Crecimiento postraumático luego de una relación abusiva

Ya hemos escrito sobre el estrés postraumático en otros artículos de este blog, ya sabes, esa herida física y mental que los sobrevivientes de todo tipo de eventos traumático (guerras, accidentes, infancias abusivas, relaciones con psicópatas o narcisistas, violación, etc.) experimentan como consecuencia de esa experiencia vivida. También hemos hablado sobre las terapias existentes para superarlo. Hoy queremos presentarte ciertas investigaciones que complementan a las del estrés postraumático y que apuntan a la posibilidad de un crecimiento postraumático. ¿Te parece extraño que algo bueno pueda salir de una experiencia tan horrible? Te entendemos, al comienzo es difícil creer eso, pero es posible, ¿acaso no consideras que esta experiencia fue devastadora, pero fundacional por igual? ¿No sientes que luego de superar los peores momentos te encontraste con la mejor versión de ti? Veamos entonces de qué se trata esta teoría

El crecimiento postraumático (CPT) es una teoría que explica transformaciones positivas después de un trauma y que puede experimentarse dentro de un proceso de estrés postraumático, ambos fenómenos no son mutuamente excluyentes. Esta teoría fue desarrollada por los psicólogos Richard Tedeschi, PhD, y Lawrence Calhoun, PhD, a mediados de la década de 1990, y sostiene que las personas que sufren debido a situaciones traumáticas a menudo logran un crecimiento asombroso.

“Las personas desarrollan nuevos conocimientos sobre sí mismas, el mundo en el que viven, cómo relacionarse con otras personas, el tipo de futuro que podrían tener y una mejor comprensión de cómo vivir la vida”, dice Tedeschi.

¿Cómo pueden los profesionales de la salud utilizar la teoría de la CPT para ayudar a los pacientes? He aquí un vistazo a los desarrollos en el campo.

“A veces se considera al Crecimiento Post traumático como sinónimo de resiliencia porque volverse más resiliente como resultado de la lucha con el trauma puede ser un ejemplo del CPT, pero el CPT es un fenómeno distinto al de resiliencia”, dice Kanako Taku, PhD, profesor de psicología en la Universidad de Oakland, quien investigó el crecimiento postraumático y también lo experimentó como sobreviviente del terremoto de Kobe de 1995 en Japón.

“La resiliencia es el atributo personal o la capacidad de recuperarse”, dice Taku. El crecimiento postraumático, por otro lado, se refiere a lo que puede suceder cuando alguien que no necesariamente sea una persona naturalmente resiliente experimenta un evento traumático que desafía sus creencias fundamentales, soporta sufrimiento psicológico y emocional (incluso una condición mental como el trastorno de estrés postraumático) y luego finalmente, entre todo ese dolor, encuentra un sentido de crecimiento personal. Es un proceso que “requiere mucho tiempo, energía y trabajo”, dice Taku.

Para evaluar si alguien ha logrado un crecimiento después de un trauma y en qué medida, los psicólogos utilizan una variedad de escalas. Una fue desarrollada por Tedeschi y Calhoun, y se la conoce como Inventario de crecimiento postraumático (Journal of Traumatic Stress, 1996). Esta escala busca respuestas positivas en cinco áreas:

• Apreciación de la vida.

• Relaciones con los demás.

• Nuevas posibilidades en la vida.

• Fuerza personal.

• Cambio espiritual o de paradigma

¿Todas las personas que se recuperan de un trauma experimentan crecimiento postraumático?

Tedeschi prefiere no ponerle un número estricto. “Todo depende del trauma, las circunstancias, el momento de la medición y de cómo se define el crecimiento utilizando la escala, observando la puntuación total y los factores o los elementos individuales”, dice. Sin embargo, estima que alrededor de la mitad a dos tercios de las personas que sufrieron experiencias traumáticas muestran crecimiento postraumático.

El crecimiento postraumático ocurre con más asiduidad en personas que exhiben mayor apertura a nuevas experiencias. Esto sucede, según Tedeschi, porque las personas que son más abiertas tienen más probabilidades de reconsiderar sus sistemas de creencias. También es más común en personas que buscan conectar con los demás y hablar de su experiencia.

La teoría puesta en práctica

¿Es posible preparar a la gente para desarrollar crecimiento postraumático, allanar el camino en caso de que ocurra una tragedia o un trauma? Sí, dice Tedeschi, señalando que los psicólogos pueden “permitir que las personas comprendan que esto puede ser una posibilidad para ellos mismos” y asegurándoles que es un “proceso bastante normal”. La validación de que no están enloqueciendo cuando experimentan flashbacks, sobre reactividad e hipervigilancia es fundamental para posibilitar el crecimiento postraumático

No obstante, La Licenciada Hayward es más cauta, advierte que los terapeutas no deben “saltar directamente a la posibilidad de crecimiento”, lo que, según ella, puede “a menudo interpretarse como una minimización del sufrimiento o de la pérdida”.

Hayward, que trabaja con veteranos en el Long Beach Medical Center en California, conoce ese crecimiento de primera mano: quedó paralizada en un accidente automovilístico cuando tenía 16 años, lo que puso fin a una promisoria carrera deportiva competitiva. Ella superó ese trauma con la ayuda de familiares y amigos que la apoyaron, pasó a estudiar psicología social en Harvard y ha viajado a más de 42 países, a menudo en misiones humanitarias brindando asesoramiento y otro tipo de apoyo a las víctimas de trauma. Hoy, no duda en atribuir al accidente el aumento exponencial de la fuerza de su carácter al obligarla a superar desafíos. También aprecia enormemente la vida, las relaciones con los demás y los pequeños gestos cotidianos. Sin embargo, Hayward tiene cuidado de no predicar el potencial positivo a sus pacientes antes de que estén listos. En cambio, espera a que expresen “alguna reacción positiva al evento” para comenzar a trabajar.

Todavía los especialistas que se dedican a trabajar sobre el crecimiento postraumático son pocos, pero tienes muchos especialistas que desde terapias específicas para trauma pueden llegar a alentar ese crecimiento. Asimismo, te recomendamos un libro que lamentablemente todavía no está en español, pero que es un tipo de terapia muy innovadora y efectiva para la recuperación del trauma y la búsqueda del crecimiento postraumático: “Recovering from Trauma using Compassion Focused Therapy” de la Licenciada Deborah Lee, discípula del Doctor y Profesor Paul Gilbert quien desarrollo una terapia cognitiva basada en la compasión que ha probado ser muy efectiva no solo para trauma sino para baja autoestima, ansiedad y depresión.

Hace unas semanas preguntábamos en Facebook cuáles eran los cambios que habías experimentados. Muchas respuestas nos decían que, a pesar de todo el dolor, la desconfianza, la traición, habían aprendido mucho de la vida, de los seres humanos, y habían desarrollado más empatía, más confianza en sí y mayor felicidad.

El crecimiento postraumático es una realidad que debe seguir siendo explorada.

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¿Cómo desenmascarar a psicópatas y narcisistas?

Mi publicación (8)

¿Cómo puede ser que nadie vea detrás de la máscara que llevan?

Esta es la pregunta del millón, una pregunta que todos los sobrevivientes nos hacemos porque no podemos creer que muy pocos vean el monstruo que hay detrás de esa fachada, y lo que es peor que sigan abusando como si nada. ¿Cómo hacen para que sus pantallas no tengan fisuras?

En general las tienen, el problema radica en que cuando alguien las detecta se convence de que se está equivocando porque todo el mundo admira a esa persona, es decir, cede al pensamiento de grupo, ni siquiera menciona sus reparos, porque tiene temor a ser marginado. No obstante, si lo hiciese, es probable que otros también se abran y confíen sus dudas. Pero el miedo puede más, y es así es como el silencio perpetúa esa imagen maravillosa que se inventaron.

¿Cómo construyen una máscara social tan efectiva?

Primero que nada, la mentira y el camaleonismo. Siempre le dicen a cada persona lo que quiere oír. ¿A ti te gusta el jazz? Te dirá que ama a Miles Davis; ¿su jefe detesta el arte impresionista?, le dirá que Monet está sobrevaluado; ¿su vecino es anarquista?, sacará a relucir alguna frase de Proudhon. Así, dándole a cada uno lo que prefiere, y agregándole a esto su locuacidad y su facilidad para mentir, tenemos el combo perfecto para moverse entre personas de su entorno. Pero algunos van por más, quieren llegar a ser figuras públicas, y pisarán a quien sea para lograrlo, pero para comprar silencios cuando la máscara se les corra -porque siempre se les corre, -se enrolarán en causas que les importa un pimiento para ganar respeto y visibilidad. Es así como encontrarás psicópatas defendiendo el vegetarianismo, encabezando marchas por los derechos de género, o donando dinero a hogares de ancianos. No, no lo hacen porque están convencidos, abrazarán cualquier causa que sea tenida en alta estima social para sacar réditos de eso. Todos los días escuchamos a gente que nos dice: “¿cómo puedes decir que él es un abusador si lucha por los derechos de género a al par de nuestras hermanas? Seguramente, esas chicas deben de estar inventando una causa para desacreditarlo” o también: “esa actriz no puede ser tan maltratadora y despiadada con sus colegas como dicen, no come carne y no usa cuero”. El público no puede pensar que ese personaje público pueda ser sólo eso, un personaje hecho a medida. El caso más terrible y emblemático de fachada infranqueable fue Jimmy Savile en el Reino Unido.

Jimmy Savile fue un presentador y DJ que condujo por décadas uno de los programas con más audiencia del Reino Unido. Todos sus fans querían una foto con él, fue condecorado por la Reina y recibió premios de todo tipo. Donaba cientos de miles de libras a hospitales y hogares de niños; los visitaba, se involucraba con ellos, les regalaba juguetes. Sin embargo, muchos niños y jóvenes comenzaron a denunciar que habían sido abusados cuando quedaron a solas con Jimmy. Nadie les prestó atención, alegaron que estas personas estarían tratando de extorsionar al presentador, al punto de que la BBC desestimó los rumores. A fines de los 70, en medio de crecientes evidencias, el líder de la banda Sex Pistols, Johnny Rotten, denunció públicamente a Savile en televisión. Recibió todo tipo de amenazas y repudio, la opinión pública consideraba que su aspecto punk y sus letras contestatarias lo hacían poco creíble, quien seguramente mentía era ese músico de aspecto desprolijo, por el contrario, Jimmy Savile tendría que ser la víctima, un señor decente y generoso que estaba siendo difamado. Los años pasaron y Savile murió. Tras su muerte, más de 1000 personas lo denunciaron por abuso sexual, los abusos se habían dado tras bambalinas en la BBC, en los hospitales, en los hogares, Savile había abusado de niñas y niños de todas las edades durante 50 años. ¡Fue una tremenda bofetada general! Se le retiraron todos los honores y condecoraciones, el público finalmente tuvo que admitir que las acusaciones habían sido ciertas, pero ya era tarde: Savile hizo lo que quiso durante toda su vida sin freno, se burló de todos y dejó miles de víctimas sin justicia.

¿Se los puede desenmascarar?

Sí, si no nos callamos, si nos atrevemos a hablar, podremos desenmascararlos. Psicópatas y narcisistas siempre dejan rastros de su accionar, se pisan en sus mentiras, tenemos eso a nuestro favor. Pero el silencio los favorece; como ves, Savile tuvo muchos cómplices que hicieron oídos sordos, y una sociedad que no conocía la existencia de este tipo de desórdenes de personalidad. Nos dirás que todavía hoy la sociedad no conoce sobre este tema. Es cierto, tenemos un camino largo por recorrer, pero la problemática del abuso psicopático y narcisista ya está mucho más instalada en los medios que hace diez años y va a seguir creciendo. Está en nosotros seguir divulgando.

Asimismo, es importante que, desde lo personal, documentemos cada cosa fuera de lugar o sospechosa de quien te genere desconfianza, sea tu colega, pareja o familiar. Guarda sus audios, correos y mensajes; no esperes a que las cosas pasen a mayores, habla con otras personas que puedan estar sintiendo lo mismo, es probable que ellas también tengan dudas. Y si estamos en la otra vereda, si somos nosotros quienes recibimos inquietudes o denuncias contra alguien que conocemos, no descartemos una investigación ni la obstaculicemos. Mantengámonos informados sobre los organismos oficiales, las fiscalías, los juzgados y las ONGs que ayudan a las víctimas de violencia doméstica, empresarial, familiar y escolar, divulguemos, trabajemos como voluntarios, en resumen, no nos quedemos con los brazos cruzados a esperar que las cosas cambien por si solas. Las máscaras, aún las mejores, no duran mucho tiempo si hay personas con los ojos abiertos y dispuestas a colaborar con la verdad.

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Hipervigilancia: el permanente estado de alerta después del abuso

Mi publicación (1)

“No quiero conocer a nadie, estoy bien en soledad”
“A veces pienso que todo lo que me dicen tiene doble sentido, sé que no es así, pero la situación me supera”
“No puedo evitar estar a la defensiva”
“Me cuesta volver a confiar en la gente”
“Mis familiares y amigos están preocupados por mí, dicen que veo todo como una amenaza.”
“Tengo miedo de que me vuelva a pasar lo mismo”
Si algunas de estas frases te dan vueltas en la cabeza es probable que tengas hipervigilancia, una de las manifestaciones del trastorno de estrés postraumático. La hipervigilancia es algo más que prestar atención a las señales de tu entorno, es un estado de alerta extrema que socava tu calidad de vida, te cansa física y mentalmente, e interfiere con tus relaciones.
Los sobrevivientes que tienen hipervigilancia (una abrumadora mayoría) se sienten constantemente en guardia, propensos a una reacción exagerada y mantienen una conciencia intensa de su entorno tratando de prevenir daños o ataques; esto sucede porque la situación abusiva que sufriste fue tan traumática que tu sistema límbico quedó atascado en ese estado de hipersensibilidad ante las posibles agresiones del ambiente.
Tratamiento
El tratamiento de la hipervigilancia puede variar según la causa subyacente. Si todavía estas en una relación con una persona abusiva, el primer paso sería alejarte de esa persona, esté en el hogar o en el trabajo. El contacto cero o mínimo es fundamental.
Una vez removida la amenaza real, lo peor está por empezar. Las primeras semanas experimentarás una mezcla de alivio y dolor insoportable, pero con el pasar de los días, comenzarás a sentir que no puedes confiar en tu entorno, escaneas mentalmente a todas las personas que conoces, buscas señales que los delaten, no quieres pasar de nuevo por lo mismo. Este es el momento en que el tratamiento puede incluir psicoterapia como también, en ocasiones, medicamentos. Algunas opciones son:
Terapia cognitiva conductual: el objetivo de la terapia cognitiva conductual (TCC) es enseñarle, a través de conversaciones con un terapeuta, que no puedes controlar todos los aspectos del mundo que te rodea, pero puedes controlar tu respuesta.
Terapia de exposición gradual: el objetivo de esta terapia es exponerte a lo que desencadena (triggers) tus momentos de máxima alerta para abordarlos desde una perspectiva realista y tomar medidas para mitigar tu respuesta.
Desensibilización y reprocesamiento del movimiento ocular: El objetivo de esta terapia, también conocida como EMDR, es utilizar el movimiento ocular como un medio para redirigirte a los recuerdos traumáticos del pasado a través de las sensaciones del presente. Es una terapia que solo puede hacerla alguien con título universitario habilitante y con un posgrado o especialización en la misma.
Mindfulness (entrenamiento de atención plena): este tipo de práctica apunta a “vivir en el presente” y enfocar tus pensamientos en sensaciones inmediatas en lugar de quedar enganchado en pensamientos recurrentes.
Medicamentos: el TEPT puede tratarse con antidepresivos o ansiolíticos dependiendo de los síntomas que lo acompañan. De más está decir que esto debe evaluarlo un médico.
Cambios en el estilo de vida: descansa lo suficiente, mejora tu higiene de sueño, mantén una dieta saludable y haz actividades que te relajen como el yoga o el tai chi. El ejercicio vigoroso también puede ayudar al estimular la producción de endorfinas, las cuales tienen un impacto inmediato en tu estado de ánimo.
Asimismo, es importante que expliques lo que es la hipervigilancia a tus seres más queridos ya que pueden estar desconcertados, o incluso ofendidos, por alguna reacción tuya. Por ejemplo, tu hermano pone una canción que te recuerda cosas traumáticas y le gritas hasta que apaga la música. Si están alertados, sabrán cómo manejar estas situaciones que, afortunadamente, con el paso del tiempo, serán menos frecuentes hasta desaparecer.
Por último, recuerda que el 96% de la población mundial NO ES ni psicópata ni narcisista, tienes más chances de encontrar buenas personas que malas y, además, aunque no lo veas ahora, tienes muchas más herramientas para detectar a esas personas destructivas en forma casi inmediata y ponerte a resguardo. Superar la hipervigilancia lleva algo de tiempo, pero se logra. Ten confianza en el proceso.

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Estrés postraumático, el malestar de los sobrevivientes

melancolía

Contrariamente a lo que se piensa en general, no necesitás ser un sobreviviente de una guerra o haber sido víctima de un secuestro para sufrir trastorno de estrés postraumático. Hay muchas experiencias traumáticas que pueden dar lugar al TEPT como, por ejemplo, haber perdido a un ser querido, haber crecido en un hogar violento, haber sido víctima de abuso sexual, estar en una relación con un narcisista o psicópata, o trabajar en un lugar en el que sos víctima de acoso y hostigamiento.

Cuando se experimenta una situación traumática, o se vive atemorizado en un entorno hostil, el miedo desencadena muchos cambios en el cuerpo para lograr defenderse del peligro o evitarlo. Esta respuesta se conoce como de “lucha o huida”, una reacción típica destinada a proteger a una persona de daños, preparando fisiológicamente al cuerpo para defenderse o escapar del peligro. Para que el cuerpo alcance ese estado físico de máxima alerta y rápido desempeño, una cascada de hormonas y neurotransmisores ponen el cerebro en alerta. Cuando la emergencia termina, muchas personas vuelven a su estado fisiológico normal; pero otras quedan en estado de alerta permanente, aun cuando el peligro haya pasado; o en el caso de aquellos que viven en un ambiente agresivo, el organismo simplemente no puede “bajar la guardia”.

Lamentablemente, el TEPT se suele confundir con depresión o ansiedad, y muchas veces, quien lo sufre, pierde tiempo probando terapias o medicación equivocadas, o lo que es peor, su cuadro se agrava. Sin embargo, el estrés postraumático es un trastorno que tiene tratamientos específicos y que, debe controlarse no solo para evitar el daño psicológico y emocional, sino para armonizar el cuerpo que, de seguir en estado de alerta constante, podría desarrollar enfermedades crónicas. Los síntomas generalmente comienzan temprano, dentro de los 3 meses posteriores al incidente traumático, pero también pueden comenzar años después. Para poder considerar que estamos frente a un cuadro de TEPT, los síntomas deben durar más de un mes y ser lo suficientemente graves como para interferir con las emociones, las relaciones o el trabajo. El curso de esta dolencia varía. Algunas personas se recuperan en 6 meses, mientras que otras tienen síntomas que duran mucho más. En algunos casos, sin tratamiento, la condición se vuelve crónica.

Los síntomas más comunes son los siguientes:

*Flashbacks: revivir el trauma una y otra vez, muchas veces esos flashbacks son provocados por objetos, sonidos, olores que recuerdan los momentos dolorosos.
*Síntomas físicos como taquicardia o sudoración.
*Pensamientos recurrentes.
*Conductas evitativas, mantenerse alejado de lugares, eventos u objetos que son recordatorios de la experiencia traumática.
*Sobresaltarse fácilmente.
*Ansiedad y/o ataques de pánico.
*Insomnio primario o secundario.
*Enojo o ira súbitos, especialmente las víctimas de abuso.
*Pensamientos negativos sobre uno mismo o sobre el mundo
*Pérdida de interés en actividades divertidas.
*Dificultad para concentrarse en tareas simples.
*Tener la sensación de estar adormecido emocionalmente, de ver la vida desde lejos.
*Abuso de alcohol u otras substancias como mecanismo para tapar estos síntomas.

No es necesario tener todos los síntomas anteriormente mencionados para sospechar la posibilidad de sufrir estrés postraumático, por lo que, si estás experimentando algunos de ellos, buscá asesoramiento profesional para comenzar tratamientos específicos. Con respecto a los mismos, hay que recordar que todos somos diferentes, y que el TEPT afecta a las personas también de manera diferente, por lo que un tratamiento que funciona para uno, puede no funcionar para otro, y es probable que se deban probar distintos tratamientos para encontrar lo que funciona para sus síntomas. Desde ya, si alguien con trastorno de estrés postraumático está pasando por un trauma continuo, como cuando se vive abuso, ya sea en el hogar o en el trabajo, primero que nada, esa persona necesitará ayuda para salir de esa relación, y en paralelo, abordar un tratamiento. Hay muchos tipos de terapias, como así algunos medicamentos que pueden ayudar.

Terapias
La psicoterapia clásica, las terapias cognitivo-conductuales, y métodos como EMDR y Tapping, pueden funcionar dependiendo de la sintomatología. Lo más importante es encontrar un terapeuta acreditado en el tratamiento de trauma. El terapeuta puede combinar diferentes terapias dependiendo de las necesidades de cada persona. Las psicoterapias efectivas tienden a enfatizar algunos componentes clave, incluida la educación sobre los síntomas, las habilidades para ayudar a identificar los desencadenantes de los síntomas y manejar los síntomas.

Medicamentos
Los medicamentos más estudiados para tratar el TEPT incluyen antidepresivos, que pueden ayudar a controlar síntomas como la tristeza, la preocupación constante y la sensación de insensibilidad interior. Otros medicamentos, como cierto tipo de ansiolíticos, pueden ser útiles para síntomas específicos de TEPT, por ejemplo, ataques de pánico.

Apoyo emocional del medio
Además de las terapias y la medicación es necesario contar con el apoyo de amigos y familiares. Muchas veces esto no es sencillo porque los allegados de quien tiene TEPT no terminan de comprender la naturaleza de este trastorno. En ocasiones, la persona que padece ese desorden es quien tiene que educar a aquellos que lo rodean. Algunos libros que son de gran utilidad para quienes desarrollaron estrés postraumático, como así también para familiares y amigos que quieran ayudar son: “El cuerpo lleva la cuenta” de Bessel van der Kolk, “Trauma y recuperación” de Judith Herman y, en inglés, especial para quienes fueron criados en entornos abusivos, “Complex PTSD: From Surviving to Thriving: a guide and map for recovering from childhood trauma” de Pete Walker.

El trastorno de estrés postraumático tiene solución. En sí, no es una enfermedad, es una condición transitoria anómala de tu cerebro, una especie de herida, que se puede revertir. Es indispensable saber que es posible salir de ese estado de alerta mental y entumecimiento emocional. Ya no estamos a merced de nuestras memorias traumáticas.

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El abuso narcisista o psicopático en la infancia

¿Se puede identificar el abuso cuando tienes 6 años de edad? ¿Cómo logras ver que lo que vives en tu familia no es normal si no tienes las herramientas ni la madurez para comparar con otras realidades? ¿Qué tan grande es el daño de quien fue expuesto a un/a progenitor/a narcisista o psicópata desde su nacimiento cuando el cerebro es tan plástico? ¿Cómo hago para tener contacto cero con quien me dio la vida sintiendo la culpa que siento? Estas y otras tantas preguntas son las que se hacen los hijos e hijas de progenitores abusivos, como también madres y padres que tienen niños con ex parejas narcisistas o psicópatas.

Primero que nada, hay que hacer una distinción importante: no es lo mismo el caso de una niña o niño que creció en una familia donde nadie era consciente del abuso, donde el progenitor sin características psicopáticas no entendía lo que sucedía y danzaba al son de su pareja abusiva, que aquellos niños que tuvieron el sostén de alguno de sus progenitores, o incluso de abuelos o tíos, que lograron identificar el patrón psicopático o narcisista. En el primer caso, la vinculación por trauma recién se logra resquebrajar cuando esa niña o niño se hace adulto, y su proceso de recuperación, como nos dijo acertadamente una vez una lectora, es de por vida. Los hijos que tienen la protección de un familiar consciente de lo que sucede no necesariamente escapan a esta problemática, pero aún con la fuerte manipulación del padre o de la madre narcisista o psicópata, en algún momento conectan la información con lo que están viviendo y pueden escapar de la dinámica abusiva con más rapidez y con menos daño emocional, pues la validación de lo que vivieron, es uno de los pilares de una recuperación efectiva. Es por esto que jamás vamos a dejar de difundir este tema, solo el conocimiento nos hace libres.

El mundo de un niño pequeño gira en torno a sus padres o cuidadores primarios. Los cuidadores idealmente brindan seguridad, amor, comprensión, nutrición y apoyo. Cuando alguno de sus progenitores socava la identidad del niño, lo manipula, le hace sentir que nunca será bueno si no cumple con sus caprichos, destruye el apego seguro y favorece la vinculación por trauma. Los niños que crecen en entornos manipuladores y abusivos son más propensos a desarrollar ansiedad y depresión desde pequeños. Tanto los niños como los adultos que han crecido en situaciones de maltrato físico y/o psicológico pueden volverse impulsivos o, por el contrario, pasivos y excesivamente obedientes. Muchos viven en estado de constante hiper vigilancia y otros en una especie de letargo, ambos estados son característicos del estrés postraumático y del estrés postraumático complejo (más sobre esto al pie de la nota). El noventa por ciento de las personas adultas que acuden a los servicios públicos de salud mental con diagnósticos variados, luego de muchas sesiones, finalmente logran hacer consciente que fueron víctimas de maltratos físicos o psicológicos, como también en muchos casos, de abuso sexual, por parte de un familiar (Cusack et al., 2006). La mayoría de los sobrevivientes que no tuvieron el apoyo de algún ser querido que fuera consciente de la dinámica perversa a la que era sometida toda la familia luchan con su identidad y con una autoestima debilitada hasta que logran identificar el abuso sufrido. Es en ese momento cuando comienza la sanación que tiene que deshacer años de mentiras, de manipulación, de humillación, de gaslighting, de culpa, de proyección y de triangulación.

Ahora eres consciente de lo que sucedió, entiendes que fuiste víctima de abuso, que el problema no eras tú, que te usaron como chivo expiatorio, y ahora ¿qué? ¿Debes mantener contacto cero? ¿Debes impedir que tus niños vean a su abuelo/a? ¿Qué van a pensar de ti los que no conocen la verdadera cara siniestra de tu padre/madre si te alejas? Es difícil lo que te sucede, socialmente estamos lejos de entender el abuso narcisista y psicopático, por lo que es común que esas personas desconocedoras del tema te juzguen, opinen, se crean con autoridad moral para decirte qué hacer. Pero no cedas, tú tienes que privilegiar tu recuperación, y si tienes hijos, debes preservarlos de la dinámica perversa de triangulación, de favoritismos, de maltratos, porque ya sabes, no van a cambiar, simplemente mutarán de máscara, y adoptarán otro tipo de manipulación con sus nietos. Asimismo, es muy doloroso sobrellevar la culpa que sientes al intentar romper el contacto con quien te dio la vida, te acostumbraste a que te movieran con la culpa, después de todo estos maestros de la hipocresía viven dando lástima; pero a esta altura deberías saber que todo es una charada y te mereces vivir esta única vida que tienes en paz, en armonía, ya tuviste suficiente. Además, todos los estudios demuestran que psicópatas y narcisistas no mejoran con los años, por el contrario, al perder el atractivo que los hacía magnéticos, se resienten tanto que su amargura y su violencia emocional crece, y te va a querer allí, para depositar en ti todo su veneno, y de paso, para que le cuides durante su vejez (al pie de página tienes un enlace a un libro que habla específicamente sobre la vejez de psicópatas y narcisistas), Muchos sobrevivientes encontraron un equilibrio entre la culpa de dejar a sus progenitores a su suerte y la necesidad del contacto cero contratando una persona para que los cuide, o enviando dinero para sus necesidades, pero siempre desde una lejanía saludable.

Si no puedes mantener contacto cero, ya sea porque no lo puedes concebir por tus valores o porque te limitan situaciones familiares, económicas, etc., debes aprender a jugar en una especie de tablero de ajedrez, anticipando movidas, escapando de ellas, reaccionando a nada, poniendo un muro de preservación emocional entre tu madre o padre y tú. No es sencillo, pero puedes intentarlo. El doctor George Simon asegura que, si nunca reaccionas por impulso, si siempre contestas con voz calma y te retiras de la situación, sus manipulaciones quedan momentáneamente neutralizadas. No obstante, volverán a la carga, una y otra vez, eso es extenuante, pero llegará el día en el que se darán cuenta de que ya no juegas su juego, se aburrirán y buscarán a otros. Lamentablemente, esos otros son miembros de tu familia o de tu comunidad, y eso te hará sufrir. Cuando no hay contacto cero absoluto, de alguna manera u otra, hay daño.

Si tienes hijos en común con tu ex narcisista o psicópata, entiende que habrá momentos en que tu ex pareja los envolverá en sus mentiras, aun cuando tú des lo mejor de ti, aún cuando tengas el apoyo de psicólogos o psicopedagogos, recuerda que para estas personas los hijos en común son un botín de guerra, un arma con la que lastimarte, y un reaseguro en la vejez a los que manipularán para que cubran sus necesidades. Tú debes seguir por el camino de la verdad, tus hijos finalmente entenderán el juego perverso en el que están inmersos y lograrán salir, tendrán en ti el apoyo y el amor suficientes para que el daño pueda ser revertido.

Finalmente, y a propósito de esto último, no des crédito a titulares sensacionalistas que afirman que los cinco primeros años del cerebro son críticos y que el trauma emocional que puedan sufrir no tiene forma de revertirse. Esto no es así, el cerebro es plástico, puede recuperarse, hay terapias efectivas para el estrés postraumático (al pie de página tienes más sobre este tema).

Tú mereces todo el amor que no tuviste, mereces toda la paciencia que no conociste, mereces una vida vivida por y para ti, mereces tener amigos y familiares sanos, mereces reconocimiento, validación y verdad. Dicen que hay que honrar a tu padre y a tu madre, pero ¿quiénes son tu padre y tu madre? ¿Una madre narcisista? ¿Un padre psicópata? No, esos no son padres ni madres, son meros progenitores que traen hijos al mundo con el propósito de ser servidos por ellos. Honra a los padres y madres que la vida te traiga en remplazo de esos que solo te escupieron al mundo. Contacto cero. Contacto mínimo y reacción cero.

Material de ayuda:

Libro Madres que no saben amar

https://www.cuspide.com/9788479534028/Madres+Que+No+Saben+Amar

Libro trauma y recuperación, uno de los mejores libros sobre trauma y abuso infantil

https://www.planetadelibros.com/libro-trauma-y-recuperacion/1857

Artículo sobre padres psicópatas (el sol negro)

https://www.alcmeon.com.ar/12/48/07_sol_negro.htm

Artículo sobre plasticidad cerebral

https://mejorquenormal.wordpress.com/2018/08/28/el-cerebro-que-se-cambia-a-si-mismo/

Más en nuestro blog

http://sobreviviendoasociopatasynarcisistas.blogspot.com/2015/02/perspectivas-para-los-hijos-de-padres.html

Excelente libro para aprender a lidiar con progenitores psicópatas y narcisistas cuando envejecen (en inglés)

https://www.bookdepository.com/Children-of-the-Aging-Self-Absorbed-Nina-W.-Brown/

Artículo sobre estrés postraumático y terapias específicas para tratarlo

https://mejorquenormal.wordpress.com/2018/06/19/trastorno-de-estres-postraumatico-el-malestar-de-los-sobrevivientes/

Excelente página en Facebook sobre madres narcisistas (en portugués)

https://www.facebook.com/maes.narcisistas/

Blog sobre madres narcisistas

https://hijademadretoxica.com/wp/hija-de-madre-toxica/

Articulo (en inglés) sobre cómo detectar un padre narcisista

https://www.huffpost.com/entry/6-ways-to-know-you-were-raised-by-narcissists_n_5616b091e4b0082030a18f72

Nuestra única página de Facebook es:  https://www.facebook.com/comunidadsobreviviendoapsicopatasynarcisistas/

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La psicopatía y el narcisismo tienen una fuerte base neurológica

La psicopatía y el narcisismo tienen una base neurológica. En mayor o menor medida las personalidades tipo B sufren una pérdida de actividad en el sistema límbico, y una disminución de la actividad en la corteza orbital y la corteza prefrontal ventromedial adyacente, la parte del cerebro que se encuentra justo sobre ojos y nariz. También tienen una actividad anormal en la amígdala al final del lóbulo temporal, y actividad menor en una pequeña franja del giro cingulado que conecta la corteza orbital y la amígdala (ver imágenes de la resonancia magnética funcional del encabezado de esta nota). Los científicos discuten si esto es algo de origen genético, o si este funcionamiento deficitario del cerebro es producto de una crianza, o bien abusiva, o bien demasiado permisiva (ambos casos han sido propuesto por psicólogos y psiquiatras que investigan el tema) durante los cuatros primeros años de vida, etapa en la cual el cerebro es absolutamente plástico. Seguir insistiendo en que la psicopatía y el narcisismo son meras “formas de ser” es un error, lo correcto sería decir que este funcionamiento cerebral deficitario se “traduce en una forma de ser” que generalmente hace daño a quienes conviven con psicópatas y narcisistas. Sin embargo, esto que afirman muchos científicos no significa que estén enfermos y que no puedan evitar hacer lo que hacen ya que las áreas ejecutivas del cerebro, y las áreas que juzgan si el propio accionar es ético o no, dañino o no, están en perfecto estado, por lo que hay un alto grado de elección personal en todo lo que hacen, es decir, SON RESPONSABLES Y CONSCIENTES DE SUS ACTOS. Hay investigadores como el Dr. Kent Kiehl, y el Dr. George Simon que creen que, si bien el cerebro adulto no es tan plástico como el de los niños, si se lo ejercitara, estos pacientes con desórdenes de personalidad tipo B podrían desarrollar nuevas conexiones neuronales que ayudarían a controlar la impulsividad y a desarrollar algo de empatía. Este tipo de cambios en la estructura neuronal es más común de lo que parece, por ejemplo, cuando una persona sufre un ACV, e inmediatamente se la hace practicar con diversas terapias, logra recuperar muchas funciones aun cuando el área que regula esa función en el cerebro esté irreversiblemente dañada, es decir, otras áreas del cerebro asumen el control de esa función. Pero para que esto suceda, hay que trabajar y trabajar con voluntad y empeño. En el caso de psicópatas y narcisistas no les interesa ningún cambio, ni ningún trabajo duro, debido a la distorsión que tienen en su auto percepción, no creen que exista nada malo en ellos, simplemente desconocen cómo se ve y se siente el mundo con un cerebro no deficitario, si por un momento tuvieran esa percepción se darían cuenta de todas las funciones de las que carecen. Y es en este aparente callejón sin salida donde nos queremos detener: hasta el momento, psicópatas y narcisistas no se han hecho tratar porque históricamente volaron bajo radar, no se los detectaba. Ahora, las cosas están cambiando, en un par de años más, la mayor parte de la población los va a reconocer, y no los va a querer cerca, nadie quiere tener a su lado a una persona con hábitos predatorios, las empresas no los van a contratar, sus familiares los van a dejar, los vecinos los van a evitar, los votantes no los van a votar, etc. ¿Y qué pasará si esto ocurre? Pues que habrá una sola elección posible: o tratamiento u ostracismo social. Entonces, solo entonces, comenzaremos a ver cambios. Por el momento, la única forma de relacionarnos con ellos es el contacto cero o el contacto mínimo.

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Glosario sobre psicopatía y narcisismo con palabras finales

Hace tres años comenzamos el blog con la idea de difundir lo que habíamos aprendido sobre psicopatía y narcisismo buscando respuestas a nuestras situaciones personales que transcurrieron tanto en el ámbito doméstico como en el laboral. Coincidíamos en que el material que había disponible en español era insuficientes por lo que, sin tener experiencia previa en blogs o redes sociales, decidimos traducir lo que había disponible en inglés y francés para subirlo. También difundimos lo que ya había en castellano tanto en blogs como en libros. A los pocos meses de iniciar el blog, el libro de Iñaki Piñuel salió a la venta y desde entonces la problemática del abuso psicopático ha comenzado  a tratarse en los medios. Lamentablemente, si bien estamos felices de que hay más presencia mediática del tema, está lejos de tener la cobertura que merece y deseamos que cada vez sean más los blogs, las comunidades en redes sociales, los artículos periodísticos, los reportajes televisivos para prevenir y sanar el abuso de psicópatas y narcisistas en sus roles de padres/madres, colegas, jefes, parejas.

Hoy queremos anunciar que ésta será nuestra última entrada al blog. Creemos que ya colaboramos en difundir lo que estaba a nuestro alcance. Seguiremos manteniendo la página de Facebook para mostrar lo que otros divulguen y para dar la oportunidad a los lectores de seguir comentando y compartiendo vivencias. Creemos firmemente que la educación logrará que las personas que estén en la mira de abusadores puedan darse cuenta y alejarse antes de involucrarse en relaciones o proyectos con ellos; que los sobrevivientes se recuperen de forma eficiente y definitiva; que los psicópatas integrados y narcisistas malignos, al no poder usarnos, se sientan obligados a cambiar su conducta hacia el resto. Hoy por hoy, se ha comprobado que distintos tipos de terapias cognitivas-conductuales, el uso de oxitocina inhalable, la meditación compasiva (esto último a cargo del equipo del Doctor en Ciencias Neurocognitivas Richard Davidson) se utilizan con bastante éxito para estimular la empatía y mejorar la conducta de las personas con desórdenes de personalidad tipo B. Sin embargo, los sociópatas no quieren salir de su zona de confort. Solo cuando toda la sociedad los identifique se verán forzados a tratarse o a vivir prácticamente aislados cuando los demás traten de evitar su compañía. Ese es el poder de la educación.  Es entonces que dejamos establecido aquí lo siguiente:

Por el presente texto declaramos que todo el material que compartimos en este blog que sea de nuestra autoría, es decir aquel que no esté especificado como cita textual, reportaje, transcripción o traducción de otros autores, es y será de DOMINIO PUBLICO por lo que cualquier persona puede hacer uso del mismo total y/o parcialmente para reproducirlo en cualquier medio si, y solo sí, reconoce SU CONDICIÒN DE MATERIAL INTELECTUAL QUE PERTENECE A LA SOCIEDAD EN SU CONJUNTO. Reiteramos, nadie podrá reservar derecho alguno sobre el material original de este blog porque nosotras, las autoras SHIVA SHAKTI, lo hemos establecido como de DOMINIO PUBLICO.

Habiendo aclarado esto, queremos dejarte un glosario con los términos más importantes para entender en qué consiste este tipo de abuso, de violencia. Asimismo, deseamos asegurarte que de ese pozo de dolor y debilidad se sale, busca la ayuda correcta, mantén contacto cero o contacto mínimo, aprende todo lo que puedas, dedícate a sanar, rodéate de amor y de buenas personas y, en especial, ten paciencia con tu proceso porque será largo, pero no eterno. Saldrás de esta crisis ENORME, volverás a ser feliz, y conocerás el valor de cosas sencillas en las que antes no reparabas bajo el drama constante del relato sociopático. Hay una vida plena y hermosa luego del encuentro con “la gente de la mentira”, como el doctor Scott Peck ha dado en llamar a aquellos cuyo placer es el mal ajeno.

GLOSARIO BÁSICO SOBRE PSICOPATIA Y NARCISISMO MALIGNO

Bombardeo amoroso: durante la etapa de idealización, los psicópatas y narcisistas necesitan derribar todos tus reparos por lo que harán una campaña extraordinaria de halagos, coincidencias manufacturadas, intensidad de vivencias, desesperación por estar contigo. Te hará creer que eres la pareja perfecta, su alma gemela, su colega o amigo ideal, etc. De a poco todos tus pensamientos comenzarán a girar alrededor de esa persona, querrás compartir todo, mostrarle todo, es cuando el proceso de totalización se ha cumplido y el abuso comienza.

Campaña de calumnias y difamación: esta etapa es un clásico del/la abusador/a. Cuando te abandone, lo dejes, o descubras su hipocresía tratará de destruirte, te endilgará su abuso, mentirá sobre ti, pondrá a tus hijos y familia en tu contra, te saboteará en el trabajo. Por favor, todos hemos pasado por esto, es una etapa larga en la que creerás enloquecer, pero la superarás, no sin alguna cicatriz de la batalla. NADIE SALE ILESO DEL CONTACTO DE CUALQUIER ÍNDOLE CON NARCISISTAS Y PSICÓPATAS, PERO SE SALE Y HAY MUCHA VIDA FELIZ LUEGO DE LA PEOR TORMENTA IMAGINABLE.

Chivos expiatorios:  el psicópata necesita de  apáticos útiles para cumplir con sus metas destructivas, especialmente en el mundo del trabajo o en las familias. Asimismo, debe sacar del medio a las personas muy empáticas que sospechan de sus mentiras, a éstas las escoge como chivos expiatorios, es decir una persona a la cual le adjudicará todas sus malas acciones, a la que tratará de difamar y aislar para que no pueda advertir a otros “objetivos” que el/la psicópata tiene en su mira. Los chivos expiatorios son muy comunes entre hijos de psicópatas o narcisistas y entre colegas eficientes y responsables, quienes son una amenaza para las agendas secretas de todo perverso. La única solución es apartarse del camino del psicópata, no caer en sus provocaciones, explicar la situación a los que puedan entender y documentar todo lo que sea posible para usar en defensa propia ya que muchas veces hay que recurrir a instancias legales para protegerse.

Ciclo de idealización-devaluación-descarte: este ciclo se repite calcado en toda relación con un psicópata, sea como amigo o amante. En un primer momento, le resultas interesante, tiene algo que puede tomar de ti, te seduce como nadie, te hace sentir especial como nunca antes. Cuando sabe que te tiene asegurad@, comienza a hacerte dudar de todo, en especial de ti, te humilla sutilmente, te deja entrever que te engaña, desesperas y él/ella disfruta del show. Luego se aburre y pude tomar dos caminos: si sigue necesitando de ti, por ejemplo eres su cónyuge y le das a su vida un aire de normalidad para que nadie sospeche, te alternará entre idealización y devaluación; en cambio si le has sacado la máscara, o alguien tiene algo mejor para darle, pasará al descarte más brutal y repentino que pueda darte. Se exhibirá con otras personas que ocupen tu lugar inmediatamente.

Contacto cero: Todos los especialistas en relaciones abusivas recomiendan el contacto cero. ¿Pero qué es técnicamente el contacto cero? Ninguna comunicación directa con el sociópata o narcisista: no verlo en persona, escribirle mails ni hablar por teléfono .Ninguna comunicación indirecta: en Facebook, twitter u otras redes sociales o mensajes a través de terceras personas. Los motivos por lo cuales se recomienda el contacto cero son: si lo rompes volverás a ser manipulado y mantendrás abiertas las heridas, tardarás más tiempo en sanar y volverás a tener pensamientos obsesivos o intrusivos sobre esta persona. Asimismo, en los casos de psicópatas que ejercieron violencia física se corre riesgo de vida. Contacto cero (o contacto mínimo con método de piedra gris) para siempre.

Disonancia cognitiva: se define a la disonancia cognitiva como “la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas que puede impactar negativamente sobre actitudes y comportamientos”. Es decir, tu psiquismo está en tensión permanente por tratar de decodificar los mensajes contrapuestos que la persona abusadora da a su entorno. Tus decisiones pueden volverse erráticas, tratando de discernir lo que es verdad de lo que es mentira, además de perder considerable energía psíquica en el proceso. Lamentablemente, esa disonancia es la que hace que muchos sobrevivientes pasen años exculpando a la persona que los encadena a un permanente sufrimiento psicológico ya que prefieren creer las mentiras a asumir la verdad que es terrorífica y difícil de procesar.

Enunciación de pistas sobre su sociopatía: hay quienes dicen que lo hacen por placer, otros que lo hacen para reconocerse entre ellos, pero lo cierto es que todos dan pistas verbales de lo que son, por ejemplo: “no te convengo”, “no soy buena”, “mi debilidad son los niños”, cosas dichas con un doble sentido que solo descubres luego de que te enteras que hizo operaciones fraudulentas en la bolsa, que iba a fiestas sexuales mientras se hacía pasar por una persona conservadora  y que tenía una causa legal en otro estado por abuso de una menor de 13 años. De más está decir que el puñetazo que recibes cuando entiendes sus sádicas pistas con demora es tan grande que necesitarás todo el apoyo psicológico que los especialistas en narcisismo y psicopatía te puedan dar.

Facilitadores o monos voladores: los facilitadores o monos voladores son aquellas personas, generalmente apáticas o poco empáticas, que van tras la manada liderada por el/la sociópata. Estos facilitadores harán el trabajo sucio llevando rumores, acosando o simplemente creyendo las mentiras que el/la psicópata invente sobre ti. Hay dos clases de monos voladores:  el que es demasiado ingenuo y cree a ciegas las mentiras y el cínico que cree que va a poder sacar algo del psicópata. Ambos corren el riesgo de ser usados como chivos expiatorios o como próximos suministros de la persona tóxica.

Gaslighting: es la técnica por excelencia para volverte loc@ y consiste en hacerte dudar de tu percepción: te aseguran que no dijeron lo que dijeron, te tratan de celos@ y paranoic@ cuando te dejan adrede abierto un mail de otra persona, te cambian las cosas de lugar o extravían documentos importantes (esto último en las empresas), inventa teorías conspirativas sobre tu familia o amigos, etc. De esta manera, al poco tiempo, logran que pienses que has enloquecido y que no vales nada como pareja, hij@ o emplead@.

Imitación en espejo: aunque carecen de empatía emocional, los sociópatas tienen la habilidad cognitiva para entender e imitar a la perfección las emociones humanas, estudian perfectamente tus puntos fuertes y tus puntos débiles y, en base a eso, construyen una persona a tu medida. Este punto es fundamental para prevenir el abuso ya que no hay nadie que esté libre de vulnerabilidades, todos estamos expuestos a ser enredados en las mentiras de un/a psicópata si desconocemos el modus operandi de estos seres altamente tóxicos. La persona que, arrogantemente, cree que no le puede pasar y que los sobrevivientes son culpables de atraer con sus debilidades a estos sujetos está más expuesta que cualquiera.

Manipulación: junto con la mentira constante y la falta de control, la manipulación es una de las características más conspicuas de psicopatía o narcisismo. Sus vidas se basan en manejar y controlar a los otros para su propio beneficio. Manipulan en forma natural porque su vida es un constante estudio de los botones que tienen que tocar para hacerte reaccionar o actuar.

Mentiras compulsivas:  aquellos con desordenes de personalidad tipo B mienten todo el tiempo, aun cuando no es necesario. ¿El motivo? Pues se divierten mintiendo, se sienten poderosos engañando y adoran burlarse secretamente de las personas a las que dicen cuidar. Además las mentiras les resultan esenciales para la destrucción de la reputación y la autoestima de cualquiera que se atreva a darles su verdadero nombre: seres sin almas, egoístas y perversos.

Método de piedra gris y contacto mínimo: cuando no puedas tener contacto cero deberás recurrir a estas dos estrategias. El contacto mínimo consiste en tener el contacto básico (sea por razones familiares o laborales) y de ser posible a través de tercero, con testigos o por escrito.  El método de piedra gris es volverte la persona más aburrida y menos reactiva posible, no comentes nada de ti, de tu trabajo, familia e hijos; no reacciones a ninguna provocación; eventualmente se aburrirá y buscará otro objetivo para reinventar su drama.

Promiscuidad y/o perversión sexual: si bien no todos las personas psicópatas y narcisistas son perversos sexuales (muchos lo son e incluso son abusadores/as de menores), la gran mayoría son meramente promiscuos e infieles crónicos (que no es poco). Al no tener emociones, el sexo variado los mantiene interesados en algo, remplazan su pobre vida interior con estímulos hormonales y psicológicos ultra intensos derivados de múltiples parejas sexuales, orgías, pornografía hardcore, etc. No obstante, jamás asumirán que eso es lo que les interesa, de ser así no engañarían a nadie, por lo que necesitan hacerte creer que eres único/a en sus vidas (y a sus otras parejas también). Esto no solo trae consecuencias emocionales devastadoras cuando te enteras que lejos de ser la persona fiel que decía ser  te engañaba con cuanta cosa pasaba por delante; sino que al creerte en una relación monógama no tomaste recaudos y terminaste con alguna ETS.

Reacciones psicopáticas post-ruptura: los psicópatas y narcisistas suelen actuar de dos formas muy concretas luego del descarte, o bien te acosarán (en especial si tú has logrado romper la relación) o desaparecerán de tu vida como si nunca hubieran existido. En ambos casos quieren seguir causándote daño. Si tu partiste te molestará permanente ya que en su concepción todopoderosa de si mismo NADIE PUEDE DECIRLE QUE NO. Si te dejó abruptamente no se comunicará, por el contrario, se lucirá con sus nuevas conquistas y se esforzará para que te enteres. En todos los casos recurrirá a la campaña de difamación y al asesinato de personalidad (ver términos más abajo) para convencer al mundo que él/ella era la pobre víctima de tus incoherencias.

Síndrome de Estocolmo Doméstico:  también denominado “vinculación por trauma”, este síndrome aparece cuando la persona, luego de ver la cara “dulce y maravillosa” de su pareja o amigo, comienza a ser abusada. La víctima no puede entender lo que sucede y entra en un espiral de confusión, dolor, disociación y pérdida de valor como así también, se culpa por “el abrupto cambio” que sufrió la otra persona. En paralelo el/la abusador/a inventa mentiras sobre los familiares y amigos de la víctima para aislarla. En soledad, sintiéndose merecedora del abuso, la víctima cree que la única persona que la va a querer es su abusador/a sobre la que alberga esperanzas de que volverá a ser “la persona del comienzo” cuando logre complacerle.

Stonewalling o técnica del cerrojo: usada desde siempre en las empresas para aislar a ex empleados o cerrar bruscamente negociaciones, también es utilizada por los sociópatas para culparte a ti de todo lo que va mal en la relación. Fingen que están interesados en hablar, pero en cuanto comienzas a hacer algún planteo te acusan de imposibilitar el dialogo, hacen gestos de ofensa  y se niegan a seguir “conversando” para aclarar las cosas en “esos términos”. Obviamente sus objetivos siempre son oscurecer, confundir y proyectar su basura sobre los demás.

Tratamiento del vacío o silencio: el tratamiento del vacío es parte de la técnica de stonewalling, es no hablarte por días cuando le haces un planteo lógico, e incluso lanzarte miradas de odio cada vez que pasas cerca de esa persona. La angustia que provoca es tan grande que muchas veces la persona que fue engañada o humillada termina pidiendo perdón para que la otra parte deje de castigarle con un silencio hostil.

Triangulación: Esta es un arma de control y abuso. Es el “divide y reinarás” de Maquiavelo que  los psicópatas aplican en la familia, en la pareja, en los grupos de amigos y especialmente en las empresas. Te dicen que su ex era más fogosa y que estaba dispuesta a probar cosas que tú no quieres, te aseguran que si no le confías sobre lo que estás trabajando no podrá ayudarte y que otro colega tendrá más chances de obtener la promoción, te da a entender que tu eres un mal hijo y que tu hermano es mejor. De esa manera logra que te esfuerces en ser “mejor” amigo, colega, hijo, amante para ellos. No vale la pena.

Vampirización de recursos: los/las narcisistas y psicópatas viven de todo lo que puedan rapiñar del entorno, es decir, emociones, sexo, dinero, poder, comodidad, diversión, energía mental, etc. Los sobrevivientes sienten que no solo fueron burlados y abusados sino que quedaron sin energía vital y es por eso que se los conoce como vampiros emocionales. Descuida, volverás a recargar las baterías, mientras que ellos dilapidarán en segundos todo lo que robaron en para volver a quedar vacíos hasta la nueva víctima.

Estos son solo algunos de los términos que pueden arrojar luz sobre la oscuridad en la que se encuentran las personas captadas por psicópatas y narcisistas. En el blog quedan infinidad de consejos para la recuperación como así también otros conceptos y testimonios cruciales para entender y salir del abuso. También puedes buscar en otras fuentes términos como Terapia EMDR y Tapping, proyección de culpa, desórdenes de personalidad tipo B, lavado de cerebro, asesinato de reputación, estrés postraumático, suministro narcisista, totalización, dependencia bioquímica o adicción inducida, provocaciones psicopáticas, etc. Te recomendamos autores como Iñaki Piñuel, Vicente Garrido, Shannon Thomas, George Simon, Robert Hare, Paul Babiak, Martha Stout, Bernardo Stamateas, Marie France Hirigoyen, el foro de Psychopathfree, la página LoveFraud y el sitio del controvertido Dr. Marietán (te recordamos que no estamos de acuerdo, ni la mayoría de los autores anteriormente mencionados, con su concepto de “complementario/a” pero es indudable que es un especialista sobre el tema). Esperamos que tengas un gran nuevo año, que llegue con paz interior, salud, alegría, autoestima y energía recuperadas, y por sobre todo rodeada del amor de buenas personas. Queremos darte las gracias porque estuviste ahí con nosotras sanando en conjunto. Parafraseando a Gandhi  podemos afirmar que la historia nos muestra que si bien desde tiempos inmemoriales hubo tiranos y pésimas personas que parecían invencibles, siempre cayeron y de la peor manera. El amor y la verdad prevalecerán. Lo logramos y lo lograremos; podemos y podremos; somos y seremos libres y felices.

“Trauma y recuperación”, un libro indispensable para superar el abuso psicopático y narcisista

En su libro “Trauma y recuperación”,  Judith Herman presenta un modelo de recuperación para personas que necesitan superar experiencias abusivas y traumáticas en sus vidas. Nos demuestra con profusa evidencia clínica que los sobrevivientes suelen desarrollar “estrés postraumático” (generalmente aquellos que tuvieron experiencias muy terribles pero de corta duración como ser testigos de un crimen o sufrir un ataque sexual) o también  “estrés postraumático complejo” (en aquellos que vivieron en situaciones de abuso durante años como es el caso de hijos y parejas de psicópatas y narcisistas.)

Los síntomas de todos estos pacientes cuando llegan al consultorio varían y dependerán del tipo de trauma. No es necesario que estén todos presentes pero si tienes más de tres de los mencionados en la siguiente lista es probable que padezcas EPT y debas consultar a un especialista en situaciones traumáticas o abusivas.

Estado de alerta casi constante.

Dificultad para regular las emociones y los impulsos

Insensibilidad y letargo emocional

Hiperreactividad o ira.

Adicciones a sustancias para mitigar el dolor.

Adicciones conductuales con el mismo fin (sexo, juegos de azar, etc.)

Conductas auto agresivas

La disociación (no sentirse conectado con su propio cuerpo, quedarse en blanco, perder la noción del tiempo, tener amnesias temporarias, etc.)

Depresión y/o ataques de pánico.

Recuerdos intrusivos que no se logran controlar.

Pesadillas e insomnio.

La Dra. Herman divide el proceso de recuperación en tres etapas que el terapeuta deberá pautar: 1) el restablecimiento de la seguridad y un sentido de autoestima en la vida del paciente, 2) el  duelo y la revisión del pasado y 3) la reconexión con una nueva vida y con nuevos vínculos sanos.  Herman considera que no se puede ir directamente al análisis del trauma sin antes haber establecido una seguridad mínima en la vida del paciente (especialmente si su ex pareja o familiar es violento) y sin haber logrado un vínculo de confianza entre el paciente y el terapeuta.  El consultorio es un lugar de sanación al que describe como “un lugar privilegiado dedicado a la memoria, es el espacio en el que los sobrevivientes ganan la libertad de entender y contar sus historias.”  Para sanar es necesario poder poner en palabras lo que hasta ahora el paciente había manifestado como enfermedad: “El conflicto entre la necesidad de negar los eventos horribles y el deseo de proclamarlos a viva voz es la dialéctica central del trauma psicológico. Cuando la verdad es finalmente reconocida, los sobrevivientes pueden comenzar a sanar. Sin embargo, a menudo, el secreto prevalece y la historia del evento traumático sale a la superficie como síntoma en vez de como un relato organizado.” Herman añade también: “el abusador, para escapar de su responsabilidad, hará todo lo que esté en su poder para promover la confusión y el olvido en la víctima”. Muchos sobrevivientes dudan, tienen disonancia cognitiva y en ocasiones amnesias temporales pero también sufren pensamientos obsesivos que reproducen las memorias traumáticas: “las personas traumatizadas alternan entre el congelamiento de sus emociones y el revivir constante del abuso”.

Etapa uno

En esta etapa se trata de conseguir una ‘hoja de ruta’ del proceso de curación. Se establecen objetivos de tratamiento y  enfoques útiles para alcanzar esos objetivos. El establecimiento de la seguridad y la estabilidad emocional del paciente es la prioridad, se le enseña a aprovechar y desarrollar las propias fuerzas internas que creyó perdidas durante la relación con el/la psicópata o narcisista. Aprenderá a regular las propias emociones y a controlar los síntomas que causan su sufrimiento. Lo más importante para poder pasar a la etapa dos es establecer un genuino auto-cuidado. Por supuesto, no todo es siempre tan perfectamente ordenado y secuencial. Por ejemplo, durante la primera etapa puede ser necesario analizar el contenido de los recuerdos perturbadores que están impactando en la vida del sobreviviente. Esto puede ser imperioso para ayudar a manejar los pensamientos recurrentes, o para entender por qué este paciente sigue maltratándose con conductas adictivas o enganchándose a personas que reviven su trauma (por ejemplo, el psicópata convenció a la víctima que era inútil e indigna/o de amor y que está condenada/o  a una vida de abuso y dolor).

Dependiendo de la gravedad de los síntomas, la primera etapa del tratamiento también puede incluir abordar los problemas con alcohol o drogas, la depresión, los comportamientos alimentarios, la salud física, los ataques de pánico, y /o de disociación. El terapeuta puede indicar la interconsulta con un médico que le indique medicamentos para reducir la ansiedad y /o la depresión, por ejemplo, inhibidores de la recaptación serotoninérgica (ISRS), o referirlo a un especialista en terapia de comportamiento dialéctica (DBT), un tratamiento para las personas que tienen serios problemas para tolerar emociones muy dañinas.

Etapa dos

Después de establecer una base sólida de entendimiento y de seguridad entre terapeuta y paciente comenzarán los trabajos de la segunda fase. Esta etapa de recuperación y tratamiento implica remover los recuerdos más pesados  y pasar por  un duelo. Recién en esta etapa es cuando la doctora Herman recomienda unirse a algún grupo de sobrevivientes, siempre sin dejar de lado la terapia individual, por el riesgo que conlleva escuchar otras historias de abuso si no se está preparado.

El trabajo principal de la segunda fase consiste en la revisión de los recuerdos para disminuir su intensidad emocional y tratar de asignarles un significado para la construcción de una vida y una identidad saludables. En esta etapa es inevitable atravesar el dolor de las experiencias abusivas y hacer el duelo por lo que se perdió o por lo que nunca será (es en este momento en el que se hace evidente que los psicópatas y narcisistas no cambiarán y que nunca nos devolverán amor o respeto por lo que es conveniente mantener un contacto cero).

Uno de los enfoques de investigación que está siendo utilizado con éxito para el procesamiento de los recuerdos traumáticos de esta etapa es la terapia EMDR sobre la que ya hemos hablado en este blog. Este método puede transformar rápidamente los recuerdos traumáticos en no traumáticos  sin tener que profundizar en ellos exhaustivamente cuando se teme una descompensación del paciente.  Luego de este tratamiento y, sin los síntomas más crudos del estrés postraumáticos, el paciente podrá ir trabajando e integrando los recuerdos más traumáticos a su memoria en forma desapegada.

Etapa tres

La tercera etapa de recuperación se centra en volver a conectar con la gente, en desarrollar actividades significativas y en ganar valor personal. Herman da estrategias para volver a confiar en los demás, ejercicios para recuperar la autoestima y alienta a sus pacientes para que recuerden quiénes eran, que querían y que anhelaban antes de que sufrieran el abuso, haya durado éste un mes o diez años. Ella considera que estas relaciones abusivas quiebran la narración vital y la memoria de las víctimas que se encuentran con un agujero al que tienen que darle explicación y crear una trama de significación que se extienda hacia un futuro luminoso y esperanzador.

No es un libro de fácil lectura. Las situaciones traumáticas narradas por mujeres violadas o golpeadas por sus parejas, hijos de narcisistas, niños abusados, veteranos de guerra y demás son estremecedoras pero podemos asegurarte que si lo toleras, es el mejor libro para superar los síntomas del estrés postraumático, entender  el abuso, hacer el duelo  y finalmente recuperarse en forma definitiva. Afortunadamente está disponible en español y en versión papel o electrónica.

Técnicas para que ni tú ni tus hijos vuelvan a dedicarle un pensamiento al psicópata o narcisista.

Uno de los residuos más persistentes de nuestra relación con alguien psicópata o narcisista es que nuestros pensamientos vuelven recurrentemente a ellos, ya sea en forma de (más que justificada) furia, añoranza de las etapas de luna de miel o temor a sus calumnias entre tu grupo de amigos y conocidos luego de la separación. Sabemos que ellos programan a sus parejas o familiares para que esto sea así. Es un proceso conocido como “totalización”. Durante la etapa de idealización y bombardeo amoroso te ponían en las nubes, te adoraban como nadie y te acostumbraste a ese halago hasta necesitarlo a diario. Fue entonces cuando te lo limitaron y te lo comenzaron a dar a cuenta gotas y solo como premio cuando hacías lo que ellos querían que tú hicieras. En otras palabras intentaron convertirte en un perrito de Pavlov. En paralelo, trataron de que cada lugar, cada cosa que hacías, cada canción que escuchabas, la relacionaras a ellos. Ellos logran, con técnicas de manual, que no quede espacio o cosa que no hayan tocado o ponderado contigo haciendo asociaciones del tipo: “mírate en el espejo lo bien que luces conmigo”, “todas las canciones de este autor me recordarán siempre a ti”, “cada vez que piense en tartas de fresas me acordaré de esta tarde”. Ellos por supuesto se olvidarán de lo que dijeron al segundo (está científicamente comprobado que la memoria también la tienen afectada)  pero tú, cuando quieras dejar la relación, todo, absolutamente todo te recordará a ellos. Te costará sacarte su imagen de la cabeza, no lograrás escuchar ciertas canciones y mucho menos comer tarta de frutas sin llorar. Asimismo, otro de los motivos por el cual logran introducirte este virus de pensamientos intrusos sucede cuando llega la etapa de la erosión identitaria, la manipulación y el descarte (sea a través de la técnica de “stonewalling” para que tú los abandones o lo hagan efectivo ellos mismos de la forma más fría que puedan encontrar), sus incoherencias deliberadas, sus amenazas veladas y sus nuevos galanteos a otras personas te dejarán en un estado de permanente desconcierto y de búsqueda de respuestas que por supuesto girarán alrededor de ellos. ¿Cómo podemos desarticular esta programación de nuestros cerebros?  Y si tenemos hijos en común ¿Cómo preservar la cabecita de los niños de esta insania?

Una de las técnicas para lograrlo es  muy sencilla. Consiste en no luchar con tus pensamientos, solo observarlos y ponerles un nombre para que pierdan su fuerza. Esta técnica se basa en la premisa de que cuanto más luchamos contra un pensamiento, éste cobra más fuerza. Si te pedimos que no pienses en chocolate insistentemente, lo más probable es que la imagen de una deliciosa barra cobre fuerza en tu mente. El psicólogo de Harvard Daniel Wegner estudió este fenómeno al que llamó “proceso de monitoreo irónico” debido al hecho de que si le pido a mi cerebro que no piense en cosas hechas de madera, lo que hará es monitorear el entorno en busca de cosas de madera para no pensar en ellas. Le hemos dado una instrucción paradojal a nuestro cerebro y si, además de eso, luchamos contra su exploración de “cosas de madera”, más lo hará creándonos ansiedad. Wegner se dio cuenta de que cuando nuestras vidas están en condiciones ideales, relajadas, la ansiedad no aumenta a niveles importantes y logramos suprimir con éxito esos pensamientos molestos. Sin embargo, cuando estamos con “carga cognitiva”, el ciclo ansiedad/obsesión se vuelve incontrolable. Él toma el caso del insomnio: si tú has tenido unas noches en vela y te obsesionas con dormir, es probable que acentúes el insomnio. Lo ideal es relajarse pensando en que el cuerpo se acomodará naturalmente y que volverás a dormir. Obviamente, luego de una relación con un narcisista o psicópata, la carga cognitiva es pesadísima y no nos resulta sencillo desembarazarse de esa maraña de pensamientos tortuosos que nos introdujeron con la precisión de un relojero. Lo mejor que puedes hacer cada vez que recuerdas algo, sea un agravio o una caricia (o ambas cosas debido a la disonancia cognitiva), déjalo fluir y di “es simplemente un pensamiento que se irá” “yo no soy ese pensamiento”. Además ponle un nombre, por ejemplo: “ira” o “recuerdo de la falsa luna de miel”. Luego de eso respira profundo, relaja los músculos y dedícate a hacer cualquier otra cosa que te de placer.

Otro truco que funciona es crear nuevas memorias y asociaciones que no tengan nada que ver con ellos, rescribir el guion cerebral con nuevas vías neuronales. Por ejemplo, si solías ir al mercado de pulgas con él/ella, llama a tu compañero del colegio, ese que hacía reír a todos y pídele que te acompañe, hagan cosas insólitas e infantiles allí, cómprate algo, tómense fotos juntos. Si ya no puedes comer tarta de fresas, pide a tu tía que te prepare una para alguna fiesta familiar, asegúrate de que sea una de esas celebraciones en que sabes que pasarás un buen momento. Allí, rodeado/a de cariño, saborea cada bocado prestando atención a las anécdotas que la gente esté narrando en ese momento en que vuelves a disfrutar del sabor de algo que siempre te había gustado  y que habías dejado de comer para evitar el dolor de la memoria. Te costará pero, de a poco, los recuerdos de esos lugares y cosas te pertenecerán a ti y a quien elijas.

Con respecto a los hijos en común, lo esencial es que sepan que no necesitan obedecer a un padre o a una madre que los manipula. Para eso hay que hacerles entender que nadie en el mundo (ni siquiera sus progenitores) tiene derecho a hacerlos sentir culpables de las acciones de otros. Hablar de esas cosas que los lastiman aunque parezcan triviales. El abuso se da en cosas simples y cotidianas por lo que es más insidioso y encubierto. Acá también vale lo de ponerle nombre a las cosas. Si no le quiere dar dinero hasta que estudie lo que el psicópata quiere que estudie “por su bien”, hay que diseccionar ese enunciado hasta dejar a la luz sus segundas intenciones y renombrar ese “por su bien” como “lavado de cerebro”. Segundo, explicarles en que consisten las técnicas de manipulación. Ellos todavía no tienen los recursos simbólicos o de abstracción suficientes como para identificar los sofisticados métodos de control de estas personas sin conciencia. Si tu hijo viene de la visita apenado y te dice que su padre/madre habla en contra de ti, si mienten constantemente, si los chantajean insistiendo con que si los quisieran tu hijo debería hacer tal y cual cosa, enséñale como esos comportamientos son trucos para forzarlo a actuar de una forma determinada y que no tiene por qué creerle y, mucho menos, complacerle. Por último, fortalecer la autoestima del niño ya que el progenitor psicópata suele hacerle pensar que está en falta y que nunca estará a la altura de tan “grandioso/a”  padre o madre. Ámalo incondicionalmente, dile que es perfecto de la forma que es, con sus defectos y virtudes. Esto último es muy importante: es necesario que tu hijo comprenda que está bien tener defectos, que es una característica humana equivocarse para aprender y mejorar. El mensaje que recibe permanentemente del psicópata y narcisista es que ellos son perfectos e infalibles, mientras que el resto de la sociedad (hijos incluidos) es inferior. Lamentablemente los niños no pueden ver que están lejos de ser maravillosos y que solo tienen un sentido alterado de la realidad que los hace delirar de grandeza. Dale a tu hijo la aceptación que tu ex cónyuge no le da producto de su extraviada megalomanía.

Por último, busca divertirte junto a tus hijos como pequeña familia, practicando algún deporte, o haciendo actividades manuales al aire libre (la naturaleza tiene un poder sanador milagroso). No te dejes amedrentar por las amenazas que probablemente aparezcan cuando el/la psicópata presienta que lo/la estás olvidando, que ya no es el centro de los pensamientos familiares y que eres feliz, que tus hijos son felices. Ese día está cerca y es el momento que todo narcisista o psicópata realmente no puede tolerar.

Recursos psicoterapéuticos, médicos y alternativos para tu recuperación.

En esta entrada queremos compartir herramientas que suelen utilizarse con éxito en el proceso de recuperación. Todas las opciones aquí mencionadas han probado ser útiles pero te recomendamos que consultes a especialistas ante la menor duda ya que lo que aquí describimos es meramente orientativo.

La primera herramienta que recomendamos luego del abuso y el shock es la terapia. Para eso es necesario que te asesores sobre cuales terapias y/o terapeutas son más convenientes para tu situación particular. Una terapia con un perfil psicoanalítico profundo en este momento podría agravar el estrés postraumático o los ataques de pánico mientras que, terapias transpersonales y conductuales, especialmente aquellas interiorizadas en abuso narcisista y psicopático, tendrían mayor probabilidad de ayudarte a mantener contacto cero y a desarrollar patrones de relación sanos. Una vez que salgas del pozo inicial puedes elegir exactamente lo opuesto, si así lo consideras. En cualquier caso,  ten cuidado con aquellos terapeutas que tienden a etiquetar a sus pacientes. Los términos “complementariedad” o “codependencia” no son más que una de las tantas formas de explicar el fenómeno de las relaciones abusivas y, según varios profesionales de la salud a los que hemos consultado, estos términos son parte de teorías que no tienen en cuenta los cambios bioquímicos y psicológicos que los maltratadores provocan en sus víctimas con técnicas de manipulación que pasan inadvertidas. Asimismo, si tomamos el caso de una persona que padece a un psicópata en el trabajo. ¿Tendría lógica aplicarle el término “codependiente” a un empleado del abusador? ¿No sería, más bien, abuso de poder por parte del sociópata? ¿Por qué entonces en las relaciones de pareja pareciera que es lícito sugerir que la victima permitió, en mayor o menor grado, el daño? Si tú estás esperando cruzar la calle y alguien te empuja desde atrás ¿Es tu culpa si te atropellan? Usamos este ejemplo  ya que muchos terapeutas no entienden que los psicópatas y narcisista esconden su juego y se muestran como personas de bien para hacerte daño. Logran engañar incluso a psicólogos y psiquiatras. ¿Tenderíamos que denominar como “psiquiatras complementarios” a aquellos que no diagnostican adecuadamente? No nos parece. Es necesario exigir terapias que cuenten con una base científica comprobable, como así también, con una perspectiva de género que revise los prejuicios todavía presentes en cierto tipo de enfoques terapéuticos.

Las terapias tradicionales se pueden complementar con cursos de crecimiento personal, coaching y grupos de autoayuda que suelen ser invalorables al brindarnos la posibilidad de contactarnos con otras personas que puedan estar pasando situaciones similares. De todas formas también te recomendamos que tengas una mirada crítica y la mente abierta, sobretodo si algo te resulta incómodo o agobiante. Una de las ideas que aparece con frecuencia en estos cursos o seminarios, es el concepto de que nosotros atraemos con nuestro pensamiento lo que nos sucede. Si bien es cierto que una mirada negativa sobre la realidad no nos permite ver lo bueno que nos rodea, ser un optimista a prueba de balas NO EVITA toparte con un psicópata o narcisista. Muy por el contrario, ellos se ven atraídos hacia gente de alta energía y con pensamiento positivo. Y para conquistarte van a convertirse en esa persona de miras elevadas y llena de proyectos con la que tú sueñas. No sientas que fuiste tú quien, con algún pensamiento negativo, atrajo a esta persona nefasta a tu vida. Nuevamente, la culpa parecería recaer sobre la víctima. Si nos dejamos llevar por esta idea ¿Se podría considerar que los periodistas que fueron decapitados por grupos fundamentalistas “manifestaron” a través de un error en su forma de pensar la violencia más abyecta sobre sí mismos? ¿No será que los que tienen el pensamiento desviado son aquellos que creen que las ideologías se imponen con el terror? Quienes creen que solo con afirmaciones positivas lograremos que los abusadores no se nos acerquen, no entienden la naturaleza del problema y lo están subestimando. Sí, en cambio, estamos convencidos de que las afirmaciones positivas, el nutrirse con buenos libros e ideas y el cuidar tu cerebro colmándolo de visualizaciones y sentimientos afables van a ayudarte a sentirte mejor y a sanar.

Junto con la terapia, es indispensable que consultes a tu médico. Primero que nada explícale la situación que viviste sin disimular nada. Es muy común que te sugiera hacer una serie de análisis para descartar el contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual, entre ellas VIH-SIDA. La mayoría de los sobrevivientes abandonan los métodos de barrera al creer que estaban en una relación monógama y estable. Lamentablemente luego descubren la activa (y encubierta) vida sexual de sus parejas y se dan cuenta que las mentiras no solo dejan huellas psicológicas sino que pueden, literalmente, enfermar.  Entendemos que esperar un resultado clínico es una angustia adicional que se agrega a lo que estás viviendo pero debes hacerlo. Todas las ETS son curables o controlables si se toman a tiempo. Segundo, tu médico querrá darte un régimen de comidas y  ejercicio como también  pautas de sueño que ayuden a sostenerte en estos tiempos difíciles. Trata de armar con él/ella un plan realista y sustentable. Por último, decidirá si la terapia que haces debe complementarse con algún antidepresivo o ansiolítico. No seas tímida/o para evaluar tus opciones también sobre este tema: el tiempo de tratamiento, el tipo de medicamento (hay distintos tipos para distintas problemáticas y el que puede funcionar de maravillas en un organismo, no lo hace en otro) y si es realmente necesario ya que, en ocasiones, las depresiones moderadas pueden ser tratadas con éxito recurriendo a otras opciones como la Hierba de San Juan (también conocida como Hipérico). Hay infinidad de estudios científicos serios que la avalan para depresiones no severas. De todas formas, déjate guiar por un médico que te inspire confianza. Es fundamental establecer un buen vínculo.

Una terapia que está teniendo mucho éxito en el tratamiento del estrés post traumático es el EMDR – (Movimientos Oculares de Desensibilización y Reprocesamiento). El EMDR es un método psicológico para tratar dificultades emocionales que fueron causadas por experiencias difíciles en la vida desde guerras, asaltos y desastres naturales hasta fobias, ataques de pánico, abuso doméstico, abuso psicopático e incidentes traumáticos en la infancia. Combina elementos teórico-clínicos de orientaciones tales como la psicodinámica, cognitiva y conductual. En la mayoría de los países de Iberoamérica cuentas con centros en los que te pueden asesorar sobre profesionales especializados en este método. En España tienes http://www.emdr-es.org/  y en el resto de América Latina cuentas con Emdria Latinoamérica http://emdr.org.ar/

El ejercicio físico moderado es una necesidad absoluta en estos momentos.  El yoga es altamente recomendable. Si te sientes físicamente exhausto/a, prueba con una versión liviana de Hatha Yoga, si estás en forma puedes probar el Ashtanga Yoga que es más intenso. En ambos casos los beneficios sobre el cuerpo y la mente son maravillosos. Si sufres de insomnio te recomendamos que lo complementes con Yoga Nidra. Te podemos asegurar que en poco tiempo estarás durmiendo como un bebé y teniendo sueños más placenteros. Asimismo, puedes probar con artes marciales suaves como el Tai Chi o defensivas como el Aikido. Los deportes y artes marciales más competitivos u ofensivos pueden ser buenos si ya estás acostumbrado/a a ellos. Con ellos podrás transformar la ira típica post-abuso en energía. De todas formas, consulta a tu médico o preparador físico si comienzas una actividad más exigente que la que has hecho hasta el momento.

La meditación, ya sea versiones más tradicionales, como la estrella del momento: “la meditación mindfulness” logran controlar los pensamientos intrusivos y recurrentes que te asaltan cuando recuerdas el abuso, todo aquello que callaste, todo lo que no te defendiste, todo lo que entiendes ahora y no veías. Cualquier tipo de meditación trata de que permanezcas estable en una situación sintiendo y observando lo que sucede, sin juzgar ni intervenir hasta que la mente se aquiete. El “mindfulness” hace especial hincapié en el momento presente. Es una técnica procedente del budismo Zen que se ha estado practicando durante más de 2.500 años y que ahora la psicología científica está investigando e incorporando como parte de la psicoterapia. La idea es que todos tus sentidos estén puestos en cada acción que hagas. Con la práctica, percibirás lo que te rodea de forma más completa y vívida ya que tu mente está sosegada, totalmente abocada al momento presente.

Por último, queremos mencionar otras herramientas algo más controvertidas debido a que muchos consideran que no tienen sustento científico mientras que otros aseguran que les han hecho mucho bien. Dado que no tienen ningún efecto colateral comprobado y que tú eres un lector adulto que decidirá si quiere darles una oportunidad o no, hemos decidido incluirlas. Ellas son la homeopatía, las flores de Bach y el Reiki.  Muchos sobrevivientes nos mencionaron que ciertos preparados homeopáticos tradicionales o el “rescue remedy” de las flores de Bach combinados con psicoterapia les funcionaron más que bien y  de esa manera evitaron los psicofármacos. Con respecto al Reiki, hemos consultado a personas que lo practican, y nos explicaron que esta técnica milenaria trabaja con la energía que todos los organismos poseemos. Afirman que toda relación fallida deja residuos energéticos en nuestro cuerpo energético y físico. Si tenemos en cuenta que la energía de los psicópatas y narcisistas está basada en engaños, traiciones, odios y violencia, la limpieza de esos residuos energéticos sería doblemente necesaria.

Con este listado, para nada exhaustivo, hemos intentado darte algunas pistas para que sigas buscando la forma de recuperarte, de ser feliz, de que vuelvas a sentirte sanos, de que goces de la vida y de que vuelvas a confiar en las personas lo antes posible.