Un ex o colega podría estar espiándote sin que te des cuenta. Defiéndete.

Es muy común que algún ex con perfil psicópata o narcisista te esté espiando o acosando en las redes, en especial si tú lo dejaste, no solo eso, si tu ex sabe algo de informática, tú puedes no tener noticias de su vida pero te puede estar rastreando en forma remota. También es bastante habitual que las empresas, a pesar de que no todas las legislaciones lo permitan, utilicen programas que tienen acceso a tu celular y ordenador privados porque los utilizas con las cuentas de la empresa, y si el problema con el/la psicópata o narcisista lo tuviste en el trabajo, es probable que te estén monitoreando. Acá tienes información básica para defenderte. Comencemos por identificar el acoso cibernético entre personas adultas, el grooming a niños y adolescentes, por su complejidad, quedará para una nota futura.

Acoso cibernético básico

• Crea perfiles falsos en las redes con los que te pide amistad. Estos perfiles no tienen foto y si la tienen es un avatar, no hay amigos o publicaciones. Bloquea.
• Duplica perfiles de tus amigos y te pide amistad. Esto lo hacen bajando fotos de tus amistades y creando un perfil idéntico. Rechaza su invitación, alerta a tu amigo y si realmente no es un nuevo perfil de tu contacto denuncien en la plataforma correspondiente.
• Te escribe desde cuentas de corroe nuevas o de nuevos número de teléfono. No abras los correos, ni los adjuntos, ni los videos, pueden traer malware espía. Lo que nos lleva a ataques de elite.


Acoso cibernético sofisticado


Si tu teléfono, tableta o portátil consumen mucha más batería o datos que de costumbre, y además, procesan y ejecutan lentamente, o tienes fallas recurrentes en el antivirus, puede que tengas un malware espía, un programa que puede saber dónde estás, ver tus fotos y videos, acceder a tus contraseñas y leer tus mensajes entre otras cosas. Tú pensarás que esto es demasiado difícil de hacer, que solo lo usan las grandes empresas y los gobiernos. Pues no, es muy sencillo, algunas de las maneras en que pueden instalar ese software malicioso en tu ordenador o móvil son:


En forma manual:
• si dejaste tu dispositivo sin bloqueo de pantalla o contraseña y te ausentaste dos minutos pudo haberlo bajado con extrema rapidez, estos programas se consiguen en la web.

En forma remota
• Te compartieron una aplicación o software que parece legal y lo descargaste
• Abriste un enlace de un correo electrónico
• Te enviaron un video de gatitos y lo abriste
En cualquiera de estos casos no vas a recibir ninguna alerta de que se descargó ese malware, y sin que te des cuenta, esa persona está accediendo a todo lo que haces en el teléfono.


¿Qué hacer si sospechas que puedes tener un programa espía en tu teléfono u ordenador?


Lo mejor sería que consultes a un especialista o uses un programa de detección y eliminación de spyware. En los dispositivos que usan Windows a veces se pueden identificar estos programas a través del administrador de tareas, pero esos archivos suelen venir bien camuflados. Algo similar ocurre en Apple. Además, aun cuando logres identificar y desinstalar este programa, muchos malware tienen una capacidad de reinstalarse cada vez que te conectas a internet. Es por eso que te recomendamos consultar con especialistas.

Recursos legales para frenar el acecho y el acoso


Si solo intentó contactarte un par de veces con un nuevo perfil en las redes, lo mejor es que sigas con el contacto cero sin iniciar acciones legales preventivas, sería perder el tiempo. Por el contrario, si desde perfiles falsos o reales te calumnia, no cesa en querer contactarse contigo a través de todas las redes, llaman a tu teléfono desde números desconocidos, o un especialista encuentra programas espía, junta toda esta evidencia y denuncia en una fiscalía porque es una muy mala señal, esto va a seguir en aumento. En varios países hay ordenes de restricción cibernética, eso sería una primera medida. Asimismo, si te calumnia o si usa las fotos que te robó en tu contra, no dudes en iniciar acciones penales contra esa persona, puedes recurrir a servicios gratuitos en la mayoría de los países de Iberoamérica.

Finalmente, no descartes pedir una restauración de fábrica del dispositivo si todavía sospechas que pudieron quedar restos de programas maliciosos, o cambiar de dispositivo, número de teléfono y de cuentas de correo. A partir de este nuevo comienzo, recuerda proteger los dispositivos con contraseñas, no usar tus cuentas personales en dispositivos del trabajo y viceversa, no abrir correos desconocidos, no bajar software que no sea de un lugar seguro, y no mirar videos de mascotas o bebes, por más bonitos que sean, enviados por contactos a los que no conoces demasiado.


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¿Cómo desenmascarar a psicópatas y narcisistas?

Mi publicación (8)

¿Cómo puede ser que nadie vea detrás de la máscara que llevan?

Esta es la pregunta del millón, una pregunta que todos los sobrevivientes nos hacemos porque no podemos creer que muy pocos vean el monstruo que hay detrás de esa fachada, y lo que es peor que sigan abusando como si nada. ¿Cómo hacen para que sus pantallas no tengan fisuras?

En general las tienen, el problema radica en que cuando alguien las detecta se convence de que se está equivocando porque todo el mundo admira a esa persona, es decir, cede al pensamiento de grupo, ni siquiera menciona sus reparos, porque tiene temor a ser marginado. No obstante, si lo hiciese, es probable que otros también se abran y confíen sus dudas. Pero el miedo puede más, y es así es como el silencio perpetúa esa imagen maravillosa que se inventaron.

¿Cómo construyen una máscara social tan efectiva?

Primero que nada, la mentira y el camaleonismo. Siempre le dicen a cada persona lo que quiere oír. ¿A ti te gusta el jazz? Te dirá que ama a Miles Davis; ¿su jefe detesta el arte impresionista?, le dirá que Monet está sobrevaluado; ¿su vecino es anarquista?, sacará a relucir alguna frase de Proudhon. Así, dándole a cada uno lo que prefiere, y agregándole a esto su locuacidad y su facilidad para mentir, tenemos el combo perfecto para moverse entre personas de su entorno. Pero algunos van por más, quieren llegar a ser figuras públicas, y pisarán a quien sea para lograrlo, pero para comprar silencios cuando la máscara se les corra -porque siempre se les corre, -se enrolarán en causas que les importa un pimiento para ganar respeto y visibilidad. Es así como encontrarás psicópatas defendiendo el vegetarianismo, encabezando marchas por los derechos de género, o donando dinero a hogares de ancianos. No, no lo hacen porque están convencidos, abrazarán cualquier causa que sea tenida en alta estima social para sacar réditos de eso. Todos los días escuchamos a gente que nos dice: “¿cómo puedes decir que él es un abusador si lucha por los derechos de género a al par de nuestras hermanas? Seguramente, esas chicas deben de estar inventando una causa para desacreditarlo” o también: “esa actriz no puede ser tan maltratadora y despiadada con sus colegas como dicen, no come carne y no usa cuero”. El público no puede pensar que ese personaje público pueda ser sólo eso, un personaje hecho a medida. El caso más terrible y emblemático de fachada infranqueable fue Jimmy Savile en el Reino Unido.

Jimmy Savile fue un presentador y DJ que condujo por décadas uno de los programas con más audiencia del Reino Unido. Todos sus fans querían una foto con él, fue condecorado por la Reina y recibió premios de todo tipo. Donaba cientos de miles de libras a hospitales y hogares de niños; los visitaba, se involucraba con ellos, les regalaba juguetes. Sin embargo, muchos niños y jóvenes comenzaron a denunciar que habían sido abusados cuando quedaron a solas con Jimmy. Nadie les prestó atención, alegaron que estas personas estarían tratando de extorsionar al presentador, al punto de que la BBC desestimó los rumores. A fines de los 70, en medio de crecientes evidencias, el líder de la banda Sex Pistols, Johnny Rotten, denunció públicamente a Savile en televisión. Recibió todo tipo de amenazas y repudio, la opinión pública consideraba que su aspecto punk y sus letras contestatarias lo hacían poco creíble, quien seguramente mentía era ese músico de aspecto desprolijo, por el contrario, Jimmy Savile tendría que ser la víctima, un señor decente y generoso que estaba siendo difamado. Los años pasaron y Savile murió. Tras su muerte, más de 1000 personas lo denunciaron por abuso sexual, los abusos se habían dado tras bambalinas en la BBC, en los hospitales, en los hogares, Savile había abusado de niñas y niños de todas las edades durante 50 años. ¡Fue una tremenda bofetada general! Se le retiraron todos los honores y condecoraciones, el público finalmente tuvo que admitir que las acusaciones habían sido ciertas, pero ya era tarde: Savile hizo lo que quiso durante toda su vida sin freno, se burló de todos y dejó miles de víctimas sin justicia.

¿Se los puede desenmascarar?

Sí, si no nos callamos, si nos atrevemos a hablar, podremos desenmascararlos. Psicópatas y narcisistas siempre dejan rastros de su accionar, se pisan en sus mentiras, tenemos eso a nuestro favor. Pero el silencio los favorece; como ves, Savile tuvo muchos cómplices que hicieron oídos sordos, y una sociedad que no conocía la existencia de este tipo de desórdenes de personalidad. Nos dirás que todavía hoy la sociedad no conoce sobre este tema. Es cierto, tenemos un camino largo por recorrer, pero la problemática del abuso psicopático y narcisista ya está mucho más instalada en los medios que hace diez años y va a seguir creciendo. Está en nosotros seguir divulgando.

Asimismo, es importante que, desde lo personal, documentemos cada cosa fuera de lugar o sospechosa de quien te genere desconfianza, sea tu colega, pareja o familiar. Guarda sus audios, correos y mensajes; no esperes a que las cosas pasen a mayores, habla con otras personas que puedan estar sintiendo lo mismo, es probable que ellas también tengan dudas. Y si estamos en la otra vereda, si somos nosotros quienes recibimos inquietudes o denuncias contra alguien que conocemos, no descartemos una investigación ni la obstaculicemos. Mantengámonos informados sobre los organismos oficiales, las fiscalías, los juzgados y las ONGs que ayudan a las víctimas de violencia doméstica, empresarial, familiar y escolar, divulguemos, trabajemos como voluntarios, en resumen, no nos quedemos con los brazos cruzados a esperar que las cosas cambien por si solas. Las máscaras, aún las mejores, no duran mucho tiempo si hay personas con los ojos abiertos y dispuestas a colaborar con la verdad.

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Las “mentiras preventivas” de psicópatas y narcisistas

mentiroso

La mentira es una de las características principales del desorden antisocial de la personalidad (psicopatía) y del narcisista de la personalidad; es decir, las personas con estos desórdenes mienten casi todo el tiempo. Pero no todas las mentiras son iguales. Algunas tienen una pequeña parte de verdad para hacerlas más creíbles. Por ejemplo, efectivamente estuvo en el despacho de su abogado, pero solo por diez minutos, no estuvo las dos horas que te aseguró, durante el resto del tiempo se vio con alguien más. Otras son mentiras que utilizan cuando los pillan en algo. Estas por lo general son elaboradas maquinaciones difíciles de contrastar con la realidad acompañadas de una puesta en escena fingiendo indignación porque “no confían en mí”. También mienten por placer, cuando ni siquiera es necesario, cuentan una historia falsa y se divierten viendo cómo los demás “son tan ingenuos como para tomarla por cierta”. Asimismo, cuando mienten sobre alguien con intención de destruir su reputación, fingen comprender el supuesto accionar de esa persona para parecer empáticos, por ejemplo, pueden decir: “Juana está descuidando el proyecto, no hace nada, todo lo estoy haciendo yo, pero pobrecita, es que tiene a su hermana enferma”, ya ves, fingiendo empatía, los colegas de Juana, no verificarán que quien no está haciendo nada por el proyecto el/la que hace correr esos rumores. Por último, mienten “preventivamente”, y estas mentiras son calculadas, letales; es por eso que nos vamos a concentrar en ellas.

Las mentiras “preventivas” son aquellas que utilizan cuando se dan cuenta que tú ya no eres un buen suministro porque sospechas, porque tienes dudas, entonces dirán cosas falsas sobre ti, para que quienes te rodean no te crean cuando expongas su conducta abusiva. ¿Por qué decimos que son letales si todas las mentiras duelen, todas las mentiras son un quiebre de relación? Por supuesto que todas las mentiras son dañinas, pero estas utilizan un sesgo cognitivo de nuestro cerebro a su favor, lo cual las convierte en difíciles de neutralizar. Un sesgo cognitivo es un error de juicio producido cuando el cerebro, que tienen que tomar decisiones todo el tiempo manejando miles de datos, a veces toma atajos, selecciona, poda la información, para poder funcionar con eficiencia, y en ese proceso, en ocasiones, se equivoca. A este sesgo cognitivo que psicópatas y narcisistas utilizan como herramientas de abuso se lo conoce como sesgo de primera impresión o de anclaje mental. Cuando nuestros cerebros reciben información por primera vez, la información que llega primero, tiende a no modificarse fácilmente, aún con evidencia en contrario. Es por eso que si tu ex pareja, cuando todavía todo parece estar bien, previene a tus amistades asegurando que: “Marita está algo paranoica, fue al psiquiatra para tratarse” o “Pablo me cela todo el tiempo, dice que le soy infiel con quien se cruce en mi camino, pero yo creo que esto lo hace porque su madre era una controladora”, lo que están haciendo es condicionando a los cerebros de tus amigos para que luego no te crean, porque cuando tú cuentes que sospechas que tu pareja está metido en negocios turbios pensarán que deliras, ellos no saben que en realidad habías visitado a tu psiquiatra por la ansiedad que este descubrimiento te generó; y cuando expliques que tu compañera hace tríos con otros hombres, te digan que exageras, que lo que tienes que resolver son los problemas con tu madre. Esto se ve también en casos de dominio público, es común que los perpetradores denuncien que la víctima los extorsionaba unos días antes de que la víctima lo denuncie penalmente. Con esta estrategia, por un lado, ganan tiempo, ya que los jueces y fiscales tendrán que verificar si es cierto o no que hubo extorsión, pero también influyen sobre la opinión pública porque la primera impresión siempre va a tener un peso importante.

¿Son entonces las mentiras preventivas imposibles de neutralizar? No, por supuesto que es posible revertirlas, pero costará un poco más. Por lo pronto, si todavía estás en una relación, laboral, familiar o romántica con un persona psicópata o narcisista, no esperes, debes ser tú quien advierta a los demás sobre lo que está sucediendo sin esperar a que lleguen sus mentiras preventivas. Es probable que tus amigos o colegas se nieguen a creer que esa persona “adorable” sea capaz de engañar, abusar o hacer trampas, pero te ayudará cuando luego te acuse, porque recuerda, cuando ya no les sirves de suministro, te van a ensuciar porque tienen miedo a quedar expuestos. Segundo, es necesario que nos eduquemos sobre sesgos cognitivos ya desde la escuela primaria, esto ayudará a que las personas se comuniquen y evalúen los acontecimientos de forma efectiva. Ante un caso de abuso, estaremos más preparados para no dejarnos influir por el encanto narcisista o por un primer golpe de impacto. Por último, sería conveniente que los sobrevivientes que no pudimos prevenir la calumnia, tomando los recaudos necesarios y siempre que estemos preparados para hacerlo, expongamos lo sucedido. El silencio solo es bueno para las personas abusivas.

Tú nos dirás que es inútil, que no te creerán, que ya pasó tiempo. Es probable, todos hemos tenido que soltar amigos, familiares que no pudieron salir de las mentiras de psicópatas y narcisistas, y eso fue un dolor adicional al que te dejó el abuso. Pero habrá otros que entenderán tu historia y la validarán, y contando nuestra historia, no solo nos defendemos de la difamación, sino que estamos sanando. Esto de ninguna manera quiere decir que actuemos con el impulso irreflexivo que nos deja el abuso y la traición; por el contrario, debemos hacerlo con aplomo, con asesoramiento, sin apresurarnos. Desenmascarar las mentiras de un/a narcisista o psicópata es una partida de ajedrez en la que deberás anticipar cientos de posibles movimientos de retaliación para cada movimiento que tú hagas; pero llegar a la verdad, llegar a limpiar tu nombre, llegar a obtener justicia para ti y para tus hijos, vale la pena. Recuerda la frase de Miguel de Cervantes: “La verdad adelgaza, pero no quiebra; siempre nada sobre la mentira como el aceite sobre el agua”.

ShivaShakti 2019
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Calumnias: la estrategia abusiva del final

Lograste dejar a tu pareja psicópata, irte a vivir solo alejándote de tu madre narcisista, o pedir un traslado a otra área para no soportar a tu jefe maquiavélico. ¡¡¡¡Felicitaciones!!!! Pero este primer paso absolutamente necesario para escapar del abuso y el maltrato no es gratuito. Narcisistas y psicópatas no toleran no ser el centro de atención y destrucción, no van a dejar que busques la felicidad tan fácilmente. ¿Cómo tratarán de impedirte una nueva vida? Con calumnias y difamación.

No es nuestra intención desmoralizarte sino prepararte para lo que vendrá y que te mantengas fuerte frente a la desesperación que vivirás al escuchar mentiras aberrantes en tu contra, peor aún, ver que amigos, familiares y colegas creen esas mentiras tan bien elaboradas. La última etapa del abuso narcisista y psicopático consiste precisamente en dañarte a través de la difamación deliberada, también conocida como “asesinato de personalidad”, y la vas a superar, como superaste todo lo anterior. Una vez que esta etapa ceda, serás finalmente libre, el/la psicópata se habrá aburrido, especialmente si reaccionas con inteligencia y se irá a buscar, lamentablemente, otras víctimas a las que depredar.

La difamación nunca comienza luego del alejamiento o la ruptura, comienza mucho antes, psicópatas y narcisistas van abonando el terreno de la difamación previendo que la situación pueda resquebrajarse. Cuando vea que tú ya sospechas irá plantando la semilla de la duda entre tus conocidos, cosas como: “creo que ella me es infiel” (él es quien te es infiel con cuanta persona se le cruza en su camino), “mi hijo no cuida de mí” (ella jamás cuidó de ti ni de tus hermanos); “creo que ella reveló información crucial de nuestra empresa a la competencia” (tu jefe es el que hace espionaje industrial). Estas mentiras preventivas tienen por finalidad instalar la duda sobre tu persona, luego, cuando realmente te alejes, todos pensarán que lo hiciste porque realmente eras infiel, o no te importaba tu madre, o por tu mal desempeño en la empresa. Por supuesto que el/la psicópata seguirá machacando con sus mentiras sobre ti y llorará haciéndose pasar por tu víctima por un tiempo largo. Esta estrategia le es útil doblemente: 1) a ti te lastima de la peor manera imaginable, y 2) él/ella crea una cortina de humo para que nadie vea que en realidad sigue engañando, maltratando y cometiendo delitos. Los monos voladores están demasiado entretenidos culpándote como para ver que están siendo usados como co-abusadores por el/la psicópata o narcisista.

¿Y qué se puede hacer para evitar esto?

Como primera medida, trata de no perder la calma ya que lo que quieren es que caigas en su trampa, te desesperes, y respondas con nervisosismo o agresión, lo cual les vendría de maravillas para probar la idea que instalaron de que no eres una buena persona. Esto no quiere decir que debas callar o aguantar en silencio sus calumnias, esto no haría más que envalentonar a el/la maltratador/a y a sus peones; tienes que poner límites con inteligencia. Esto nos lleva al segundo punto, explica tu situación a las personas que realmente te interese mantener en tu círculo, con claridad y en forma concisa, no los llenes de detalles o tecnicismos para que no haya malos entendidos, solo adviérteles que esa persona no es lo que parece, que es abusiva, que tiene rasgos psicopáticos y narcisistas, aclárales que entiendes que ellos puedan no creerte ahora por lo convincente que suenan sus mentiras, pero que algún día, constataran lo que tú dices con sus propios ojos, proporcionales evidencias si las tienes, especialmente cuando se trata de tu trabajo o profesión, y luego no vuelvas a hablar del tema, si repites demasiado tu historia podrías perder credibilidad, te acusarán de obsesivo/a. En tercer lugar, ten cuidado qué información revelas, cuánta y a quién; en este momento en el que esa persona te difama y triangula a todos contra todos, es probable que haya reclutado a gente que haga de informante, y estas personas pueden ser incluso tus propios familiares que cayeron seducidos por sus halagos y mentiras. No comentes demasiado a nadie, recuerda que cuando hay psicópatas de por medio, todo puede ser utilizado en tu contra. Finalmente, si la difamación y las calumnias llegan al extremo del acoso laboral o ponen en riesgo la tenencia de tus hijos, busca patrocinio legal, no esperes a que la situación se desborde, muchas dependencias estatales ofrecen abogados en forma gratuita para casos de acoso o violencia y hay también muchas ONGs que pueden ayudarte.

Aún teniendo todos estos cuidados y procediendo con cautela, debes saber que nunca se sale ileso de la mira de un/a psicópata o narcisista, siempre hay pérdidas y daños, son un tsunami de maldad. Entonces, permítete llorar por los amigos que no te crean, por los familiares que te den la espalda, por los trabajos que debas abandonar para salvarte de la violencia psicológica y/o física. Entendemos el dolor que sientes, la soledad de tu verdad; por favor no bajes los brazos. Tendrás nuevos amigos, conocerás personas que te entenderán lo que te pasa, obtendrás nuevos trabajos, llamarás familia a quien merezca ese término. Esto también pasará. Mientras tanto, hagamos correr la voz, cuantos más seamos los que identificamos este tipo de abuso, será mucho más difícil para psicópatas y narcisistas encontrar público que quiera escuchar calumnias.

ShivaShakti 2019

“Sanar del abuso encubierto”, un libro de Shannon Thomas

Finalmente, el libro de Shannon Thomas, la psicoterapeuta norteamericana especializada en relaciones con psicópatas y narcisistas, “Healing from hidden abuse” vio la luz. Es un libro ideal para aquellos que todavía descreen de que existan personas como las que habitualmente describimos aquí. Es perfecto para regalar a amigos o familiares que no terminan de entender lo que les explicas sobre lo que viviste. La autora, ya desde el título, nos habla de gente tóxica. Solo hacia la tercera parte de la obra, cuando describe los comportamientos abusivos y malintencionados de estos maestros del engaño, comienza a utilizar los términos psicópatas, sociópatas y narcisistas. Ella aclara que hay distintos nombres más técnicos detrás de ellos pero que básicamente hablan de lo mismo y a efectos de ayudar a las víctimas prefiere englobar las patologías de esa forma más didáctica pero igual de precisa. Va desgranando muy lentamente la forma en que operan para que nadie deje el libro a las primeras páginas “asustado” por palabra a las que asocian a lunáticos. Ella se encarga de demostrar que no son locos de película sino lobos disfrazados de corderos a los que hay que desenmascarar y alejar de nuestras vidas.

Abarca casos de relaciones románticas, laborales, familiares y religiosas. Ella proviene de una comunidad cristiana y ha tratado con éxito a muchas personas que fueron el blanco de pastores o altos miembros de alguna iglesia o templo. Es interesante ver, cuando llega al punto en donde explica lo que es un mono volador/co-abusador/facilitador (flying monkeys), como Thomas afirma que el mismísimo Dios puede ser usado como mono volador contra una víctima o chivo expiatorio dentro de la dinámica perversa de un psicópata. “Dios quiere que te sometas a lo que te digo, Dios va a hacer que toda la comunidad te dé la espalda si sigues cuestionando mis directivas que están inspiradas en la palabra de Dios”. Además de lo que significa monos voladores, Thomas también explica con excelentes ejemplos muchos de los términos que usamos los sobrevivientes, tales como gaslighting, campañas de difamación, bombardeo amoroso, triangulación, etc.

Es interesante como maneja el tema del “Contacto Cero” y el “Contacto Mínimo”. Si bien ella apoya de forma contundente el “Contacto Cero”, considera que por ciertas situaciones personales una persona pueda preferir “contacto mínimo” en vez de “contacto cero”, sobre todo cuando son nuestros progenitores o hijos los sociópatas. Brinda entonces una serie de estrategias para manejarse con ellos de una forma desafectada y cauta, pero advierte que, si esto no funciona, y a pesar del famoso “honrarás a tu padre y a tu madre”, habrá que optar por el contacto cero para que no destruyan nuestras vidas.

Con respecto al origen de la psicopatía y el narcisismo ella se inclina por traumas tempranos que los lleva a preferir este tipo de comportamiento más que a una explicación biológica o genética. Sin embargo, y al igual que sus otros colegas que afirman que el origen es fisiológico, insiste en que ellos son absolutamente conscientes de lo que hacen y que son intratables porque NO quieren cambiar “su condición de seres superiores al resto”.  Es decir, según Thomas, tienen libre albedrio y su elección es dañar a los demás.

Thomas describe 6 etapas de recuperación: la desesperación absoluta, la educación en el tema, el despertar a la realidad, los nuevos límites, la restauración de nuestra identidad y el mantenimiento. Consideramos que la división en etapas es algo menos completa que las cinco descriptas en el libro PsychopathFree, sin embargo, la de Thomas es muy útil porque al final del libro utiliza a estas seis etapas para armar un diario de reflexión personal con preguntas guiadas para que el lector pueda llevar a la práctica los conceptos del libro y controlar la evolución de su sanación.

Hay una sola cosa que la autora omitió y es el tema del sexo como arma de control, como adicción inducida. Esto nos parece que deja al libro sin una información crucial para el sobreviviente porque, como sabemos, la dependencia bioquímica y el lavado de cerebro que sufren las parejas de personas tóxicas se consolida a través del sexo. Sin esta conciencia, a cualquier sobreviviente se le hará mucho más difícil mantener el contacto cero. No encontrarás nada sobre cómo desprogramar tu cabeza producto de los cambios hormonales y de neurotransmisores en este libro, si lo necesitas tendrás que recurrir a autores como Piñuel o Stout.

Resumiendo, creemos que es un libro maravilloso como introducción general ya que cubre todos los ámbitos en los que una persona puede ser abordada y abusada por un psicópata o narcisista. Brinda descripciones claras para reconocer lo que es abuso y lo que no; ayuda a poner límites y a no volver a pasar por lo mismo. Asimismo, deja instrucciones claras para los familiares de aquellos en proceso de recuperación para que se instruyan y realmente colaboren con el mismo. Por el momento, está disponible en inglés. Les dejamos algunas citas

a“Dentro de cada comunidad, las personas tóxicas se encuentran escondidos en las familias, parejas, empresas y lugares de culto. La naturaleza críptica de abuso psicológico consiste en juegos mentales repetitivos jugados por un individuo o un grupo de personas en contra de otra. El abuso psicológico rara vez deja moretones. No siempre hay huesos rotos o agujeros en las paredes. Las contusiones, el quebrantamiento y las heridas están matando a la víctima por dentro”

“La persona que nos hizo creer que era el puerto seguro de nuestra vida, nos está tratando de ahogar en silencio … con frecuencia, el homicidio emocional sucede, mientras que otras personas de nuestro entorno comentan que gran chico o chica es quien nos abusa y qué suerte tenemos de estar con él/ella … lo que se ve detrás de puertas cerradas es radicalmente diferente a la figura pública que él o ella vende al mundo.”

“Los abusadores psicológicos dañan a otros, no por alteraciones en el juicio, sino porque disfrutan el control que obtienen de las personas que abusan”

“Los abusadores psicológicos juegan juegos con sus blancos, y saben exactamente lo que están haciendo.”

Psicópatas y narcisistas 101

Hoy queremos hacer un breve resumen sobre abuso narcisista y psicopático. Hace tres años que comenzamos el blog y creemos que es necesario hacerlo. Ya casi llegamos a un millón de visitas entre las dos plataformas y no damos abasto siquiera a contestar comentarios. Estamos realmente desbordadas. Seguiremos recopilando y traduciendo información pero con una frecuencia algo menor. Afortunadamente el tema se replica y comienzan a aparecer otros blogs en diversos idiomas sobre el tema. Creemos que nuestros objetivos se han cumplido en gran medida pero seguiremos hasta que este tema esté instalado socialmente. Aquí les dejamos los puntos básicos que hay que entender para librarse de cualquier tipo de relación con un psicópata.
La psicopatía (o trastorno antisocial) y los narcisistas malignos son desordenes de personalidad tipo B. A menudo se los suele llamar sociópatas para agruparlos aunque tienen algunas diferencias que, en términos del daño que causan, son irrelevantes para discutir aquí, nos enfocaremos en lo que tienen en común. Los psicópatas y narcisistas son personas que no sienten amor, no les importa la suerte de los demás que son a sus ojos meros objetos a ser utilizados, experimentan emociones muy primitivas que se encuentran controladas por las zonas más antiguas (evolutivamente hablando) del cerebro. Mienten todo el tiempo pero no son lo que popularmente se conoce como mitómanos, quienes viven en un mundo de fantasía y autoengaño pero no desean manipular a los otros con sus fabulaciones, sino que explícitamente lo hacen para controlar y burlarse de sus víctimas. Tienen tendencias sádicas, de una forma u otra, abiertamente o solapadamente, ya que gozan con el dolor de los demás, se sienten poderosos cuando los demás reaccionan a su abuso o provocaciones. Suelen tener un apetito sexual desbordado (no porque sean adictos al sexo como ocurre cuando alguien trata de adormecer problemas emocionales no resueltos) sino que el sexo es su forma de controlar a los demás y de obtener algo de emoción en una estructura psíquica vacía. Son un gran agujero de nada y solo los riesgos, las conductas abusivas y el sexo perverso les da algo de “vida”. Sin embargo, las estructuras cerebrales que controlan la ejecución de nuestro accionar, y aquella que comprenden lo que es bueno y lo que es malo, lo que causa alegría o dolor, están perfectamente intactas por lo que tanto psicópatas y narcisistas eligen comportarse de esa manera y son imputables por sus acciones en todos los sistemas legales del mundo. No tienen excusa.
El accionar del psicópata o del narcisista comienza con un proceso de idealización y seducción de la persona elegida para servir sus propósitos que pueden ser de los más variados: otra/o amante, apropiarse del proyecto de un colega para ascender, convencer a un familiar de hacerle la vida imposible a otro. Durante semanas te convertirás en la persona más importante en sus vidas, exagerará tus virtudes, te llamará y enviará mensajes todo el tiempo aun cuando la relación no sea de índole romántica (en el trabajo es muy común que finjan que tú les resultas un modelo a seguir y necesitan tu consejo). Ese bombardeo no es más que una estrategia para forzar a tu cerebro a su presencia y su validación, te acostumbras de a poco a que tu vida gire en torno a sus atenciones. Asimismo, es probable que utilicen falsas historias de abuso o maltrato en su infancia para darte pena y para que sientas que si te honra contándote cosas de tu pasado, tú deberías hacer lo mismo. Te abres entonces sin reparos, confías en ellos y esta información que le brindas de tus vulnerabilidades será utilizada en tu contra: con esos datos sabrá como manipularte en la etapa siguiente (erosión de identidad) y para destruirte cuando no te necesite más en su vida.
Una vez que el bombardeo de atención logró que tú confíes plenamente en el/ella tratará sutilmente de quebrar tus límites: en una relación amorosa tratará de que pruebes conductas sexuales o substancias que nunca quisiste, en el trabajo te pedirá que le brindes información que solo tú deberías manejar, en la familia te convencerá de que te alejes de alguien, etc. Si no accedes a algunos de sus pedidos te acusará de no confiar en el/ella y te hará sentir culpable. También, cuando se dé cuenta de que comienzas a sospechar, volverá a idealizarte (su aceptación se vuelve una especie de droga para ti ya que calma la ansiedad que ellos mismos causan en tu mente y en tu cuerpo, puedes ver más sobre los cambios bioquímicos que ellos provocan en este blog). Otras de sus estrategias es pedirte que mires a sus ojos para que compruebes que es sincero/a. Como mienten sin transpirar ni desviar la mirada, tú les crees y te reprochas por haber desconfiado. Recuerda también que muchos animales usan la mirada y la imitación de movimientos en espejo para “hipnotizar” a sus víctimas antes de lanzarse sobre ellas, por ejemplo ciertas serpientes hacen que las aves queden inmóviles, incapaces de volar para devorarlas. Pero no te inquietes, una vez que entiendes la mecánica del sociópata, no hay mirada que pueda contigo, es más, te dará risa, pero mientras no eres consciente de su manipulación, sus mentiras y su imitación en espejo no sabrás cómo es que hace para que su mirada te deje “tranquila/o” cuando ciertamente no deberías estarlo.
A partir de acá comenzará a utilizar tres técnicas favoritas de tortura y esclavitud emocional: triangulación, devaluación y gaslighting. La triangulación consta en utilizar a una tercera persona (real o imaginaria) para desestabilizarte. Esto puede ser desde convencerte de que tus amigos o familiares están en tu contra, compararte con otras personas, darte celos a propósito para negártelo descaradamente luego, decirte que si tú no le ayudas profesionalmente pedirá ayuda a la competencia, etc. La idea es que tú te esfuerces cada vez más para que él/ella vea tu valor como ser humano o profesional, creyendo que así dejará de triangularte. De más está decir, que no lo hará. La devaluación es otra forma de abuso y consiste en hacerte comentarios humillantes o descalificadores por lo bajo (rara vez lo hacen en público ya que necesitan que nadie te crea cuando expongas su maltrato). Los ejemplos son infinitos, puede dejarte entrever que eres mala/o cuidando a tus hijos “siempre te descuidas y es por eso que se ha caído y lastimado” o que eres mal hijo “tu hermana realmente se ocupa de mi y no tiene delirios de ser un universitario de renombre” o que te ves mal “estás más gordo/a y además traes canas, deberías cuidarte más, te lo digo por tu bien”. Por favor recuerda que nunca te dicen nada por tu bien sino por tu mal. Por último, la estrategia del gaslighting consiste en hacerte dudar de tu cordura (si quieres saber de dónde proviene el término puedes ver la entrada específica en este mismo blog): te dejan un mensaje de texto que no parece dirigido a ti ya que trata de cosas intimas pero de las que nunca hablaron y luego te dice que era para ti, que imaginas cosas; comenta cosas inapropiadas en las redes sociales a otras personas para luego borrarlas; te esconde documentos importantes que aparecen en otro lado; el dinero de la casa comienza a ser cada vez menos y te asegura que eres tú quien se olvida de las cifras.
Con estas tres formas de abuso ya tienen suficiente como para mantenerte en estado constante de duda y angustia. Esto no quiere decir que no puedan usar otro tipo de técnicas de sometimiento como amenazas veladas “no comentes lo que te he dicho a recursos humanos o se enojará con los dos” “mi exmujer era tan histérica que una vez le retorcí brazo, hoy estoy arrepentido, por suerte tú no eres igual” o agresión física en cualquiera de sus expresiones pero sí que estas son las “básicas” de su repertorio. Alternará entonces entre ciclos de idealización y abuso indefinidamente para causarte disonancia cognitiva, es decir que no sepas cual de sus dos caras es la verdadera, si la abusiva o la “gentil”. No hay dos caras, hay una persona que deliberadamente te usa, te maltrata y para colmo te acusa de su abuso. Si por algún motivo quiere descartarte con rapidez estos ciclos de abuso se acortarán o prácticamente pasarán de la idealización a mostrar su cara siniestra en un segundo. Si solo quiso tenerte como suministro sexual pues prepárate a conocer cuán crueles pueden ser (puedes ver más sobre el descarte rápido en la entrada de “abuso express” de este blog). Si te sucede esto último, no pienses que no te quiso en su vida por más tiempo, piensa que es una bendición porque los psicópatas y narcisistas mantienen en su vida por más tiempo a aquellas personas que son más dóciles y que les sirven de pantalla para esconder sus vidas de perversión frente a sus grupos de conocidos. Esas personas que convivieron con estos vampiros por veinte y treinta años van a tener secuelas mucho más graves que las tuyas, y ya sabemos que aun cuando tu relación haya sido de dos meses puede dejarte con estrés postraumático. Imagina entonces el infierno del que te has salvado.
Cuando finalmente la relación termina, ya sea por medio de su descarte cruel e indiferente o porque tú te has dado cuenta que esa persona te enferma, prepárate para dos cosas: por un lado, vivirás en una montaña rusa de dolor, dudas, pensamientos recurrentes y molestos, ganas de contactarle, necesidad imperiosa de reparación y justicia, deseos de exponer su doble vida y su abuso, problemas de salud y demás. El/la psicópata te dejó vacío/a y tienes la sensación que estás en ruinas. Por otro lado, ellos necesitan seguir consiguiendo nuevos incautos a los que rapiñar por lo que es necesario que nadie sospeche de sus dobles vidas. A ese fin triangularán a tus viejos amigos, familiares y colegas en tu contra. Mentirá descaradamente, dirá que tú eras la persona maltratadora y perversa, intentará sacarte a tus hijos por el puro placer de golpearte en donde más duele ya que ellos no aman ni siquiera a sus hijos. Ambas etapas coinciden por lo que se hace difícil plantear estrategias legales de defensa frente a sus calumnias y ataques cuando estás sufriendo depresión o enfermedades producto del estrés. Pide ayuda, no dejes que terminen de destruir lo sano que tienes en tu vida. Asesórate con psicólogos o psiquiatras que sepan de abuso narcisista y de estrés postraumático, ya que de lo contrario, los terapeutas no entrenados, también son captados por la seducción del psicópata y tienden a tachar a la victima de masoquista o histérica. Cambia de terapeuta, no necesitas a alguien que en vez de ayudarte se quede tranquilo poniéndote etiquetas, eso es incompetencia profesional. Busca también abogados, contadores y asistentes sociales que puedan protegerte legal y financieramente. Finalmente, durante toda esta etapa tan convulsionada mantén contacto cero, y si no pudieras ya que tienes niños, mantén contacto mínimo y utiliza la técnica de piedra gris para no caer en sus provocaciones ya que lo que quieren es que reacciones para usar tu angustia en tribunales o dentro de la empresa. El contacto cero es la herramienta más importante para sanar, no la subestimes.
La recuperación es un proceso largo y no es igual en todos los casos. Alternarás entre depresión y rabia. Es común también tener ataques de pánico o sufrir de un entumecimiento de los sentidos. Hay distintas terapias tanto médicas, psicológicas o físicas que pueden ayudar: terapia cognitivo-conductual, análisis (siempre y cuando el terapeuta sepa respetar los tiempos del paciente ya que verbalizar muy rápido cosas muy abusivas como por ejemplo prácticas sexuales forzadas pueden agravar el estrés postraumático), EMDR (terapia que se utiliza específicamente para el estrés postraumático), terapia de arte, yoga, tapping (parecida a EMDR y que funciona muy bien para víctimas de abuso prolongado como así también para sobrevivientes de catástrofes y guerras), terapia con animales, ciertos medicamentos por corto tiempo siempre supervisado por médicos especialistas, grupos de autoayuda, leer libros serios sobre psicopatía, escribir o hacer activismo sobre el tema como así también mindfulness, técnica que ancla a los sobrevivientes en el presente, cosa muy necesaria ya que el abuso vuelve a la memoria una y otra vez a pesar de que la persona intente desesperadamente “soltar” su pasado. Esto es producto de que el/la psicópata reprogramó el cableado cerebral de su víctima con sus técnicas de manipulación y lavado de cerebro. Si se observan las resonancias magnéticas cerebrales de un sobreviviente podrás ver que el abuso deja huellas visibles en varias áreas de la corteza y la amígdala. Pero ten esperanzas, eso es reversible. Si usas una combinación de estas terapias volverás a un estado emocional y fisiológico saludable.
Por último, es común que los sobrevivientes que lograron trabajar adecuadamente su encuentro con un/a sociópata detecten a estas personas con una rapidez extraordinaria. Muchos se inquietan por esta extraña habilidad, piensan que tal vez exageran luego de semejante experiencia. Es un hecho científico que si sumamos los casos narcisismo y psicopatía nos da como resultado que el 4% de la población mundial es sociópata, es decir que 1 de cada 25 personas tiene estas características nefastas. No estás imaginando, la realidad es que antes no te dabas cuenta cuando tenías a uno de ellos a tu lado.
Imaginemos un mundo en el que se eduque a la población sobre estos desórdenes tipo B de personalidad y que todos aprendemos a ver detrás de sus fachadas antes de ser abusados. Esto es lo deseable y es posible. Cuando comenzamos a escribir el blog, nuestra meta era que este tipo de abuso que habíamos sufrido cobrara algo de visibilidad. Estábamos convencidas de que habíamos caído en sus redes porque desconocíamos que este tipo de personas insensibles e inhumanas existían entre nosotros. Afortunadamente en este tiempo han salido libros excelentes y el tema se extendió en las redes sociales. El desafío que nos queda a todos los sobrevivientes es primero, que los medios de comunicación se hagan eco (todavía no salimos de nuestro asombro cuando vemos que las revistas de interés general no tratan el tema, evidentemente consideran que saber si las axilas se llevan este verano depiladas o no es mucho más importante que la salud mental de la población) y segundo, que los estados lo aborden dentro del plan de salud y lleve adelante campañas de prevención. Sucederá, tenemos fe. Nos volvemos a encontrar en un par de meses, mientras tanto seguimos subiendo cosas a la página de FB, también con una frecuencia algo menor. Gracias por todo, gracias porque ustedes, con sus historias de vida, nos ayudaron también a sanar.

El abuso sociopático y la violencia son dos caras de la misma moneda

Es una realidad que el tema de la psicopatía y el narcisismo ha comenzado a tratarse en los países de habla hispánica pero, en paralelo, han surgido opiniones que aseguran que el abuso de psicópatas y narcisistas no estaría incluido en el tema de violencia doméstica ni tampoco encuadraría en alguna definición de violencia. Aseguran que este tipo de maltrato es una dinámica psico-biológica de la que varias personas, además del abusador, serían parte. No te dejes engañar. Esto es una forma de excusar al abusador, culpar parcialmente a la víctima y desviar el tema de la agenda pública.

Primero que nada, recordemos que el espectro de desordenes de personalidad es amplio y se extiende desde  casos medianamente graves en los que el narcisista se dedica a parasitar y mentir a los que lo rodean hasta casos severos donde puede haber golpes o donde estos personajes abusan sexualmente de extraños o de sus propios hijos sin que los demás miembros de la familia, también captados por la narrativa del psicópata, sean capaces de verlo hasta que el perverso se aleja o muere (tal es el caso de Mackenzie Phillips, hija del integrante de la banda The Mamas and The Papas, John Phillips que obligó a la joven a mantener relaciones incestuosas durante 8 años. Recién cuando su padre murió, Mackenzie pudo hablar del abuso sexual. Varios de los miembros de su familia no le creyeron, comportándose como facilitadores post mortem, pero ella no se amedrentó y sigue trabajando por las víctimas de abuso paterno). Por lo tanto, si alguno de nosotros padeció el abuso de un jefe narcisista pero no fue golpeado, esto no quiere decir que el abuso psicopático no exista si lo comparamos con casos resonantes de violencia de género. Es más, la violencia de género no es una realidad separada de la psicopatía y el narcisismo: detrás de los golpeadores, e incluso de los homicidas, suele haber un altísimo porcentaje de desórdenes de personalidad tipo B. Lo podemos asegurar, lo indican los estudios científicos, lo hemos vivido también en carne propia, y cuando decimos “carne propia” lo hacemos en forma textual. Disociar el concepto de violencia del de psicopatía y narcisismo es la forma con la que los sociópatas piensan contratacar nuestra ganada consciencia sobre sus tácticas de abuso.

En estos días, un joven nadador estrella de la prestigiosa Universidad de Stanford llamado Brock Turner, fue sentenciado a SOLO 6 meses de prisión por haber violado a una joven que estaba inconsciente.  Aparentemente el juez dio lugar al descargo del joven que, en vez de pedir disculpas por lo que hizo, escribió una carta diciendo que lo que pasó (abuso sexual agravado) fue producto de la conducta proclive a las fiestas y al alcohol de los estudiantes norteamericanos (desplazamiento de culpa, una de las características de los sociópatas). Las organizaciones de género y la opinión pública están indignadas por esta condena ridículamente leve cuando en realidad le hubieran correspondido 14 años. Para seguir agregando dolor a la víctima, el padre del joven pidió públicamente clemencia para su hijo al que describió como un joven normal al cual se “le juzgaba duramente por 20 minutos de acción en una vida de 20 largos años de logros” (busca el caso, luego nos dices si la mirada fija de Brock Turner no te recuerda a la de alguien que conoces y si el padre no se comporta como el clásico “flying monkey” o facilitador). Afortunadamente en la gran mayoría de los medios de ese país se habla de su conducta como sociopática, como violencia de género (no hay contradicción entre los términos) y se protege a la víctima.

No nos dejemos confundir, muchas personas con características psicopáticas se encuentran en la política, en el periodismo y en la sociedad en general. Ellos están desconcertados ante la cantidad de información que se está haciendo pública y quieren frenar nuestra toma de consciencia porque si toda la sociedad está advertida ya no tendrán suministro que se involucre emocionalmente o laboralmente con ellos, que los vote, que los lean o les presten atención. Desde ya no creemos que el abuso psicopático se limite a la violencia de género pues alcanza a hombres que padecieron a cónyuges o madres psicópatas,  a instituciones religiosas y a todo tipo de empresas. En cada caso el abuso se expresará como una violencia diferente pero violencia al fin.  De todas formas, si quedan dudas de que el abuso emocional y la violencia psicológica son formas de violencia e incluso formas de violencia de género dejamos la resolución 48/104 de diciembre de 1993 de la Asamblea General de la ONU que dice:  “Por violencia contra la mujer se entiende todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento FÍSICO, SEXUAL O PSICOLÓGICO para la mujer, así como las AMENAZAS DE TALES ACTOS, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

 

Insistimos que el abuso psicopático no queda restringido a la violencia de género pero ES UNA DE SUS MANIFESTACIONES (en la resolución recalcamos el aspecto psicológico y las amenazas de violencia ya que son las formas favoritas de abuso de todo psicópata o narcisista, pero no las únicas. Algunos psicópatas cruzan todas las fronteras). El abuso psicopático puede tomar la forma de abuso y acoso laboral, acoso escolar, violencia intrafamiliar, abuso y violencia infantil, abuso de autoridad pública o eclesiástica, etc.  Queremos también decirles a aquellos que ven el abuso como solo una dinámica disfuncional psico-biológica que aunque esto es parte del fenómeno, no es más que la punta de un iceberg de violencia. Además, ese argumento no se sostiene como forma de minimizar el impacto social que tiene, ya que hay otras cuestiones que son psico-biológicas (como por ejemplo cierto tipo de enfermedades como el asma o la diabetes) y que, no obstante, están en lo más alto de las prioridades del estado por su incidencia en la salud física y emocional de la población. El abuso psicopático y narcisista es un tema que afecta a más del 30% de la población mundial (se estima que ese es el número de personas que sufrieron el maltrato de sociópatas en alguna de sus formas) y que deja huellas tangibles como el síndrome de estrés postraumático que es muy incapacitante.  Trabajemos todos juntos para educar, prevenir y dar herramientas de recuperación a los sobrevivientes, como así también demandemos de nuestros legisladores y de los medios formadores de opinión que traten al tema con seriedad y lo coloquen como una de las prioridades del estado para frenar la violencia y la enfermedad que de ella deriva.

Hervey Cleckey y los rasgos de la psicopatía

Hervey Cleckey fue uno de los pioneros del estudio de los psicópatas integrados. Los 16 criterios que se mencionan abajo son del libro “La máscara de la salud” de 1941 y aún cuando ya hayamos hablado de las características desde la perspectiva de Robert Hare nos parece relevante mencionar a este investigador y sus principales hallazgos en nuestro espacio

Inexistencia de alucinaciones o de otras manifestaciones de pensamiento irracional.
Ausencia de nerviosismo o de manifestaciones neuróticas.
Encanto externo y notable inteligencia.
Egocentrismo patológico e incapacidad de amar.
Gran pobreza de reacciones afectivas básicas.
Vida sexual impersonal, trivial y poco integrada.
Falta de sentimientos de culpa y de vergüenza.
Indigno de confianza.
Mentiras e insinceridad.
Pérdida específica de la intuición.
Incapacidad para seguir cualquier plan de vida.
Conducta antisocial sin aparente remordimiento.
Amenazas de suicidio raramente cumplidas.
Razonamiento insuficiente o falta de capacidad para aprender la experiencia vivida.
Irresponsabilidad en las relaciones interpersonales.
Comportamiento fantástico y poco regulable en el consumo de alcohol y drogas.

Un rasgo no determina la etiqueta de psicópata, deben reunirse un conjunto de ellos, de lo contrario pensaríamos que estamos rodeados de psicópatas. Los rasgos deben, además, ser persistentes y no ocasionales. No deben ser egodistónicos sino que pertenecen a la manera de ser de la persona. La intensidad y calidad del mismo debe ser evaluada a través de la conducta y del efecto en su entorno.
El psicópata en su accionar no es visiblemente 100% psicópata. No tiene una característica física que lo distinga, como buscaba Lombroso. Es uno como nosotros. Puede estar tomando apunte o dar una clase, ser un compañero de trabajo, un líder social. Sólo cuando actúa ‘psicopáticamente’ se lo puede reconocer. Tampoco son todos brillantes y exitosos, los hay errabundos y marginales; otros se manifiestan en un ámbito tan privado (perversiones) que, excepto para el complementario, es una persona común. Estamos de acuerdo con la creencia de que son pocos, algunas estadísticas señalan un 3% de los varones (1.050.000 accionando o en crecimiento, para nuestro país) y 1% de las mujeres (350.000).

Encanto superficial
No todos los psicópatas son encantadores, los hay anodinos, amargados, hoscos y algunos francamente repulsivos, otros inspiran temor. El grupo de los que utilizan el encanto corresponde más a los explotadores (estafadores, vividores, parásitos) que lo usan como un medio de captación. (véase manipulación)
Demuestra menor reacción afectiva.
Algunos autores dicen que hay menor demostración de ansiedad y gran tolerancia a la angustia en ciertas situaciones penosas para el grueso de la población. Pero (aclaran), funcionan a veces como ollas a presión, toleran una gran cantidad de angustia y después por hechos banales, fuera ya de la circunstancia de crisis, la descargan impulsivamente. A veces el psicópata, en situaciones extremas, conserva la calma, toma decisiones, acciona, se ajusta a las circunstancias y puede salir bien. Contaba una vez un profesor, por ejemplo, (hablando sobre las personalidades de acción) que un comisario entra a su departamento y se encuentra con un delincuente que le apunta con un arma. El policía, sin perder la calma, lo mira fijamente, lo paraliza, saca el revólver y le pega un tiro. Eran dos personalidades de acción (según el criterio de D. Liberman), pero una era más fuerte que la otra. Simplemente se limitó a mirarlo, luego lo mató. Si lo comparamos con un normal que entra a su casa y ve a un tipo con un revólver, la reacción puede ser muy distinta, tal vez pida por su vida, se arrastre por el suelo, “¿qué querés?”, “llevate todo”. Este no.
Vida sexual impersonal.
Esto significa que no hay un compromiso afectivo, no hay una resonancia afectiva con algunas parejas. Esto no quiere decir que el psicópata sea técnicamente un mal amante. Es más, muchos psicópatas son excelentes amantes desde el punto de vista técnico y utilizan esa habilidad para manejar a su pareja. El psicópata es aquel que puede copular con una anciana, de esas que uno mira y dice “no, con esa viejecita yo jamás, ni por un millón de dólares”, y sin embargo el psicópata es capaz de ejercer su técnica con cualquiera. Un paciente joven, me decía “me fui a Brasil y como no tenía plata para estar allá, iba a una calle muy conocida en Río de Janeiro donde paraban los taxi boys, me relacionaba con los homosexuales y les cobraba por el servicio”. Al preguntarle si no se sentía menoscabado en su sexualidad, por comercializar con homosexuales, él contestaba tranquilamente que ése era el instrumento y la forma que tenía para seguir en Brasil. A eso se refiere lo que dice vida sexual impersonal. Pueden ser grandes actores en el terreno afectivo y sexual. Por eso muchas mujeres caen en manos de sujetos que las usan económicamente (y para muchas mujeres psicópatas ese es su medio de subsistir).
Amenaza de suicidio
Como parte de la manipulación.
Razonamiento insuficiente
Es necesario aclarar algo, por un lado decimos que son inteligentes y por otro lado que tienen razonamientos insuficientes. Muchas palabras me va a ahorrar el caso del emperador del Norte, con su pavada de andar en el Salón Oval haciendo razonamientos insuficientes. Es muy simpático, muy agradable, muy inteligente, pero a veces tiene estos razonamientos insuficientes. Creo que es mejor conceptualizar esto como que el razonamiento es insuficiente para frenar ciertas apetencias.
No aprenden de la experiencia.
El psicópata aprende y mucho de la experiencia. Eso le sirve para manipular a los otros y conseguir sus metas. Alguien que no aprende de la experiencia queda siempre en el mismo lugar, anulado. No aprende lo que no quiere aprender, lo que va en contramano de sus principios y de sus necesidades. La repetición de un accionar calificado como erróneo desde el común responde a satisfacer necesidades profundas, incomprensibles para el que no esté en la piel del psicópata.
Incapacidad de amar
Creo que el psicópata ama, pero de manera distinta, o a cosas diferentes. Hay afectos del psicópata que son profundos, pero en las cosas que a él le interesan. Díganme si no han conocido a un fanático ¿ese afecto es superficial? Ese apego intenso hacia ciertas cosas, que a veces no son humanas o ni siquiera vivientes, un auto por ejemplo. Para lo que él considera de valor, la afectividad es intensa, como cualquier otra persona. Pero puede mantener contactosutilitarios, de ahí viene el tema de superficialidad afectiva mal descripta. Son contactos afectivos utilitarios, para conseguir algo. Aquí tenemos otra forma de la mentira que es la actuación. Actuar es mentir con el cuerpo. El psicópata puede actuar afectivamente en el sentido de hacer entrar al otro en el circuito psicopático a través de los afectos. Una vez utilizada la persona, se la deja a un costado. La persona dejada a un costado dice que el psicópata tiene una afectividad superficial, que no tiene capacidad de amar. Y es así, pero con ella.
Mentiras
El psicópata suele mentir, pero hay que distinguir la mentira banal de la mentira psicopática. El psicópata utiliza la mentira como una herramienta de trabajo más, está tan acostumbrado a mentir que es difícil captar cuando miente; son los que mienten mirando a los ojos y con una actitud relajada. No es que el psicópata mienta circunstancialmente y ocasional o esporádicamente para conseguir desligarse de alguna situación común o estándar. Sabe que está mintiendo, pero no le importa, no tiene la resonancia o displacer que uno siente cuando miente. Yo no lo llamaría mentira patológica. Nosotros le damos mucha importancia a las palabras y si estamos frente a un mentiroso ¿cuál es el valor de esas palabras? ¿Cuál es el grado de verdad de esas palabras? Tiende a cero. Si utilizamos la sobrevaloración de las palabras, caemos fácilmente en el circuito psicopático. Por eso no sirven las escalas de autoevaluación, ni el interrogatorio o la anamnesis. El psicópata dice lo queconviene decir o lo que se espera que conteste. El valor de lo que dice el psicópata debe ser colocado entre paréntesis. Si ustedes quieren evaluar al psicópata, lo importante es lo que hace. Evaluamos al psicópata a través de la conducta, de la acción. El psicópata puede mentir con la palabra o con el cuerpo cuando actúa o simula, y adapta la actuación a la persona que quiere captar. Así me contaba una madre que su hijo de 15 años le pedía las cosas con lágrimas en los ojos para enternecerla, y al padre, que se desesperaba por conseguir el afecto del hijo, lo manejaba con enojos y haciéndose el ofendido.
Comportamiento fantaseoso.
Los mitómanos priorizan las fantasías sobre algunas circunstancias reales.
El mitómano trata de adaptar activamente la realidad a su imaginación, a su personaje del momento, de acuerdo a la circunstancia. El mitómano es un fabulador que actúa su fábula y su mentira activamente en la sociedad. Puede convertirse en el personaje que su imaginación creó y hacerlo actuar en el medio real, generando en todos la sensación de que están frente a un personaje verdadero. Está el famoso caso de aquel mitómano que se hizo pasar por el hijo del Presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Pérez de Cuellar. En una de nuestras provincias fue agasajado por toda la sociedad y tratado durante bastante tiempo como un personaje de alcurnia, hasta que finalmente, la madre, que era una mujer de Buenos Aires, encontró a su hijo y ahí se pudo revelar la verdad. Era simplemente una persona que no estaba relacionada para nada con Pérez de Cuellar.
El patrón de conducta que sigue el mitómano es establecido por su imaginación, no por la realidad y suelen mudar de personaje, no está siempre en el mismo personaje.
Droga, alcohol
Algunos necesitan de la sobre estimulación o el aturdimiento. Un paciente de 16 años me contaba que mezclaba distintas drogas como cocaína, marihuana y fármacos, no para sentir placer o estímulos, sino para aturdirse, para estar “como entre nubes”.
Se manifiesta en la adolescencia
Estas personas empiezan a manifestar su psicopatía desde la adolescencia. Como otros autores hemos observados que algunas características psicopáticas se manifiestan desde la infancia. Así recordamos el caso de un niño de dos años que estrellaba a sus gatos contra las paredes, logrando matar a uno de ellos. O bien el caso de una niña de siete años que borraba y volvía a escribir las notas de su libreta de calificaciones.
Necesidades distintas, códigos propios
Las acciones que realiza son, desde el punto de vista del psicópata, totalmente ajustadas a su escala de valores, a su criterio, por eso es que no tienen culpa. Si han tenido la oportunidad de estar con psicópatas, saben que si se les dice que hicieron algo mal, que hay cosas que no deben hacerse, les van a contestar “¿Y quién dice lo que está bien hecho y lo que está mal hecho? ¿qué es lo normal?”.
Tienen una forma particular de valoración. El psicópata tiene una escala de valoración que no coincide, a veces, con la escala de valoración general. No porque el psicópata desconozca la valoración general, es decir las leyes, no es un negado cognitivo, sino que antepone su escala de valores con respecto a la de los demás. Tal vez porque tiene necesidades distintas es que valora de diferente manera. ¿Cómo entender sino la apetencia desmesurada de poder, las rarezas en la sexualidad, la crueldad en el delito, la masacre innecesaria en el homicidio? ¿Y qué, si no es una necesidad, hace repetir el mismo accionar?
Inteligencia
En su mayoría son inteligentes.
El costo del objetivo
Tienen un objetivo y lo tratan de conseguir. El costo no es importante, lo importante es lograrlo pagando la menor factura.

¿Por qué la sociedad y los medios desconocen el abuso psicopático y narcisista?

Cuando comenzamos este blog estábamos decididas a recolectar el material en español y traducir de otros idiomas todo lo posible sobre el tema de abuso psicopático y narcisista. Hay poco material que no sea ultra técnico y éste se encuentra mayormente en blogs o en YouTube, casi no hay presencia del tema en los grandes medios o en las librerías y bibliotecas. Lo que es aun más grave es que los medios cuando reportan casos que son claramente obra de psicópatas lo titulan con eufemismos o etiquetas erróneas que aumentan el desconocimiento sobre el tema

En menos de una semana leímos diferentes noticias sobre psicópatas en acción cuyo tratamiento era incompleto o erróneo. El diario “El País” de España describió un terrible femicidio como un acto de violencia machista, lo cual nos resultó muy chocante. El término machista, si bien es tendencia en Latinoamérica, no logra cubrir semejante vejación a un derecho fundamental como es el de vida. El término misógino podría acercarse un poco más. Si bien creemos que una sociedad machista (aquella en que los roles de género están estereotipados y que relegan a la mujer a un segundo plano) favorece una mayor tolerancia a todo tipo de abuso, de ninguna manera es el origen del mismo. Además esto deja de lado a los hombres y niños que son víctimas de mujeres psicópatas y narcisistas. Basta ver las estadísticas de niños golpeados física y emocionalmente por madres para entender que el término violencia doméstica es un poco más amplio que el de violencia machista. Podemos llegar a educar a nuestros hijos sin sesgos de género, podemos llegar a una sociedad en que las mujeres tengan el mismo protagonismo y aun así el abuso persistirá. Se necesita por un lado entender que lo que hay detrás de los violentos (lleven a cabo su violencia en forma física o psicológica) es una personalidad psicopática que puede adaptarse a cualquier entorno para ejercer el control absoluto de los demás. En una sociedad igualitaria fingirán ser sensibles y progresistas para luego maltratar y dañar en la intimidad. Por otro lado, las instituciones que ayudan a las víctimas y aquellas que imparten justicia deben actualizar sus conocimientos sobre el tema, de lo contrario pueden llegar a hundir a la victima y favorecer al agresor.

En paralelo a la nota en el periódico español, leímos en el Washington Post el caso de una mujer golpeada que fue sentenciada a 30 años de prisión por denunciar  con algo de demora cuando su ex pareja golpeó a los niños. El psicópata convenció al jurado de que ella lo provocaba y consiguió solo diez años de prisión que se convirtieron en dos. Ahora, en libertad, puede ver a los niños que viven con su abuela. Su esposa, que según las pericias vivía en un estado constante de terror y manipulación psicológica, no obtuvo reducción de pena. Los niños quieren estar con ella pero sin embargo la justicia culpabilizó a la víctima y se dejó seducir por la labia del psicópata.

En esos mismos días en Argentina, salió a la luz el caso de un hombre (por cierto vulgar y feo) que había seducido y enloquecido de amor  a 120 mujeres a las cuales las estafó fingiendo estar pasando por un mal momento. Lamentablemente este psicópata le hizo el cuento del tío a la hermana de un reconocido e influyente coreógrafo y productor teatral que afectado por el sufrimiento de su hermana decidió exponer al psicópata en los medios. Los canales de televisión lejos de tratarlo como un caso típico de abuso psicopático lo comenzaron a llamar “el gigoló” y a pagarle para que viniera como estrella a los programas en horario central, los comentarios de muchas mujeres en las redes sociales eran de burla hacia las víctimas por haber  “caído tan bajo al estar con un hombre tan poco atractivo” (evidentemente no entienden que todos los estudios demuestran que los psicópatas logran causar una atracción animal aun siendo físicamente desagradables)  y, para colmo de males, una prestigiosa universidad como la UBA insinuó que iba a llevar al psicópata-gigoló a dar una conferencia en sus claustros académicos. Afortunadamente este disparate no prosperó por la presión social pero el motivo del disgusto, en muchos casos, no fue que este hombre abusó de estas mujeres, cometió fraude e incurrió en violencia de género sino que no tenía un título que lo respaldara.

Esta semana mediática aciaga debió haber traído malos recuerdos y provocar mucha angustia en cualquier víctima de abuso. ¿Cómo puede haber semejante desconocimiento de la psicopatía y el narcisismo? ¿Cómo es que los medios no se ocupan o se ocupan mal? ¿Por qué hay gente que se burla de las víctimas? ¿Será que el tema es marginal y que afecta a un porcentaje mínimo de la población? Lamentamos decir que esto último no solo es falso sino que lo que sucede es el caso opuesto. Según la Doctora Martha Stout, el 4% de la población mundial es psicópata o narcisista, un número suficientemente alto si lo comparamos con la incidencia de la esquizofrenia (1% de la población) o la anorexia (3%) como para que se le de la importancia que merece. La esquizofrenia es estudiada en todos los centros mentales, laboratorios, universidades del planeta para encontrar medicamentos y terapias que ayuden a los pacientes que las padecen; la anorexia nerviosa también es investigada, los investigadores reciben fondos de organizaciones humanitarias y los gobiernos del planeta hacen campañas para prevenirla. Marta Stout se pregunta por qué muy pocos en los ámbitos científicos estudian estos desordenes, por qué los medios no hablan de ellos como sí hablan de otros que afectan a menos población y por qué el estado no hace nada al respecto. Pero Marta Stout se queda corta al mencionar solamente a aquellos que tienen la patología ya que la característica de este desorden (a diferencia de cualquier otro) es que destruye psicológicamente al que convive o trata con ellos. Según estadísticas toda persona en su vida se cruzará con un promedio de 3 psicópatas. Esto se puede dar en un ámbito que no la afecte demasiado (por ejemplo el marido de la prima o un profesor de la universidad) pero si esto ocurre dentro de la familia o lugar de trabajo seguramente tendrá consecuencias en la salud de la persona que lo trata. Teniendo en cuenta que los psicópatas no tienen una sola pareja sino múltiples y en paralelo toda su vida, tienen trabajos e hijos; estimaciones conservadoras (hay otras que hablan de un número mayor) nos dicen que el 25% de la población fueron afectados entre moderada y severamente en algún ámbito por un psicópata o narcisista. Sin embargo, ante la total ignorancia del tema muchos no lo saben. Aquellos que fueron víctimas de una trampa en el trabajo dirán que el compañero que los perjudicó era una “muy mala persona” y la joven que llora deprimida mientras lee que es tan corto el amor y tan largo el olvido desconoce que lejos de haber vivido un gran “amor” lo que vivió fue una mentira calculada llena de odio que  no le permite recuperarse

Bajo cualquier norma de salud, estos números serían considerados una epidemia de proporciones catastróficas. No obstante, seguimos viviendo en una nebulosa donde unos pocos científicos, psicólogos y centros de estudios se dedican a ello, mientras el resto de los organismos de salud, asociaciones, medios de comunicación y la sociedad en general no tienen el más mínimo interés en prevenir el abuso en otras potenciales víctimas y en ayudar a aquellos dañados por estas interacciones con psicópatas y narcisistas. Nos gustaría saber el motivo. ¿Es Hollywood que instaló la idea del psicópata tipo Hannibal Lecter y la población no puede salirse de ese clisé? ¿Es un tema tan difícil y espinoso de tratar que las universidades solo lo tratan a nivel de posgrado y los estudiantes de psiquiatría o psicología lo ven como algo tan complejo que  prefieren dedicarse a otras especialidades? ¿Será que las revistas femeninas venden más indicándonos como debemos imitar a los íconos de la moda que alertándonos sobre estos seres execrables? ¿Los gobiernos no educan sobre el tema por qué temen que nos demos cuenta que gran parte de nuestros políticos son psicópatas integrados que nos manipulan?

Estamos convencidos que cualquier estudiante de psiquiatría o psicología que se especialice en el tema tendrá una carrera fructífera ayudando a las víctimas y obteniendo reconocimiento profesional. Las universidades deberían incluir el tema de la psicopatía en el ciclo de grado no solo en las carreras médicas sino sociales para poder prevenir este flagelo. Las revistas venderían ejemplares por toneladas si supieran presentar el tema como el origen del abuso y la manipulación en vez de presentarlo como casos de locos asesinos marginales. Ayudarían a sacar las vendas los ojos de hombres y mujeres, así como a prevenir la violencia doméstica y el abuso infantil. Las editoriales de libros no dejarían de sacar re ediciones si promocionan a los especialistas en el tema, especialmente a aquellos no tan técnicos que se enfocan en ayudar a los damnificados. Los gobiernos tienen una obligación moral de contener epidemias en la población, y esto lo es, por lo tanto tienen que disponer los recursos necesarios para la educación, la prevención y el tratamiento de las victimas. Si esto trae como consecuencia una población más educada que no se deja manipular por políticos con desórdenes de tipo B, tendrán nuestros políticos que reconsiderar nuevas formas de hacer políticas con la verdad en la mano, consensuadas y realmente para el beneficio de la población.

Todos los sobrevivientes tenemos páginas en redes sociales o blogs a los que recurrir. Nos movemos como una especie de organización subterránea pero no es suficiente para crear consciencia. Si el tema del abuso psicopático y narcisista viera la luz del día podríamos ayudar a aquellos cuya autoestima, energía vital, salud física y mental estén llegando a cero producto de una relación abusiva y degradante a la que no logran identificar como la causa de sus males. Mientras la sociedad no despierte seguiremos compartiendo nuestras experiencias, notas científicas, recursos de ayuda en forma artesanal como hasta ahora porque estamos convencidas de que con cada persona a la que llegamos logramos que la ignorancia vaya cediendo. Esperamos que el conocimiento se propague y que algunos de aquellos que tienen el poder de hacer llegar el tema a los grandes medios  de comunicación tengan el coraje suficiente de ser los pioneros en difundir un tema que no dudamos será iluminador a gran escala, y que la sociedad va a respaldar y a consumir en busca de respuestas y salud.

Niños y adolescentes psicópatas: consejos para padres y educadores.

bullyingLos rasgos psicopáticos no aparecen de un día para el otro en un individuo. Según investigaciones publicadas en “American Journal of Psychiatry” ya se pueden detectar características, bien con resonancias magnéticas o con pruebas de reacción al miedo, a los tres años de edad. Una de las expertas investigando el tema es Nathalie Fontaine de la Universidad de Indiana que trabaja con niños de entre 7 y 12 años de edad que no presentan sensibilidad ni remordimientos. Enfatiza la necesidad de que padres, docentes y psicólogos presten atención a las señales de alarma y que no lo confundan con otros desórdenes para poder hacer una intervención temprana y así lograr que no desarrollen el desorden. Fontaine, apoyada en los avances sobre neuroplastía, cree que la neurogenesis es posible y que ayudaría a torcer la tendencia biológica.

¿Cómo reconocer, entonces, las tendencias psicopáticas o narcisistas en niños cuando ya es bastante complicado hacerlo en adultos? Primero que nada queremos dejar en claro que los niños con estas tendencias no suelen nacer de padres psicópatas. El doctor Marietán hace hincapié en que los cónyuges de psicópatas o narcisistas deberían tranquilizarse ya que sus hijos no suelen heredar los síntomas. Por el contrario, si los niños pasan mucho tiempo con el padre o madre abusivo/a pueden imitar sus conductas como modo de supervivencia por lo que habría que estar atentos e intervenir a tiempo con un buen terapeuta. El caso opuesto también es cierto: muchos niños psicópatas nacen en familias que no presentan casos de individuos con desórdenes de personalidad en varias generaciones. Esto desorienta enormemente a los padres, educadores y psicopedagogos que tratan al niño a diario. No entienden el porqué de la mala conducta o la insensibilidad a las emociones de los demás niños.  Observan las mismas señales de alarma de los psicópatas adultos: la culpa la tienen los demás, mienten todo el tiempo con cara de póker, muestran un desbordado impulso sexual desde temprana edad, se divierten matando o maltratando animales y si se los sorprende en algo malo juegan a la víctima o tuercen los hechos.

A menudo el colegio culpa a los padres por “no ponerle límites”. Esto en general, no es así ya que los padres de estos niños son conscientes de que los castigos no funcionan, el niño es un temerario al que no le importan las consecuencias. Los padres les piden a los médicos o psicólogos que lleguen a un diagnóstico pero lamentablemente terminan considerando cualquier otro trastorno menos éste porque muy pocos profesionales conocen del tema. En una cosa están todos los adultos de acuerdo: el niño no se interesa por los demás, su mala conducta se basa en el placer que le provoca molestar a sus compañeros, familiares y docentes (no son travesuras de quien quiere llamar la atención o bromas de quien se siente inseguro) y se sienten por encima de cualquier norma o ley.

Los docentes deben de tener especial cuidado con estos niños o adolescentes. En primer lugar porque suelen culpar a otros niños de sus malas acciones y muchos terminan responsabilizando a las verdaderas víctimas por los actos del  psicópata.  Los púberes y adolescentes sociópatas son muy encantadores con quienes quieren serlo. Convencen con facilidad a los profesores de que él/ella no fueron los que cometieron la fechoría. En segundo lugar, si eres de esos maestros que tratan de ser ecuánimes y lo mantienes a raya es capaz de inventar cosas sobre ti para que pierdas el empleo.  Un joven de catorce años que ya había sido expulsado por mala conducta de dos colegios acusó a su maestra de malos tratos e insultos cuando comprobó que ya no podía seguir manoseando a sus compañeras a gusto. Esta docente había hablado con la directora del colegio porque las niñas se quejaban de que su compañero las toqueteaba y las tenía amenazadas.  El joven reclutó a otros dos compañeros de mala conducta. Aseguraron que la docente los maltrataba e insultaba. Luego de una investigación que se llevó a cabo mientras la profesora estaba con licencia psiquiátrica se concluyó que no había elementos que indicaran malos tratos por parte de la docente y que el joven, a pesar de su angelical rostro, se había propasado efectivamente con sus compañeras.

Si trabajas en un colegio y detectas algún caso sospechoso, habla con las autoridades y los psicopedagogos de la institución, pon distancia, no hables de más y no permitas que el/la estudiante hable a solas contigo. Si quiere tener una conversación contigo que lo haga en clase o en sala de profesores, frente a testigos. Hace unos años, en los Estados Unidos, una joven profesora de secundario fue acusada por un alumno de quince años de haber mantenido relaciones con él. La docente, casada, con un bebé, había intervenido en defensa de otro alumno víctima de este psicópata que solía hostigar a sus compañeros. Él joven le juró que lo iba a lamentar. A los pocos días la denunció como abusadora de menores. La mujer fue llevada a juicio. El joven declaró, sin que se le moviera un músculo de su rostro, que “habían tenido sexo infinidad de veces”. La defensa le preguntó si recordaba características físicas de la acusada. El muchacho describió el cuerpo promedio de una mujer de 26 años. El abogado le volvió a preguntar si estaba seguro de no recordar nada más. El joven aseguró que no. Fue entonces cuando el profesional le rogó a la acusada que se desabrochara la blusa. Para estupor de todos los presentes, la docente tenía una enorme y fea cicatriz producto de una operación cardíaca. No había forma de que el estudiante no la recordara. La mujer salió en libertad pero ya nada volvió a ser igual. Dejó la docencia y se mudó con su familia a otro estado.

Salvo en los casos en que el psicópata presente rasgos extremadamente violentos, generalmente los niños y jóvenes con estos desórdenes dejan de cometer actos agraviantes en forma abierta ya que se dan cuenta que de seguir así nadie les creerá y los evitaran. Ellos necesitan víctimas de quienes obtener beneficios. Descubren que manipulándolas y abusándolas emocionalmente logran más cosas que por medio de la violencia o el maltrato abierto. Es en ese momento que los padres y educadores se relajan pensando que el niño ha cambiado para bien. No es así, el cambio es para peor.

No sabemos si realmente se puede lograr detener en forma temprana el avance de la psicopatía pero sería francamente maravilloso intentarlo. Y aunque no funcionara al menos podremos ayudar a los padres a manejar la situación en vez de que sus hijos los manejen como marionetas, y proteger a los docentes para que no sean víctimas de las fabulaciones de estos psicópatas junior. Adrian Raine, director del Departamento de Criminología de la Universidad de Pensilvania asegura que se han visto progresos en niños muy pequeños con psicoterapia, la ingesta de suplementos de ácidos grasos omega 3 que juegan un rol importante en el desarrollo neuronal y con una disciplina que aliente los refuerzos positivos cuando hacen algo altruista ya que esto crearía vías neuronales que favorecen la sociabilidad. Desde acá deseamos fervientemente que este tema tenga la presencia académica y social que su gravedad merece, como así también que se encuentren tratamientos esperanzadores.