redes sociales como las series contribuyen a crear. Psicopatía y sociopatía NO SON el nombre verdadero del desorden de personalidad del que normalmente hablamos en este blog, su verdadero nombre es “desorden anti social de la personalidad” (hay quienes lo consideran un trastorno, otros lo consideran un desorden, ya hemos hablado de esto en otra entrada, no vamos a profundizar ahora, usen el término que prefieran) y está ubicado en el grupo B, al igual que el “desorden narcisista de la personalidad” al que comúnmente llamamos narcisismo para que sea más sencillo. No hay nada malo en simplificar la terminología, de hecho, nosotras preferimos usar psicopatía y narcisismo, siempre y cuando no confunda. Sin embargo, hemos escuchado cosas como que la psicopatía es algo totalmente distinto al desorden anti social de la personalidad en boca de trabajadores de la salud que parecen prestar más atención a las infografías de Pinterest en donde se afirma que psicopatía y sociopatía son desórdenes en sí mismos (no lo son) que a leer las publicaciones científicas. Si hay alguna duda al respecto, se puede consultar el DSM-V que es el listado oficial de enfermedades, desórdenes y condiciones mentales, homologado por especialistas, y es de donde estudian psiquiatras y psicólogos, o también están disponibles estudios científicos serios en publicaciones universitarias de psicología, psiquiatría y neurología. Por supuesto que dentro de la psicopatía (desorden anti social de la personalidad) y del narcisismo (desorden narcisista de la personalidad) hay matices, ocurren dentro de un espectro que va desde lo moderado a lo extremo, pero este espectro no justifica la subdivisión de estos desórdenes en otros, al menos no por ahora. No obstante, en la serie “Sherlock” el famoso detective se describe a sí mismo como un psicópata bueno de alta funcionalidad, pero a su némesis, Moriarty, lo describe como a un sociópata malo, una distinción que puede contribuir a crear una tensión interesante entre los personajes, pero que no es científica, y lo que es peor, puede dar a entender que hay psicópatas en los que podemos confiar.

La “psicosis” en cambio es un estado de percepción de la realidad alterado acompañado de alucinaciones, que los psicópatas rara vez presentan, aunque podría suceder si consumen drogas que favorezcan estos estados alucinatorios, pero no es lo común. Los trastornos psicóticos pueden darse porque la persona padece esquizofrenia, demencia senil, puede ocurrir luego de un parto (psicosis puerperal o post parto), también si consume drogas o si está en un período de abstinencia de alcohol u otras substancias. En el día a día, se usa la palabra “psicótico” (término que no nos gusta demasiado) para referirse a personas que fueron diagnosticadas con algún trastorno del tipo A, este grupo incluye el trastorno esquizoide, el trastorno paranoide, y el esquizotípico de la personalidad (recordemos que la psicopatía y el narcisismo son del tipo B, al igual que los desórdenes fronterizo e histriónico). Las personas que tuvieron brotes psicóticos pueden no volver a tenerlos, o si, su trastorno de base predispone a ellos, con medicación y terapia, son controlables. Estas personas no son peligrosas, tienen empatía, no desean hacerle el mal a nadie, son miembros útiles de la comunidad; algo muy distinto a lo que ocurre con psicópatas y narcisistas. Asimismo, y esto es MUY IMPORTANTE, cualquier delito que cometa una persona que tiene el principio de realidad alterado lo convierte en INIMPUTABLE frente a la justicia; por el contrario, aquellos que son conscientes de sus actos, como LO SON los psicópatas y narcisistas, SON IMPUTABLES. De hecho, la estrategia básica de un abogado cuyo cliente es psicópata, es tratar de pasarlo como psicótico. Esta confusión hay que aclararla de una vez por todas para que estos delincuentes no sigan burlando a la justicia.

Entonces, es realmente peligroso que dejemos en manos de la industria cinematográfica nuestra educación sobre salud mental, porque muchas personas, desinformadas, si descubren que su colega o amigo tuvo episodios psicóticos van a terminar pensando que es peligroso, y lo van a dejar de lado fomentando la discriminación, pero, irónicamente, no van a detectar al peligroso psicópata en el escritorio de al lado, porque las películas, los medios no hablan de eso, atribuyen la falta de empatía, la violencia y la destrucción a otros trastornos.

¿Y esta confusión es deliberada o pura desinformación? ¿Ocurre porque los medios y la industria del entretenimiento están plagados de psicópatas que necesitan no ser detectados? ¿O simplemente los productores mezclan todo por ignorancia? No lo sabemos, pero los resultados son los mismos. Cuando el Guasón mata a su colega con una tijera a la que hunde repetidas veces en la yugular y en el entrecejo de la víctima en una escena que salpicaba sangre fuera de la pantalla, muchos de los que estaban sentados en el cine reían, y no la risa nerviosa que puede surgir de la incomodidad, no, reían de buena gana, un chico de unos 18 años aplaudió y dijo “¡Qué genio, Guasón!”. Este es el resultado de lo que estamos exponiendo aquí: la paulatina normalización de la violencia y el abuso. Los psicópatas y los narcisistas están siendo expuestos, están siendo llevados a la cárcel, están siendo detectados, es lógico que necesiten crear nubes de humo, es lógico que quieran esconder su desorden bajo otros que nos muevan a la empatía. Está en nosotros no dejarnos engañar con sus mentiras una vez más.

Copyright ShivaShakti. Todos los derechos reservados. 2019

 

La relación de psicópatas y narcisistas con el dinero ajeno

 

Mi publicación (13)-Yo dejé el dinero en el bolso azul, y tú lo sabías porque te dije. ¿Lo tomaste sin preguntarme?

-No lo tomé, sabes que siempre actúo de frente, te lo hubiera pedido, el tema es que tú te olvidas de todo últimamente, en realidad no me dijiste que estaba ahí, además tú le vives prestando tus bolsos a tu prima, tal vez tenga ella el dinero, a mí no me gusta cómo actúa tu prima, es una persona muy interesada. Tú desconfías siempre de mí, yo que estoy siempre a tu lado, que te quiero tanto. Voy a salir, me has hecho daño.

 
¿Reconoces este diálogo? Probablemente sí. En una misma contestación está tratando de que dudes de tu cordura (gaslighting), se desliga de su responsabilidad culpando a tu prima (proyección de culpa), la calumnia para aislarte de ella (campaña de difamación), se pone en víctima y te castiga yéndose de fiesta, y si en esa salida conoce a alguien, afirmará que fue por el dolor que le causó tu desconfianza, es decir, también te culpará a ti de su infidelidad. ¿Y TU dinero? Pues fue claramente tu pareja quien lo tomó, pero logró que esa cuestión pasara a un segundo plano confundiéndote, abrumándote.

Todos los psicópatas y narcisistas, de una manera u otra, explotan a los demás, esto es una ley irrefutable, por algo se los compara a vampiros o a parásitos. En el caso de que provenga de una familia adinerada, tal vez se dedique a negocios de riesgo, en los cuales dañará con artilugios, legales o no, a sus competidores, y no andará revolviendo tu bolso en busca de dinero. Pero no todos nacieron en cuna de oro, ni son excepcionalmente inteligentes como para convertirse en exitosos hombres o mujeres de negocios (en otro artículo de este blog demostramos que la mayoría de psicópatas y narcisistas no tienen una inteligencia superior, esto es un mito, consiguen salirse con la suya solamente por su falta de escrúpulos). Entonces, si ese/a psicópata no tiene dinero ni ideas para negocios brillantes, y además muchos/as son holgazanes, eso se observa en varios estudios clínicos, lo más probable es que vivan de sus familias, de sus amigos, de sus parejas y de cualquier incauto que se cruce en su camino. A continuación, te ofrecemos cuatro relatos, uno lamentablemente cercano, para que abras los ojos, o para que ayudes a abrir los ojos a esa persona que tanto te preocupa. Cerraremos luego con consejos prácticos para protegerte financieramente.

Carmen era la mujer de un empresario influyente que comenzó siendo un contador de pueblo pero que, gracias a sus lazos con la política, logró montar varias empresas constructoras que siempre “ganaban las licitaciones de obras públicas”. Tenían dos hijos a los que su marido no prestaba mucha atención, solo se interesaba por sus logros académicos o deportivos para alardear de ellos en las reuniones sociales. Su marido era muy exigente con ella, le pedía que puliera sus modales, que se instruyera, que se sometiese a tratamientos de estética, la comparaba con las mujeres de la clase social en la que ahora se movían. Carmen sufría, hablaba de lo triste y sola que se sentía, pero sus amigas le decían que se quejaba de gusto, que su marido la tenía como a una reina. En ocasiones, Carmen firmaba papeles que su marido aseguraba eran para ella y para sus hijos por si a él le pasaba algo, Carmen los leía muy por encima, no lograba enfocar, estaba siempre en un estado de niebla, nada era lo que parecía ser, y no sabía cómo explicarlo. Un día hubo un cambio de gobierno, su marido ya no tenía tantos contactos dentro de esta nueva administración. En paralelo, un ex empleado denunció las maniobras fraudulentas a las que recurría la empresa para las adjudicaciones y dos mujeres lo acusaron por acoso sexual. Carmen, en lo más bajo de su vida anímica, quedó en medio de una investigación judicial, porque ella era, según los papeles, directora de varias empresas off-shore. Afortunadamente, luego de un penoso proceso, quedó sobreseída. Vive en un pequeño departamento en un barrio simple. Su ahora ex marido enfrenta una condena de cinco años de prisión. Fue una psicóloga judicial la que le nombró por primera vez la palabra “psicópata integrado”, a partir de entonces, no dejó de buscar justicia y de rearmar su familia en un entorno más saludable.

Gisela era peluquera, tenía su propio salón, le iba bien, sus clientas la adoraban. Un día conoció a Ricardo, un actor que trabaja como extra, pero que todavía no había conseguido ningún gran papel. Gisela nunca se había sentido así antes, Ricardo era ingenioso, conocedor de todo, era apasionado, se sentía en las nubes cuando estaba con él. Ricardo fue a vivir con ella a menos de un mes de conocerse, es que le vencía el contrato, y la renovación, según él, tenía términos escandalosos. Gisela se sintió un poco invadida, pero se convenció de que esa sensación era producto de haber vivido sola por tanto tiempo. Pasaron los meses, Ricardo ya no estaba tan divertido, pasaba el día sin hacer nada, ni siquiera ayudaba con las cosas de la casa. En ocasiones dejaba de hablarle a Gisela, ella no entendía por qué estaba mal, si estaba así por algo que ella hubiera dicho o hecho, Gisela ahora siempre se sentía en falta. Finalmente logró que Ricardo le contara lo que le sucedía, entre llantos le aseguó que si no hacía un curso con un prestigioso actor de teatro jamás podría a llegar a un protagónico, y que él no tenía dinero porque tuvo que darle a su madre. Gisela no conocía a la madre de Ricardo, él jamás la iba a ver, a veces se ausentaba por las noches, pero no era para ver a su familia, era porque tenía ensayos, pero Gisela sospechaba, suponía que se veía con otras mujeres. Ricardo la trataba de celosa enfermiza, de estar imaginando cosas. A pesar de sus dudas, Gisela le dio el dinero en calidad de préstamo. Ricardo hizo el curso, no consiguió un protagónico, pero sedujo a una colega que sí tenía un protagónico y una carrera prometedora por delante. Se mudó con ella de un día para otro. Gisela no comprendía lo que pasaba, lloraba, lo llamaba por teléfono, le reclamaba una explicación y el dinero. Ricardo la bloqueó y aseguró en las redes que ella lo acosaba. Gisela se contactó con una ex pareja de Ricardo que le confesó que a ella también la usó y vivió de su dinero, es esta joven la que le habló de narcisismo maligno por primera vez. Gisela está ahora en terapia, su negocio, al que tenía un poco descuidado, ha vuelto a prosperar, mientras ella cura en silencio sus heridas.

Santiago trabajaba en la empresa familiar, una empresa de más de 140 años de trayectoria hecha con mucho sacrificio. A pesar de ser muy bueno para los negocios, sus hermanos y hermanas aseguran que Santiago era un soñador, que podía dedicarse a una profesión más creativa, de hecho, su imaginación le hacía pintar hermosas obras en su tiempo libre. Un día conoció a una “influencer” que había logrado un contrato como panelista de televisión gracias a la notoriedad ganada a través de sus fotos candentes en las redes. Santiago quedó deslumbrado con su belleza y su rebeldía. Ella lo hacía sentir especial, lo requería sexualmente como nunca antes alguien lo había hecho. A pesar de la insistencia de su familia, Santiago se casó con ella a los seis meses de conocerla. La “influencer” no perdió oportunidad de influir, manipular, para ser más precisos, a Santiago, quien le compró ropa, joyas, viajes, un auto y hasta un departamento además del que tenían en conjunto. Al cumplirse un año de su boda, ella lo acusó en los medios de violencia de género, todos apuntaron los dedos en contra de Santiago a pesar de ser un desconocido, algunos periodistas tímidamente le pidieron pruebas a la “influencer” de sus acusaciones, pero esta rompió a llorar a lágrima viva mientras balbuceaba “¿Es que no me creen?”. Santiago entró en una depresión profunda, su madre literalmente lo arrastró al psiquiatra mientras su padre y su hermano mayor, junto con algunos abogados, negociaron los requerimientos de la “influencer” para que dejara de difamarlo y que le diera el divorcio. Les costó un buen dinero, pero más le costó a Santiago salir de su depresión y recuperar su imagen. Encontró en el arte su vocación, ahora expone regularmente, sin embargo, el resto de su tiempo prefiere pasarlo con su familia y sus amigos más íntimos. Tiene mucho temor a conocer nuevas personas.

Olga era una mujer de 73 años con problemas cardíacos, no tenía hijos, su hermana había muerto y su sobrino vivía en Estados Unidos. Si bien él le enviaba dinero y la visitaba cuando estaba en el país, pasaba la mayor parte del tiempo sola. Tenía dos amigas con las que salía. En una de esas salidas conoció a un hombre más joven, de unos 55 años. Este hombre en unos breves minutos de conversación se dio cuenta de su soledad, de sus problemas de salud, y al instante comenzó con un proceso de idealización que culminó con él viviendo en la casa de Olga, haciéndose cargo de su medicación y de la administración de su dinero. A una de las amigas de Olga, no le gustaba este hombre, los cuidados le parecían fingidos; además era verbalmente abusivo con su amiga, en especial cuando creía que nadie lo estaba mirando. Un día Olga quedó internada en el hospital por una neumonía de la que no se recuperó. Olga murió. Esa amiga llamó al sobrino de Olga, Osvaldo, quien inmediatamente tomó un vuelo, pero llegó cuando este hombre había pedido la cremación de los restos y había hecho traer a su hijo de 14 años, al que nunca había prestado atención, a vivir con él en la casa de Olga. Era claro su plan, quedarse a vivir allí indefinidamente. Osvaldo lleva adelante un juicio por desalojo contra este individuo, pero le informaron que va a tomar no menos de 5 años, hay un menor de por medio, y es lógico que la justicia tenga en cuenta el interés del menor, interés que su propio progenitor no siente por ese joven. Sin embargo, lo que Osvaldo encuentra más irritante de esta situación es tener que soportar que algunos vecinos de su tía lo acusen de ser una persona egoísta por querer echar a “quien tanto la ayudó”.

Es probable que estas historias te suenen familiares, es probable que tengas mucho más para agregar a esta pequeña muestra que presentamos acá, muchas más historias de abuso financiero y emocional para exponer. Si te hace bien, habla de lo que te sucedió, te ayudará a reprocesar el abuso y ayudarás a prevenir a otros. Pero mientras tanto … ¿Qué podemos hacer para protegernos y proteger a los que queremos?

• Cuando cualquier persona te pida una suma considerable de dinero y decidas prestarle, siempre pide como contra entrega un documento, como por ejemplo un pagaré. Si esta persona recurre a avergonzarte por pedir el documento, por supuestamente no confiar en él o ella, es mala señal. Si insiste en manejarte con la culpa dile claramente que es el documento o nada. No te sientas mal, una persona con buenas intenciones se ofrece a entregarte un pagaré sin que se lo tengas que pedir.

• No permitas que nadie que recién conoces se instale en tu casa, mucho menos si tienes hijos. Muchos/as psicópatas y narcisistas se enamoran súbitamente de cualquiera que se encuentre a su alrededor cuando están por ser desalojados de sus viviendas. Si te habla de amor, de pasión, de que no puede estar sin ti, pues dile que tú, como prueba de su amor, necesitas que respete tus tiempos. Si te agrede, o te juega con el remordimiento, nuevamente, es mala señal.

• NUNCA, NUNCA, NUNCA, firmes papeles sin terminar de entender todo el texto, incluso lo que está en letra pequeña. Si tienes dudas, consulta a un amigo abogado, o paga el servicio de uno. No importa si es tu misma madre la que te pide que lo hagas. NO FIRMES NADA QUE NO COMPRENDAS A FONDO.

• No des extensiones de tu tarjeta de crédito a tu nueva pareja, si lo haces, acuerda con el banco emisor un tope de gastos para las mismas.

• No permitas que maneje las claves bancarias o de seguridad social, si te olvidas con facilidad de las contraseñas y los usuarios, puedes bajarte alguno de los programas para gestión de claves que ofrecen las empresas de seguridad informática.

• No dejes a mano tu documentación o la de tu familia; pasaportes, títulos de propiedad, testamentos. No importa lo mucho que ames a esta nueva persona, toda esa documentación debería estar en un lugar secreto o, mejor aún, en una caja de seguridad.

• Cuando te encuentras en las primeras etapas de una relación con un psicópata o narcisista, tratará de saber todo sobre ti, pero no es el interés auténtico del enamoramiento, está estudiando tus puntos débiles, tus emociones, tu pasado, tus ingresos, los bienes de tu familia, etc. Aunque creas que es bueno mostrar todo de ti, puedes estar dando armas a alguien que las va a usar en tu contra.

• Si sospechas que tu pareja está en negocios turbios, aléjate, aléjate ya, pero no olvides de llevar contigo todo lo que puedas recolectar como evidencia en caso de que tú puedas quedar salpicada/o si luego tus sospechas se confirman.

• No eres malo/a si no quieres hacer algo que te da mala espina, expresa tu negativa, dile que tienes motivos personales para no comprar determinado bien, o para no salir de garante. Si te recrimina, te da el tratamiento del silencio, o te castiga triangulándote, nuevamente es una muy mala señal.

• Si piensas en contraer matrimonio, aun cuando a todos en tu entorno les parece una locura (generalmente psicópatas y narcisistas logran que des el “sí” con rapidez para que no tengas tiempo para dudar), te pedimos que te hagas asesorar, en algunos países los contratos pre nupciales son legales, como también ciertos documentos en los que queda asentado con qué patrimonio entran los miembro de la pareja al matrimonio. ¿Te suena frío? No lo es, hemos visto demasiado como para asegurarte que es una medida necesaria.

Lamentablemente, muchos de nosotros aprendimos esto LUEGO de ser embaucados, no es sencillo detectar estos manejos con el dinero ajeno cuando estamos en la etapa de la idealización. No obstante, tenemos que hacer conocer esto que aprendimos, tal vez logremos que otras personas vean las alarmas antes de caer en una trampa. Y para concluir, no te tortures pensando en cómo pudiste confiar, en cómo arriesgaste tu pequeño (o abultado) ahorro, son maestros del engaño y corren con la ventaja del desconocimiento social, y de la indiferencia de los grandes medios, pero de este tema, del pacto de silencio a nivel mediático hablaremos en la próxima entrada. Mientras tanto, dedícate a sanar, a cuidarte y a fortalecerte. Y no lo olvides, hagamos que se sepa.

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¿Mejoran narcisistas y psicópatas a medida que envejecen?

Mi publicación (7)

Muchas personas sugieren, algunas de ellas profesionales de la salud, que la edad ayudaría a suavizar ciertas conductas abusivas en narcisistas y psicópatas. Sin embargo, quienes investigan los trastornos de la personalidad del tipo B creen que el hecho de que psicópatas integrados o narcisistas no cometan tantos delitos a medida que envejecen no sucede porque haya existido un cambio en los rasgos subyacentes de insensibilidad y egocentrismo (Boudreaux et al., 2019), sino que han aprendido a no meterse en problemas con la ley y, obviamente, ya no tienen la energía de la juventud. Hemos leído varios libros y estudios sobre este tema como también escuchado muchos testimonios y todo parece indicar que los rasgos abusivos de psicópatas y narcisistas tienden a acentuarse con la edad. Podríamos marcar dos etapas distintivas en este proceso de envejecimiento que no necesariamente se cumplen en todos los casos, pero que son bastante comunes.

Mientras son jóvenes, nada los detiene, es mucho más sencillo cautivar a hombres y mujeres con el encanto propio de los veinte o de los treinta, incluso de los cuarenta. Pero cuando pisan los 50, están cada vez más desesperados por obtener atención, adulación y parejas sexuales. Comienzan a notar que, si bien todavía no son ancianos, ya no tienen el magnetismo que tenían un par de décadas atrás. Es entonces cuando querrán demostrar que son jóvenes y modernos, descartarán a sus parejas de años, (si fuiste descartada/o en estas circunstancias, considera esto como una bendición, porque llega una de las etapas más abusivas en la vida de estas personas) se involucrarán en actividades que ellos consideran los hacen parecer más jóvenes como ir a fiestas electrónicas, hacer deportes extremos, lucirse en vehículos muy caros, abusar de nuevas sustancias de moda, y consumir mucho más alcohol de lo que ya consumían. Buscarán mujeres (u hombres) casi adolescentes a los que, de una manera u otra, pagarán, porque ya no atraen con tanta facilidad a gente joven, sus compañías ahora son muchas veces narcisistas o psicópatas como ellos que quieren obtener algo de esa relación. Es también la etapa en la que su obsesión por la imagen se amplificará y recurrirán a todo tipo de tratamientos y cirugías para lucir siempre juveniles, cual Dorian Gray, el personaje narcisista que maravillosamente describió Oscar Wilde. Si tú todavía estás con una pareja narcisista, esta es la coyuntura ideal para huir, ya que en su afán por luchar contra el paso del tiempo dilapidará el dinero propio y ajeno. Muchas familias, que ya venían muy golpeadas por la conducta abusiva de esa persona, pierden además los pocos ahorros que tenían, e incluso la casa. Ten cuidado.

Asimismo, con la edad se tornan más tramposos y mentirosos, han perfeccionado sus mentiras, tú ya sabes, el diablo sabe más por viejo que por diablo, dice el dicho, y nunca mejor empleado. Se aburren con más rapidez de sus nuevos suministros debido a la desesperación relacionada con la idea de que el tiempo se acaba, dando como resultado una triangulación constante de sus parejas para garantizar un suministro variado. Han logrado estrategias más efectivas para que las personas que los rodean empiecen a dudar de la realidad y de sí mismos; son más propensos a la ira debido a la frustración que les produce el envejecimiento, les cuesta sostener la máscara, especialmente frente a la familia. La promiscuidad también se acentúa, necesitan probarse todo el tiempo, las orgías se vuelven moneda corriente, esto trae como consecuencia que sus parejas estables terminen contrayendo enfermedades de transmisión sexual al no tomar medidas precautorias creyendo que están con una persona monógama. Es también un hecho que quieren tener sexo con personas cada vez más jóvenes; entonces no es de extrañar que cometan delitos relacionados a la edad de consentimiento de sus parejas que antes se cuidaban de no hacer, no porque no desearan transgredir ese límite con los menores de edad, sino porque todavía no estaban tan desesperados como para arriesgarse a ser condenados por estupro.

Luego de esta etapa en la que dañan sin pausa, hacia los 65 años, efectivamente comienzan a ver que el mundo se les escapa. ¿Y sabes por qué? Es simple, todos envejecemos, pero quienes con los años ganaron además de algunas arrugas, sabiduría, amistades y autoconocimiento, siguen atrayendo a gente de todas las edades porque son fuente de inspiración para las nuevas generaciones. Psicópatas y narcisistas, en cambio, han ganado enemigos, y aún aquellos familiares que todavía sienten pena por ellos, ya no quieren estar cerca; es entonces cuando van a ODIAR, en el sentido más estricto de la palabra, a toda aquella persona que obtenga atención. Odiarán a sus ex parejas de su misma edad porque están rodeadas de amor y actividades satisfactorias; odiarán a sus nuevas parejas porque tienen la frescura que ellos ya no tienen; odiaran a aquellos que ingresan a trabajar con ellos al punto de querer destruirlos haciéndose pasar por sus mentores, pero saboteando cualquier idea innovadora; odiaran a sus hijos e hijas porque son bellos, jóvenes, y porque ya no se dejan manipular tan fácilmente. La falta de empatía por su familia se hace evidente a medida que sus hijos crecen. Y es bastante habitual que cuando el cónyuge y los hijos de su relación actual ya no les proporcionen un suministro narcisista confiable, simplemente se trasladen a otra fuente para obtenerlo; abandonarán abruptamente a la vieja familia y comenzarán a formar una nueva. Los niños son, lamentablemente, una fuente crucial de suministro narcisista porque cuando son muy pequeños no tienen forma de darse cuenta de que, quienes deberían cuidarles, están abusando de ellos.

Asimismo, a medida que envejecen, recurren cada vez más al victimismo, es la última carta que les queda para que hijos y/o familiares se hagan cargo de prestarles dinero, ese que no saben retener con sus vidas de excesos, les ayuden con exámenes médicos, les hagan compañía. Si son psicópatas de alto funcionamiento y han llegado a amasar una fortuna con mínimo esfuerzo, recuerda que siempre ponen a trabajar a otros por ellos, castigarán y manipularán a sus hijos amenazándoles con dejarlos en la calle si no hacen lo que ellos desean.

Para resumir, su naturaleza depredadora, su pensamiento megalomaníaco, su necesidad de atención constante, su desesperación por el sexo, sus humillaciones, sus cambios de humor, su obsesión por las apariencias, y su creencia de que son el centro del universo empeoran con los años junto con su habilidad magistral para salirse con la suya mintiendo, engañando y triangulando a todos. No mejoran, no se suavizan: no te quedes a esperar un cambio, es momento de elegir el contacto cero. Y si por algún motivo, por ejemplo, eres su hija o hijo y todavía tienes algo de contacto con tu padre o madre abusivo/a te recomendamos leer el libro de la Doctora en Psicología Nina Brown: “Hijos de egocéntricos: una guía para manejarse con padres y abuelos difíciles y narcisistas” (por el momento solo en inglés) que te ayudará a despegarte de ellos para que no te dañen nunca más aplicando un contacto mínimo con reacción cero.

Referencias

Boudreaux, M. J., South, S. C., & Oltmanns, T. F. (2019). Symptom-level analysis of DSM–IV/DSM–5 personality pathology in later life.

Brown, Nina. Children of the Aging Self-Absorbed: A Guide to Coping with Difficult, Narcissistic Parents and Grandparents

Foto: El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde.

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