Glosario sobre psicopatía y narcisismo con palabras finales

Hace tres años comenzamos el blog con la idea de difundir lo que habíamos aprendido sobre psicopatía y narcisismo buscando respuestas a nuestras situaciones personales que transcurrieron tanto en el ámbito doméstico como en el laboral. Coincidíamos en que el material que había disponible en español era insuficientes por lo que, sin tener experiencia previa en blogs o redes sociales, decidimos traducir lo que había disponible en inglés y francés para subirlo. También difundimos lo que ya había en castellano tanto en blogs como en libros. A los pocos meses de iniciar el blog, el libro de Iñaki Piñuel salió a la venta y desde entonces la problemática del abuso psicopático ha comenzado  a tratarse en los medios. Lamentablemente, si bien estamos felices de que hay más presencia mediática del tema, está lejos de tener la cobertura que merece y deseamos que cada vez sean más los blogs, las comunidades en redes sociales, los artículos periodísticos, los reportajes televisivos para prevenir y sanar el abuso de psicópatas y narcisistas en sus roles de padres/madres, colegas, jefes, parejas.

Hoy queremos anunciar que ésta será nuestra última entrada al blog. Creemos que ya colaboramos en difundir lo que estaba a nuestro alcance. Seguiremos manteniendo la página de Facebook para mostrar lo que otros divulguen y para dar la oportunidad a los lectores de seguir comentando y compartiendo vivencias. Creemos firmemente que la educación logrará que las personas que estén en la mira de abusadores puedan darse cuenta y alejarse antes de involucrarse en relaciones o proyectos con ellos; que los sobrevivientes se recuperen de forma eficiente y definitiva; que los psicópatas integrados y narcisistas malignos, al no poder usarnos, se sientan obligados a cambiar su conducta hacia el resto. Hoy por hoy, se ha comprobado que distintos tipos de terapias cognitivas-conductuales, el uso de oxitocina inhalable, la meditación compasiva (esto último a cargo del equipo del Doctor en Ciencias Neurocognitivas Richard Davidson) se utilizan con bastante éxito para estimular la empatía y mejorar la conducta de las personas con desórdenes de personalidad tipo B. Sin embargo, los sociópatas no quieren salir de su zona de confort. Solo cuando toda la sociedad los identifique se verán forzados a tratarse o a vivir prácticamente aislados cuando los demás traten de evitar su compañía. Ese es el poder de la educación.  Es entonces que dejamos establecido aquí lo siguiente:

Por el presente texto declaramos que todo el material que compartimos en este blog que sea de nuestra autoría, es decir aquel que no esté especificado como cita textual, reportaje, transcripción o traducción de otros autores, es y será de DOMINIO PUBLICO por lo que cualquier persona puede hacer uso del mismo total y/o parcialmente para reproducirlo en cualquier medio si, y solo sí, reconoce SU CONDICIÒN DE MATERIAL INTELECTUAL QUE PERTENECE A LA SOCIEDAD EN SU CONJUNTO. Reiteramos, nadie podrá reservar derecho alguno sobre el material original de este blog porque nosotras, las autoras SHIVA SHAKTI, lo hemos establecido como de DOMINIO PUBLICO.

Habiendo aclarado esto, queremos dejarte un glosario con los términos más importantes para entender en qué consiste este tipo de abuso, de violencia. Asimismo, deseamos asegurarte que de ese pozo de dolor y debilidad se sale, busca la ayuda correcta, mantén contacto cero o contacto mínimo, aprende todo lo que puedas, dedícate a sanar, rodéate de amor y de buenas personas y, en especial, ten paciencia con tu proceso porque será largo, pero no eterno. Saldrás de esta crisis ENORME, volverás a ser feliz, y conocerás el valor de cosas sencillas en las que antes no reparabas bajo el drama constante del relato sociopático. Hay una vida plena y hermosa luego del encuentro con “la gente de la mentira”, como el doctor Scott Peck ha dado en llamar a aquellos cuyo placer es el mal ajeno.

GLOSARIO BÁSICO SOBRE PSICOPATIA Y NARCISISMO MALIGNO

Bombardeo amoroso: durante la etapa de idealización, los psicópatas y narcisistas necesitan derribar todos tus reparos por lo que harán una campaña extraordinaria de halagos, coincidencias manufacturadas, intensidad de vivencias, desesperación por estar contigo. Te hará creer que eres la pareja perfecta, su alma gemela, su colega o amigo ideal, etc. De a poco todos tus pensamientos comenzarán a girar alrededor de esa persona, querrás compartir todo, mostrarle todo, es cuando el proceso de totalización se ha cumplido y el abuso comienza.

Campaña de calumnias y difamación: esta etapa es un clásico del/la abusador/a. Cuando te abandone, lo dejes, o descubras su hipocresía tratará de destruirte, te endilgará su abuso, mentirá sobre ti, pondrá a tus hijos y familia en tu contra, te saboteará en el trabajo. Por favor, todos hemos pasado por esto, es una etapa larga en la que creerás enloquecer, pero la superarás, no sin alguna cicatriz de la batalla. NADIE SALE ILESO DEL CONTACTO DE CUALQUIER ÍNDOLE CON NARCISISTAS Y PSICÓPATAS, PERO SE SALE Y HAY MUCHA VIDA FELIZ LUEGO DE LA PEOR TORMENTA IMAGINABLE.

Chivos expiatorios:  el psicópata necesita de  apáticos útiles para cumplir con sus metas destructivas, especialmente en el mundo del trabajo o en las familias. Asimismo, debe sacar del medio a las personas muy empáticas que sospechan de sus mentiras, a éstas las escoge como chivos expiatorios, es decir una persona a la cual le adjudicará todas sus malas acciones, a la que tratará de difamar y aislar para que no pueda advertir a otros “objetivos” que el/la psicópata tiene en su mira. Los chivos expiatorios son muy comunes entre hijos de psicópatas o narcisistas y entre colegas eficientes y responsables, quienes son una amenaza para las agendas secretas de todo perverso. La única solución es apartarse del camino del psicópata, no caer en sus provocaciones, explicar la situación a los que puedan entender y documentar todo lo que sea posible para usar en defensa propia ya que muchas veces hay que recurrir a instancias legales para protegerse.

Ciclo de idealización-devaluación-descarte: este ciclo se repite calcado en toda relación con un psicópata, sea como amigo o amante. En un primer momento, le resultas interesante, tiene algo que puede tomar de ti, te seduce como nadie, te hace sentir especial como nunca antes. Cuando sabe que te tiene asegurad@, comienza a hacerte dudar de todo, en especial de ti, te humilla sutilmente, te deja entrever que te engaña, desesperas y él/ella disfruta del show. Luego se aburre y pude tomar dos caminos: si sigue necesitando de ti, por ejemplo eres su cónyuge y le das a su vida un aire de normalidad para que nadie sospeche, te alternará entre idealización y devaluación; en cambio si le has sacado la máscara, o alguien tiene algo mejor para darle, pasará al descarte más brutal y repentino que pueda darte. Se exhibirá con otras personas que ocupen tu lugar inmediatamente.

Contacto cero: Todos los especialistas en relaciones abusivas recomiendan el contacto cero. ¿Pero qué es técnicamente el contacto cero? Ninguna comunicación directa con el sociópata o narcisista: no verlo en persona, escribirle mails ni hablar por teléfono .Ninguna comunicación indirecta: en Facebook, twitter u otras redes sociales o mensajes a través de terceras personas. Los motivos por lo cuales se recomienda el contacto cero son: si lo rompes volverás a ser manipulado y mantendrás abiertas las heridas, tardarás más tiempo en sanar y volverás a tener pensamientos obsesivos o intrusivos sobre esta persona. Asimismo, en los casos de psicópatas que ejercieron violencia física se corre riesgo de vida. Contacto cero (o contacto mínimo con método de piedra gris) para siempre.

Disonancia cognitiva: se define a la disonancia cognitiva como “la percepción de incompatibilidad de dos cogniciones simultáneas que puede impactar negativamente sobre actitudes y comportamientos”. Es decir, tu psiquismo está en tensión permanente por tratar de decodificar los mensajes contrapuestos que la persona abusadora da a su entorno. Tus decisiones pueden volverse erráticas, tratando de discernir lo que es verdad de lo que es mentira, además de perder considerable energía psíquica en el proceso. Lamentablemente, esa disonancia es la que hace que muchos sobrevivientes pasen años exculpando a la persona que los encadena a un permanente sufrimiento psicológico ya que prefieren creer las mentiras a asumir la verdad que es terrorífica y difícil de procesar.

Enunciación de pistas sobre su sociopatía: hay quienes dicen que lo hacen por placer, otros que lo hacen para reconocerse entre ellos, pero lo cierto es que todos dan pistas verbales de lo que son, por ejemplo: “no te convengo”, “no soy buena”, “mi debilidad son los niños”, cosas dichas con un doble sentido que solo descubres luego de que te enteras que hizo operaciones fraudulentas en la bolsa, que iba a fiestas sexuales mientras se hacía pasar por una persona conservadora  y que tenía una causa legal en otro estado por abuso de una menor de 13 años. De más está decir que el puñetazo que recibes cuando entiendes sus sádicas pistas con demora es tan grande que necesitarás todo el apoyo psicológico que los especialistas en narcisismo y psicopatía te puedan dar.

Facilitadores o monos voladores: los facilitadores o monos voladores son aquellas personas, generalmente apáticas o poco empáticas, que van tras la manada liderada por el/la sociópata. Estos facilitadores harán el trabajo sucio llevando rumores, acosando o simplemente creyendo las mentiras que el/la psicópata invente sobre ti. Hay dos clases de monos voladores:  el que es demasiado ingenuo y cree a ciegas las mentiras y el cínico que cree que va a poder sacar algo del psicópata. Ambos corren el riesgo de ser usados como chivos expiatorios o como próximos suministros de la persona tóxica.

Gaslighting: es la técnica por excelencia para volverte loc@ y consiste en hacerte dudar de tu percepción: te aseguran que no dijeron lo que dijeron, te tratan de celos@ y paranoic@ cuando te dejan adrede abierto un mail de otra persona, te cambian las cosas de lugar o extravían documentos importantes (esto último en las empresas), inventa teorías conspirativas sobre tu familia o amigos, etc. De esta manera, al poco tiempo, logran que pienses que has enloquecido y que no vales nada como pareja, hij@ o emplead@.

Imitación en espejo: aunque carecen de empatía emocional, los sociópatas tienen la habilidad cognitiva para entender e imitar a la perfección las emociones humanas, estudian perfectamente tus puntos fuertes y tus puntos débiles y, en base a eso, construyen una persona a tu medida. Este punto es fundamental para prevenir el abuso ya que no hay nadie que esté libre de vulnerabilidades, todos estamos expuestos a ser enredados en las mentiras de un/a psicópata si desconocemos el modus operandi de estos seres altamente tóxicos. La persona que, arrogantemente, cree que no le puede pasar y que los sobrevivientes son culpables de atraer con sus debilidades a estos sujetos está más expuesta que cualquiera.

Manipulación: junto con la mentira constante y la falta de control, la manipulación es una de las características más conspicuas de psicopatía o narcisismo. Sus vidas se basan en manejar y controlar a los otros para su propio beneficio. Manipulan en forma natural porque su vida es un constante estudio de los botones que tienen que tocar para hacerte reaccionar o actuar.

Mentiras compulsivas:  aquellos con desordenes de personalidad tipo B mienten todo el tiempo, aun cuando no es necesario. ¿El motivo? Pues se divierten mintiendo, se sienten poderosos engañando y adoran burlarse secretamente de las personas a las que dicen cuidar. Además las mentiras les resultan esenciales para la destrucción de la reputación y la autoestima de cualquiera que se atreva a darles su verdadero nombre: seres sin almas, egoístas y perversos.

Método de piedra gris y contacto mínimo: cuando no puedas tener contacto cero deberás recurrir a estas dos estrategias. El contacto mínimo consiste en tener el contacto básico (sea por razones familiares o laborales) y de ser posible a través de tercero, con testigos o por escrito.  El método de piedra gris es volverte la persona más aburrida y menos reactiva posible, no comentes nada de ti, de tu trabajo, familia e hijos; no reacciones a ninguna provocación; eventualmente se aburrirá y buscará otro objetivo para reinventar su drama.

Promiscuidad y/o perversión sexual: si bien no todos las personas psicópatas y narcisistas son perversos sexuales (muchos lo son e incluso son abusadores/as de menores), la gran mayoría son meramente promiscuos e infieles crónicos (que no es poco). Al no tener emociones, el sexo variado los mantiene interesados en algo, remplazan su pobre vida interior con estímulos hormonales y psicológicos ultra intensos derivados de múltiples parejas sexuales, orgías, pornografía hardcore, etc. No obstante, jamás asumirán que eso es lo que les interesa, de ser así no engañarían a nadie, por lo que necesitan hacerte creer que eres único/a en sus vidas (y a sus otras parejas también). Esto no solo trae consecuencias emocionales devastadoras cuando te enteras que lejos de ser la persona fiel que decía ser  te engañaba con cuanta cosa pasaba por delante; sino que al creerte en una relación monógama no tomaste recaudos y terminaste con alguna ETS.

Reacciones psicopáticas post-ruptura: los psicópatas y narcisistas suelen actuar de dos formas muy concretas luego del descarte, o bien te acosarán (en especial si tú has logrado romper la relación) o desaparecerán de tu vida como si nunca hubieran existido. En ambos casos quieren seguir causándote daño. Si tu partiste te molestará permanente ya que en su concepción todopoderosa de si mismo NADIE PUEDE DECIRLE QUE NO. Si te dejó abruptamente no se comunicará, por el contrario, se lucirá con sus nuevas conquistas y se esforzará para que te enteres. En todos los casos recurrirá a la campaña de difamación y al asesinato de personalidad (ver términos más abajo) para convencer al mundo que él/ella era la pobre víctima de tus incoherencias.

Síndrome de Estocolmo Doméstico:  también denominado “vinculación por trauma”, este síndrome aparece cuando la persona, luego de ver la cara “dulce y maravillosa” de su pareja o amigo, comienza a ser abusada. La víctima no puede entender lo que sucede y entra en un espiral de confusión, dolor, disociación y pérdida de valor como así también, se culpa por “el abrupto cambio” que sufrió la otra persona. En paralelo el/la abusador/a inventa mentiras sobre los familiares y amigos de la víctima para aislarla. En soledad, sintiéndose merecedora del abuso, la víctima cree que la única persona que la va a querer es su abusador/a sobre la que alberga esperanzas de que volverá a ser “la persona del comienzo” cuando logre complacerle.

Stonewalling o técnica del cerrojo: usada desde siempre en las empresas para aislar a ex empleados o cerrar bruscamente negociaciones, también es utilizada por los sociópatas para culparte a ti de todo lo que va mal en la relación. Fingen que están interesados en hablar, pero en cuanto comienzas a hacer algún planteo te acusan de imposibilitar el dialogo, hacen gestos de ofensa  y se niegan a seguir “conversando” para aclarar las cosas en “esos términos”. Obviamente sus objetivos siempre son oscurecer, confundir y proyectar su basura sobre los demás.

Tratamiento del vacío o silencio: el tratamiento del vacío es parte de la técnica de stonewalling, es no hablarte por días cuando le haces un planteo lógico, e incluso lanzarte miradas de odio cada vez que pasas cerca de esa persona. La angustia que provoca es tan grande que muchas veces la persona que fue engañada o humillada termina pidiendo perdón para que la otra parte deje de castigarle con un silencio hostil.

Triangulación: Esta es un arma de control y abuso. Es el “divide y reinarás” de Maquiavelo que  los psicópatas aplican en la familia, en la pareja, en los grupos de amigos y especialmente en las empresas. Te dicen que su ex era más fogosa y que estaba dispuesta a probar cosas que tú no quieres, te aseguran que si no le confías sobre lo que estás trabajando no podrá ayudarte y que otro colega tendrá más chances de obtener la promoción, te da a entender que tu eres un mal hijo y que tu hermano es mejor. De esa manera logra que te esfuerces en ser “mejor” amigo, colega, hijo, amante para ellos. No vale la pena.

Vampirización de recursos: los/las narcisistas y psicópatas viven de todo lo que puedan rapiñar del entorno, es decir, emociones, sexo, dinero, poder, comodidad, diversión, energía mental, etc. Los sobrevivientes sienten que no solo fueron burlados y abusados sino que quedaron sin energía vital y es por eso que se los conoce como vampiros emocionales. Descuida, volverás a recargar las baterías, mientras que ellos dilapidarán en segundos todo lo que robaron en para volver a quedar vacíos hasta la nueva víctima.

Estos son solo algunos de los términos que pueden arrojar luz sobre la oscuridad en la que se encuentran las personas captadas por psicópatas y narcisistas. En el blog quedan infinidad de consejos para la recuperación como así también otros conceptos y testimonios cruciales para entender y salir del abuso. También puedes buscar en otras fuentes términos como Terapia EMDR y Tapping, proyección de culpa, desórdenes de personalidad tipo B, lavado de cerebro, asesinato de reputación, estrés postraumático, suministro narcisista, totalización, dependencia bioquímica o adicción inducida, provocaciones psicopáticas, etc. Te recomendamos autores como Iñaki Piñuel, Vicente Garrido, Shannon Thomas, George Simon, Robert Hare, Paul Babiak, Martha Stout, Bernardo Stamateas, Marie France Hirigoyen, el foro de Psychopathfree, la página LoveFraud y el sitio del controvertido Dr. Marietán (te recordamos que no estamos de acuerdo, ni la mayoría de los autores anteriormente mencionados, con su concepto de “complementario/a” pero es indudable que es un especialista sobre el tema). Esperamos que tengas un gran nuevo año, que llegue con paz interior, salud, alegría, autoestima y energía recuperadas, y por sobre todo rodeada del amor de buenas personas. Queremos darte las gracias porque estuviste ahí con nosotras sanando en conjunto. Parafraseando a Gandhi  podemos afirmar que la historia nos muestra que si bien desde tiempos inmemoriales hubo tiranos y pésimas personas que parecían invencibles, siempre cayeron y de la peor manera. El amor y la verdad prevalecerán. Lo logramos y lo lograremos; podemos y podremos; somos y seremos libres y felices.

Psicópatas y narcisistas 101

Hoy queremos hacer un breve resumen sobre abuso narcisista y psicopático. Hace tres años que comenzamos el blog y creemos que es necesario hacerlo. Ya casi llegamos a un millón de visitas entre las dos plataformas y no damos abasto siquiera a contestar comentarios. Estamos realmente desbordadas. Seguiremos recopilando y traduciendo información pero con una frecuencia algo menor. Afortunadamente el tema se replica y comienzan a aparecer otros blogs en diversos idiomas sobre el tema. Creemos que nuestros objetivos se han cumplido en gran medida pero seguiremos hasta que este tema esté instalado socialmente. Aquí les dejamos los puntos básicos que hay que entender para librarse de cualquier tipo de relación con un psicópata.
La psicopatía (o trastorno antisocial) y los narcisistas malignos son desordenes de personalidad tipo B. A menudo se los suele llamar sociópatas para agruparlos aunque tienen algunas diferencias que, en términos del daño que causan, son irrelevantes para discutir aquí, nos enfocaremos en lo que tienen en común. Los psicópatas y narcisistas son personas que no sienten amor, no les importa la suerte de los demás que son a sus ojos meros objetos a ser utilizados, experimentan emociones muy primitivas que se encuentran controladas por las zonas más antiguas (evolutivamente hablando) del cerebro. Mienten todo el tiempo pero no son lo que popularmente se conoce como mitómanos, quienes viven en un mundo de fantasía y autoengaño pero no desean manipular a los otros con sus fabulaciones, sino que explícitamente lo hacen para controlar y burlarse de sus víctimas. Tienen tendencias sádicas, de una forma u otra, abiertamente o solapadamente, ya que gozan con el dolor de los demás, se sienten poderosos cuando los demás reaccionan a su abuso o provocaciones. Suelen tener un apetito sexual desbordado (no porque sean adictos al sexo como ocurre cuando alguien trata de adormecer problemas emocionales no resueltos) sino que el sexo es su forma de controlar a los demás y de obtener algo de emoción en una estructura psíquica vacía. Son un gran agujero de nada y solo los riesgos, las conductas abusivas y el sexo perverso les da algo de “vida”. Sin embargo, las estructuras cerebrales que controlan la ejecución de nuestro accionar, y aquella que comprenden lo que es bueno y lo que es malo, lo que causa alegría o dolor, están perfectamente intactas por lo que tanto psicópatas y narcisistas eligen comportarse de esa manera y son imputables por sus acciones en todos los sistemas legales del mundo. No tienen excusa.
El accionar del psicópata o del narcisista comienza con un proceso de idealización y seducción de la persona elegida para servir sus propósitos que pueden ser de los más variados: otra/o amante, apropiarse del proyecto de un colega para ascender, convencer a un familiar de hacerle la vida imposible a otro. Durante semanas te convertirás en la persona más importante en sus vidas, exagerará tus virtudes, te llamará y enviará mensajes todo el tiempo aun cuando la relación no sea de índole romántica (en el trabajo es muy común que finjan que tú les resultas un modelo a seguir y necesitan tu consejo). Ese bombardeo no es más que una estrategia para forzar a tu cerebro a su presencia y su validación, te acostumbras de a poco a que tu vida gire en torno a sus atenciones. Asimismo, es probable que utilicen falsas historias de abuso o maltrato en su infancia para darte pena y para que sientas que si te honra contándote cosas de tu pasado, tú deberías hacer lo mismo. Te abres entonces sin reparos, confías en ellos y esta información que le brindas de tus vulnerabilidades será utilizada en tu contra: con esos datos sabrá como manipularte en la etapa siguiente (erosión de identidad) y para destruirte cuando no te necesite más en su vida.
Una vez que el bombardeo de atención logró que tú confíes plenamente en el/ella tratará sutilmente de quebrar tus límites: en una relación amorosa tratará de que pruebes conductas sexuales o substancias que nunca quisiste, en el trabajo te pedirá que le brindes información que solo tú deberías manejar, en la familia te convencerá de que te alejes de alguien, etc. Si no accedes a algunos de sus pedidos te acusará de no confiar en el/ella y te hará sentir culpable. También, cuando se dé cuenta de que comienzas a sospechar, volverá a idealizarte (su aceptación se vuelve una especie de droga para ti ya que calma la ansiedad que ellos mismos causan en tu mente y en tu cuerpo, puedes ver más sobre los cambios bioquímicos que ellos provocan en este blog). Otras de sus estrategias es pedirte que mires a sus ojos para que compruebes que es sincero/a. Como mienten sin transpirar ni desviar la mirada, tú les crees y te reprochas por haber desconfiado. Recuerda también que muchos animales usan la mirada y la imitación de movimientos en espejo para “hipnotizar” a sus víctimas antes de lanzarse sobre ellas, por ejemplo ciertas serpientes hacen que las aves queden inmóviles, incapaces de volar para devorarlas. Pero no te inquietes, una vez que entiendes la mecánica del sociópata, no hay mirada que pueda contigo, es más, te dará risa, pero mientras no eres consciente de su manipulación, sus mentiras y su imitación en espejo no sabrás cómo es que hace para que su mirada te deje “tranquila/o” cuando ciertamente no deberías estarlo.
A partir de acá comenzará a utilizar tres técnicas favoritas de tortura y esclavitud emocional: triangulación, devaluación y gaslighting. La triangulación consta en utilizar a una tercera persona (real o imaginaria) para desestabilizarte. Esto puede ser desde convencerte de que tus amigos o familiares están en tu contra, compararte con otras personas, darte celos a propósito para negártelo descaradamente luego, decirte que si tú no le ayudas profesionalmente pedirá ayuda a la competencia, etc. La idea es que tú te esfuerces cada vez más para que él/ella vea tu valor como ser humano o profesional, creyendo que así dejará de triangularte. De más está decir, que no lo hará. La devaluación es otra forma de abuso y consiste en hacerte comentarios humillantes o descalificadores por lo bajo (rara vez lo hacen en público ya que necesitan que nadie te crea cuando expongas su maltrato). Los ejemplos son infinitos, puede dejarte entrever que eres mala/o cuidando a tus hijos “siempre te descuidas y es por eso que se ha caído y lastimado” o que eres mal hijo “tu hermana realmente se ocupa de mi y no tiene delirios de ser un universitario de renombre” o que te ves mal “estás más gordo/a y además traes canas, deberías cuidarte más, te lo digo por tu bien”. Por favor recuerda que nunca te dicen nada por tu bien sino por tu mal. Por último, la estrategia del gaslighting consiste en hacerte dudar de tu cordura (si quieres saber de dónde proviene el término puedes ver la entrada específica en este mismo blog): te dejan un mensaje de texto que no parece dirigido a ti ya que trata de cosas intimas pero de las que nunca hablaron y luego te dice que era para ti, que imaginas cosas; comenta cosas inapropiadas en las redes sociales a otras personas para luego borrarlas; te esconde documentos importantes que aparecen en otro lado; el dinero de la casa comienza a ser cada vez menos y te asegura que eres tú quien se olvida de las cifras.
Con estas tres formas de abuso ya tienen suficiente como para mantenerte en estado constante de duda y angustia. Esto no quiere decir que no puedan usar otro tipo de técnicas de sometimiento como amenazas veladas “no comentes lo que te he dicho a recursos humanos o se enojará con los dos” “mi exmujer era tan histérica que una vez le retorcí brazo, hoy estoy arrepentido, por suerte tú no eres igual” o agresión física en cualquiera de sus expresiones pero sí que estas son las “básicas” de su repertorio. Alternará entonces entre ciclos de idealización y abuso indefinidamente para causarte disonancia cognitiva, es decir que no sepas cual de sus dos caras es la verdadera, si la abusiva o la “gentil”. No hay dos caras, hay una persona que deliberadamente te usa, te maltrata y para colmo te acusa de su abuso. Si por algún motivo quiere descartarte con rapidez estos ciclos de abuso se acortarán o prácticamente pasarán de la idealización a mostrar su cara siniestra en un segundo. Si solo quiso tenerte como suministro sexual pues prepárate a conocer cuán crueles pueden ser (puedes ver más sobre el descarte rápido en la entrada de “abuso express” de este blog). Si te sucede esto último, no pienses que no te quiso en su vida por más tiempo, piensa que es una bendición porque los psicópatas y narcisistas mantienen en su vida por más tiempo a aquellas personas que son más dóciles y que les sirven de pantalla para esconder sus vidas de perversión frente a sus grupos de conocidos. Esas personas que convivieron con estos vampiros por veinte y treinta años van a tener secuelas mucho más graves que las tuyas, y ya sabemos que aun cuando tu relación haya sido de dos meses puede dejarte con estrés postraumático. Imagina entonces el infierno del que te has salvado.
Cuando finalmente la relación termina, ya sea por medio de su descarte cruel e indiferente o porque tú te has dado cuenta que esa persona te enferma, prepárate para dos cosas: por un lado, vivirás en una montaña rusa de dolor, dudas, pensamientos recurrentes y molestos, ganas de contactarle, necesidad imperiosa de reparación y justicia, deseos de exponer su doble vida y su abuso, problemas de salud y demás. El/la psicópata te dejó vacío/a y tienes la sensación que estás en ruinas. Por otro lado, ellos necesitan seguir consiguiendo nuevos incautos a los que rapiñar por lo que es necesario que nadie sospeche de sus dobles vidas. A ese fin triangularán a tus viejos amigos, familiares y colegas en tu contra. Mentirá descaradamente, dirá que tú eras la persona maltratadora y perversa, intentará sacarte a tus hijos por el puro placer de golpearte en donde más duele ya que ellos no aman ni siquiera a sus hijos. Ambas etapas coinciden por lo que se hace difícil plantear estrategias legales de defensa frente a sus calumnias y ataques cuando estás sufriendo depresión o enfermedades producto del estrés. Pide ayuda, no dejes que terminen de destruir lo sano que tienes en tu vida. Asesórate con psicólogos o psiquiatras que sepan de abuso narcisista y de estrés postraumático, ya que de lo contrario, los terapeutas no entrenados, también son captados por la seducción del psicópata y tienden a tachar a la victima de masoquista o histérica. Cambia de terapeuta, no necesitas a alguien que en vez de ayudarte se quede tranquilo poniéndote etiquetas, eso es incompetencia profesional. Busca también abogados, contadores y asistentes sociales que puedan protegerte legal y financieramente. Finalmente, durante toda esta etapa tan convulsionada mantén contacto cero, y si no pudieras ya que tienes niños, mantén contacto mínimo y utiliza la técnica de piedra gris para no caer en sus provocaciones ya que lo que quieren es que reacciones para usar tu angustia en tribunales o dentro de la empresa. El contacto cero es la herramienta más importante para sanar, no la subestimes.
La recuperación es un proceso largo y no es igual en todos los casos. Alternarás entre depresión y rabia. Es común también tener ataques de pánico o sufrir de un entumecimiento de los sentidos. Hay distintas terapias tanto médicas, psicológicas o físicas que pueden ayudar: terapia cognitivo-conductual, análisis (siempre y cuando el terapeuta sepa respetar los tiempos del paciente ya que verbalizar muy rápido cosas muy abusivas como por ejemplo prácticas sexuales forzadas pueden agravar el estrés postraumático), EMDR (terapia que se utiliza específicamente para el estrés postraumático), terapia de arte, yoga, tapping (parecida a EMDR y que funciona muy bien para víctimas de abuso prolongado como así también para sobrevivientes de catástrofes y guerras), terapia con animales, ciertos medicamentos por corto tiempo siempre supervisado por médicos especialistas, grupos de autoayuda, leer libros serios sobre psicopatía, escribir o hacer activismo sobre el tema como así también mindfulness, técnica que ancla a los sobrevivientes en el presente, cosa muy necesaria ya que el abuso vuelve a la memoria una y otra vez a pesar de que la persona intente desesperadamente “soltar” su pasado. Esto es producto de que el/la psicópata reprogramó el cableado cerebral de su víctima con sus técnicas de manipulación y lavado de cerebro. Si se observan las resonancias magnéticas cerebrales de un sobreviviente podrás ver que el abuso deja huellas visibles en varias áreas de la corteza y la amígdala. Pero ten esperanzas, eso es reversible. Si usas una combinación de estas terapias volverás a un estado emocional y fisiológico saludable.
Por último, es común que los sobrevivientes que lograron trabajar adecuadamente su encuentro con un/a sociópata detecten a estas personas con una rapidez extraordinaria. Muchos se inquietan por esta extraña habilidad, piensan que tal vez exageran luego de semejante experiencia. Es un hecho científico que si sumamos los casos narcisismo y psicopatía nos da como resultado que el 4% de la población mundial es sociópata, es decir que 1 de cada 25 personas tiene estas características nefastas. No estás imaginando, la realidad es que antes no te dabas cuenta cuando tenías a uno de ellos a tu lado.
Imaginemos un mundo en el que se eduque a la población sobre estos desórdenes tipo B de personalidad y que todos aprendemos a ver detrás de sus fachadas antes de ser abusados. Esto es lo deseable y es posible. Cuando comenzamos a escribir el blog, nuestra meta era que este tipo de abuso que habíamos sufrido cobrara algo de visibilidad. Estábamos convencidas de que habíamos caído en sus redes porque desconocíamos que este tipo de personas insensibles e inhumanas existían entre nosotros. Afortunadamente en este tiempo han salido libros excelentes y el tema se extendió en las redes sociales. El desafío que nos queda a todos los sobrevivientes es primero, que los medios de comunicación se hagan eco (todavía no salimos de nuestro asombro cuando vemos que las revistas de interés general no tratan el tema, evidentemente consideran que saber si las axilas se llevan este verano depiladas o no es mucho más importante que la salud mental de la población) y segundo, que los estados lo aborden dentro del plan de salud y lleve adelante campañas de prevención. Sucederá, tenemos fe. Nos volvemos a encontrar en un par de meses, mientras tanto seguimos subiendo cosas a la página de FB, también con una frecuencia algo menor. Gracias por todo, gracias porque ustedes, con sus historias de vida, nos ayudaron también a sanar.

El Dr.Simon brinda nuevas herramientas para el tratamiento de pacientes con narcisismo y psicopatía.

El doctor en psicología George Simon ha dedicado su vida al estudio y tratamiento de los trastornos de personalidad (narcisismo, psicopatía o trastorno antisocial, histriónico, borderline, etc.). Ya hemos comentado en este blog algunos aspectos de su libro “En piel de oveja”.  En esta entrada nos dedicaremos a compartir algunos puntos interesantísimos de su libro “Character disturbance: the phenomenon of our age” (Trastorno de personalidad, fenómeno de nuestro tiempo). Este libro apunta a los profesionales de la salud mental, aunque es igualmente esclarecedor para parejas, familiares, colegas y docentes de individuos con estos desórdenes tan destructivos para los que los rodean.

En esta obra intenta demostrar que las terapias tradicionales, que la mayoría de los psicólogos y psiquiatras han aprendido y utilizado en sus carreras con éxito en distintos desórdenes neuróticos  e incluso psicóticos, no funcionan en los desórdenes de personalidad tipo B. Por el contrario, tratar de aplicar estas terapias a estos pacientes es altamente contraproducente ya que el terapeuta puede terminar siendo un facilitador de sus conductas dañinas. Las aproximaciones terapéuticas tradicionales consideran que el paciente daña a los demás por un sentido de inferioridad que enmascara detrás de una creencia compensatoria de grandiosidad. Simon demuestra con casos, con estudios y con técnicas sofisticadas de diagnóstico que éste no es el caso. A excepción del narcisismo de origen neurótico traumático (que según su experiencia clínica su proporción es ínfima en comparación al narcisismo comúnmente llamado maligno) todos los que padecen los distintos trastornos de personalidad tipo B realmente piensan que son mejores que el resto de la sociedad y que las demás personas son solo peones en su juego de poder y hedonismo los cuales merecen el maltrato y el engaño por ingenuos. Tampoco mienten y engañan por miedo o vergüenza  al reconocerse distintos. Simon asegura: “Los terapeutas formados tradicionalmente, como también la mayoría de nosotros,  individuos relativamente neuróticos, solemos pensar que estas personas con desordenes de personalidad actúan así por miedos o inseguridades inconscientes. Estos temores o inseguridades simplemente NO EXISTEN en ellos. Se malinterpretan sus comportamientos y sus motivaciones.  Se  enfocan así sus desórdenes  en forma errónea. Muchas personas consideran inimaginable que haya seres que simplemente no caen dentro de patrones neuróticos comunes, aun los severos, lo que llamamos normalidad. Es así como los psicópatas logran atacar a sus víctimas sin que estos sean conscientes del daño porque se auto engañan al considerar que es imposible que estén lidiando con predadores sin corazón, desprovistos de toda empatía humana,”

Simon insiste en que los terapeutas que quieran mejorar la conducta y la empatía de estos individuos (Simon afirma que con terapias cognitivas conductuales se logran mejorías importantes dependiendo del diagnóstico del paciente) deberían olvidarse de intentar que el individuo se haga consciente de su desorden sin provocar angustia como lo harían con un paciente con otra sintomatología. Hay dos motivos por los cuales esto es erróneo:  primero, su mal comportamiento para con el resto del mundo no los angustia en absoluto  y, segundo, son plenamente conscientes de lo que son y de lo que hacen, tal es así que una característica común es que se jactan de ello. Sostiene: “es importante recordar que estos individuos con desórdenes de personalidad son plenamente conscientes de sus comportamientos problemáticos. No solo saben exactamente lo que están haciendo sino que también conocen sus motivaciones”.

Asegura que el enfoque terapéutico debe ser frontal, es decir partiendo desde la premisa que el psicólogo o psiquiatra sabe lo que su paciente hace, sus técnicas de manipulación, su desplazamiento de culpa sobre otros, etc. El terapeuta le hará notar esto poniéndole nombre cada vez que utilice alguno de sus trucos. El médico o psicólogo no se enganchará en ellos, preservándose y al mismo tiempo estará aplicando correcciones a su modo errático de pensar y proceder. Para ilustrar su punto, escribe sobre el caso de un médico  que entró a trabajar en el correccional en el que Simon era el líder del equipo. En uno de los primeros casos con el que trabajó, el joven psiquiatra se compadeció de la historia de abuso de una de las internas (que era falsa y  quien por cierto venía de una familia normal) y de sus trastornos de ansiedad masivos, de su depresión. El joven le recetó todo tipo de medicamentos dado su estado de desesperación. Cuando Simón  supervisó su caso, le explicó que esta paciente no sufría de ninguno de estos problemas. Días después el psiquiatra  comprobó como ella se burlaba de él frente a sus compañeros a los que les había vendido los medicamentos psicoactivos.  Simon insiste con la consciencia emocional y cognitiva que el terapeuta, o cualquier otra persona que tenga trato con ellos, debe tener para no caer en sus trampas: “Cometemos un gran error cuando presumimos que sus palabras de arrepentimiento o sus lágrimas de cocodrilo nacen del remordimiento. Algunas de estos trastornos llegan a ser tan severos que muchos fingen  convincentemente un arrepentimiento que parece real.”

El libro es muy completo. Hace una explicación detallada de la diferencia entre desórdenes neuróticos, psicóticos y psicopáticos que aclara cualquier duda que los que no somos especialistas podamos tener sobre ellos; brinda nuevas herramientas y enfoques terapéuticos para los trabajadores de la salud, incluyendo casos desgrabados muy interesantes; y deja una luz de esperanza para el tratamiento de muchos trastornos que si bien no son curables, sí serían mejorables aplicando las técnicas correctas que él sabiamente aclara son solo el comienzo y que nuevos enfoques son bienvenidos y necesarios por el impacto social que estos desórdenes tienen. Él, así como lo hace también Robert Hare, considera que un 40% de las depresiones y las ansiedades que la mayoría de la población sufre son atribuibles a abuso psicopático o narcisista no detectado. Si fuéramos conscientes de esto y tratáramos e investigáramos sobre el verdadero problema de base, mejoraría la salud de la  sociedad notablemente. Un libro altamente recomendable para especialistas en búsqueda de nuevos conocimientos como así también para las víctimas de estas personas con trastornos que todavía buscan respuestas a la triste experiencia vivida. Lamentablemente no parece estar traducido al español. Deseamos que alguna editorial tome nota de ésto dado que el libro ya lleva varias re ediciones en su idioma original por lo que creemos puede ser un éxito también en español entre los sobrevivientes que necesitan este material.

Cuando el abuso narcisista y psicopático se prolonga por años.

Ya hemos tratado de las relaciones con psicópatas y narcisistas de breve duración en la entrada de “abuso express”. Hemos puntualizado los motivos por qué estas relaciones son más breves, más intensas e igual de devastadoras que aquellas en las que el abuso se sostiene a lo largo del tiempo. Hoy queremos analizar lo que pasa en las relaciones con sociópatas a largo plazo, aquellas que están formalizadas (incluso con hijos que también sufren el abuso) y que tienen un velo de normalidad ante la sociedad.

Muchos se preguntan qué es lo que sucede para que una persona no pueda ver el engaño y las mentiras constantes, las infidelidades, el verdadero destino del dinero común, la manipulación y el maltrato encubierto (o en ocasiones también físico); qué es lo que tienen estos hombres y mujeres sin conciencia para que logren convencer a sus parejas de que sus fabulaciones son ciertas y de que los perdonen una y otra vez. ¿Por qué algunos logran salir de estas relaciones destructivas en pocos meses o en un par de años y otros tardan décadas en darse cuenta que vivió una vida de ceguera y de violencia? Hay múltiples factores que favorecen el abuso prolongado. Lamentablemente, los psicópatas y narcisistas son los primeros en descubrir estos elementos que predisponen a la tolerancia del maltrato y a la negación. Cuando detectan a estas personas las eligen para convertirlas en sus “parejas estables”, aquellas que les servirán de pantalla para llevar una vida de desbordes y falsedad sin que nadie lo sospeche. De ninguna manera consideramos que estas circunstancias personales sean las que “provoquen” la violencia psicológica que ejercen los sociópatas.  Ellos son los que estudian las debilidades personales para usarlas a su favor. Sería comparable a una situación el la que alguien sufre de diabetes, le advierte a su pareja que no debe comer azúcares de ningún tipo y ésta decida suministrarle comidas y bebidas con hidratos de carbonos escondidos para hacerle daño. De ninguna manera se debería responsabilizar a la víctima por tener ciertos elementos en su personalidad o en su historia que atraiga a psicópatas y narcisistas. Pero ¿Cuáles son esas características que predisponen a no ver el abuso?

  • Haber crecido en una familia violenta o abusiva: muchas mujeres se quedan con parejas psicópatas porque sostienen que “no les pega como su padre a su madre” y que por lo tanto su devaluación, su engaño y sus infidelidades son “males menores”.
  • Haber crecido en una familia con padres inmaduros: cuando los padres se comportan como niños, sus hijos tienden a madurar antes de tiempo y se convierten en “cuidadores” de sus padres. Esto lleva a ver ese estado de codependencia como algo normal. Cuidan a su pareja narcisista o psicópata con la esperanza de que cambie, la misma esperanza que albergaban para con su familia de origen.
  • Ser muy jóvenes o menores de edad al momento del encuentro con el/la sociópata: cuanto menos experiencia tenga la persona en relaciones ya sean románticas o laborales, les será más sencillo para el sociópata hacerles creer que toda esa confusión, triangulación y lavado de cerebro es lo normal, como también manipularlos usando las inseguridades propias de la adolescencia para entrenarlos y moldearlos a gusto.
  • Aislamiento/factores económicos: si el/la sociópata es quien gana más o posee propiedades solo a su nombre, es probable que su pareja no sepa como salir de la relación, y si a esto se suma haber perdido la red de amigos por las mentiras que su pareja inventó sobre ellos, es probable que decida aguantar.
  • Hijos en común: La idea de perder la tenencia de los niños es el fantasma más terrible para hombres y mujeres pero en el caso de los hombres esto es más acentuado. Muchos se quedan soportando todas sus mentiras y manipulaciones porque saben que en un juicio de divorcio, ellas mentirán tan bien que no lograrán siquiera verlos.
  • Una educación extremadamente estereotipada: en aquellos hogares en los que el varón tiene privilegios es normal que se les enseñe a las hijas mujeres a tolerar el abuso. También en aquellos hogares donde todavía se considera que la separación es un pecado mortal, la víctima no querrás divorciarse por miedo al rechazo de su entorno.

El siguiente es un caso real en el que solo se cambiaron los nombres. Melanie tenía 17 años cuando comenzó a trabajar. Su madre cosía para afuera y su padre era un obrero alcohólico que en ocasiones (cuando estaba muy ebrio) se ponía violento con su madre. A Melanie, afortunadamente, nunca la golpeó y cuando estaba sobrio la mimaba movido por la culpa. Mauro (el psicópata) tenía 31 años y trabajaba en la empresa donde ella había entrado haciendo tareas de limpieza y trámites. Él estaba casado, tenía una nena de 4 y engañaba a su esposa, llamada Clara, con una jefa más grande que él y con otra colega. A Melanie la sedujo con regalos pequeños que para ella eran deslumbrantes y con su sexualidad creativa. Melanie no había tenido ningún novio. En ese país esta “relación” podría haberle costado la cárcel a Mauro ya que la edad de consentimiento es los 18 años pero Melanie lo guardó en secreto hasta llegar a la mayoría de edad. La esposa de Mauro, una mujer de unos treinta años, no solo acababa de descubrir a una de sus amantes sino que se enteró de que él ganaba mucho más de lo que declaraba a pesar de que a ella le decía que no tenían lo suficiente para comprar útiles escolares para la niña. No lograba entender el motivo del comportamiento tan perverso de su marido y a pesar de todavía añorar las primeras etapas de idealización, le pidió el divorcio. Por primera vez, todo el encanto de Mauro desapareció. Le jalaba del pelo, la amenazaba, llegó a retorcerle el brazo. Mucho tiempo después pudo Clara ponerle nombre a lo que había vivido cuando cayó en sus manos un libro sobre narcisismo y psicopatía. Mientras tanto Melanie estaba cada vez más enganchada con él. Realmente creía que su esposa era malvada. Pensaba todo el día en él. Hacía todo por él. Quería compartir cada cosa que le pasaba en el día con él. Cuando salió el divorcio, le contó a su madre de la relación. La mamá puso el grito en el cielo pero él, a pesar de estar con otras personas más interesantes y experimentadas que Melanie, la trianguló contra su propia madre y Melanie dejo su hogar para ir tras él a su nueva vivienda. Al principio, él la maltrataba para que se fuera porque la sentía como una carga. Con el tiempo, Mauro comprobó que ella era buena atendiéndolo, que se creía todas sus historias y cambió de actitud. Trató de ganarse el cariño de la madre de Melanie y de sus amigos. Hizo una campaña record de atenciones. Si bien algunos tenían sus dudas, respetaron la voluntad de la joven. Mauro consiguió trabajo en una multinacional y le pidió a Melanie que dejara de trabajar, no quería que nadie lograra mostrarle que había otro tipo de realidades y de relaciones. En la nueva empresa, él se movía con libertad ya que nadie conocía sus antecedentes y además estaba ganando buen dinero. Comenzó a tener amantes en todos los sectores. Melanie odiaba a la ex esposa de Mauro. Cuando el dinero no alcanzaba a pesar de su jugoso sueldo (hoteles, regalos, etc) él le aseguraba que era su ex esposa quien lo dejaba seco (en realidad, a Clara le llegaba el mínimo estipulado por ley). A Melania no se le ocurrió jamás mirar los números con detenimiento. Mauro estaba fascinado porque su imagen de hombre pulcro y familiar le daba réditos. Fue por más. Tuvieron un hijo, luego una hija. Él se ausentaba demasiado para un hombre con dos niños pequeños y cuando ella le reclamaba tímidamente, él no le dirigía la palabra por días. Melanie finalmente le pedía perdón. Él la premiaba con buen sexo y algunas salidas por unas pocas semanas y comenzaba la rueda. El tiempo pasó. Mauro, buscando nuevas aventuras, comenzó a asistir a fiestas sexuales grupales que otros ejecutivos organizaban. Melania no sospechaba en absoluto. No le pareció raro haber contraído una enfermedad de transmisión sexual. Pensó que podría haberse contagiado en la piscina, había leído en internet que eso era posible. Tampoco parecía darse cuenta del consumo de cocaína de Mauro. Estaba acelerado por tanto trabajo. Los fines de semana los reservaba para ella. Salvo en alguna oportunidad en la que la amante de turno le interesaba lo suficiente como para inventar un viaje de negocios, durante la semana Mauro “trabajaba” hasta 16 horas seguidas pero los sábados y domingos se quedaba en casa y decía que no quería salir porque estaba cansado. Veían televisión y recibían a la familia. Aburrida Melanie comenzó a organizar pequeños eventos para las amigas (baby-showers, bautismos, etc). Era buena y la comenzaron a contratar. Mauro se mostraba encantador con las mamás del colegio que pedían asistencia con los eventos. Nadie sospechaba. Cada tanto Melanie recibía anónimos de amantes que querían advertirle pero él le decía que eran colegas que lo envidiaban o que lo buscaban pero que estaban ofendidas porque él se había negado a tener un amorío con ellas. Melanie no solo se dejaba convencer sino que se esforzaba más para “luchar” por su hombre contra “todas esas descaradas” que querían arruinarle su matrimonio. Subía fotos en las redes sociales y anunciaba lo feliz que era pensando que realmente esas mujeres lo querían a él. La mayoría solo había intentado advertirle movidas por el dolor.

Pero Mauro, como todo psicópata, se creyó más inteligente y más impune de lo que en realidad era. Con una de sus empleadas tuvo un affaire importante pero ella descubrió que estaba con tres más en la oficina. Mauro la devaluó hasta que ella consiguió otro trabajo para preservar su salud mental. Lo que no supuso es que la muchacha antes de irse entregó a la empresa la dirección alternativa de correo electrónico de Mauro (donde el guardaba los correos de sus amantes) y un detalle de los hechos padecidos. Mauro estaba convencido de que las empresas solo controlaban los correos corporativos, no entendía que las compañías colocan programas fantasmas que “guardan” las contraseñas de cualquier cuenta (Facebook, twitter, correo personal) a la que se haya accedido desde cualquier máquina de la oficina (sí, sabemos, este tipo de espionaje es ilegal pero es práctica común en todos los organismos del estado y en empresas grandes) Un día fue convocado por los directivos que le comunicaron que tanto él como otras tres mujeres de la empresa estaban despedidos sin derecho a indemnización por la gravedad de lo encontrado. (Nota: si tienes una relación en la oficina presta atención a lo que te acabamos de decir. Esas otras tres empleadas se quedaron sin trabajo y descubrieron que su amante era en realidad un monstruo todo al mismo tiempo. No querríamos estar en sus zapatos. Ten cuidado).

Increíblemente, Mauro logró convencer a Melanie de que fue él quien renunció de un día para otro por estrés. Los pocos ahorros que Melanie había juntado con sus fiestas infantiles, fueron para cubrir todos los gastos de la casa. En unos meses Mauro consiguió empleo. No ganaba tanto como en la multinacional pero le alcanzaba para sus gustos y estaba en un nuevo entorno, lleno de mujeres a las que embaucar. A esta altura algunos de los amigos y familiares de Melanie sospechaban. Clara, su ex mujer hizo una breve investigación y se enteró del escandaloso despido del padre de su hija. Lejos de tratar de advertirle a Melanie, se dedicó a mandarle cosas para los hermanitos de su hija a través de ella y a rezar para que alguna vez ella se diera cuenta del abuso. Esto por el momento no ocurrió. Melanie sigue con Mauro. Sus hijos viven limitados. Él sigue divirtiéndose y dejando a mujeres arruinadas por detrás. El grueso de las personas que los conocen superficialmente no ven las cosas con claridad. Los más cercanos sí y sufren profundamente. ¿Qué harías tú si fueras familiar de Melanie?

Si alguien de tu entorno está ciego y a merced de un narcisista o psicópata trata de tomar una postura equilibrada e inteligente. Sí tratas de abrirle los ojos a la fuerza, abrumándola con todas las evidencias juntas, ella/él le contará a su pareja quien inventará una serie de excusas y hará todo lo posible para que deje de verte haciéndote pasar por loca alucinada. Piensa que si quedas fuera de la vida de tu pariente ya no podrás ayudarlo/a. Si por el contrario, le dices a todo que sí y no le cuentas nada de lo que sabes, estás siendo funcional al psicópata. Lo mejor es hacerle notar ciertas conductas al pasar, darle a leer notas en donde se describen relaciones tóxicas, resaltar las virtudes de las parejas sanas, impulsarla/o a tener sus propios espacios y su propio dinero y hacerle saber que si alguna vez se decide a dejarlo/a, tú estarás allí para darle toda la contención emocional que necesita como así también un techo y algo de dinero si fuera necesario. Las demás personas de su entorno deberían intentar lo mismo. Muchas voces que logren contrarrestar la voz todopoderosa del psicópata en su cabeza.

Las profesiones que atraen a psicópatas y narcisistas.

Teniendo en cuenta la compulsión de los psicópatas integrados de controlar, manipular y engañar ¿Se podría considerar que hay profesiones que los atraen? Según el psicólogo inglés Kevin Dutton esto es así. Según sus investigaciones, mientras que en la población general hay un 4% de individuos con algún desorden de personalidad B, en ciertos puestos los  psicópatas y narcisistas malignos llegan a un 10%, lo cual indicaría que esas profesiones tienen un magnetismo especial para los sociópatas y es altamente probable que solo lleguen a esas metas aquellos que no tengan escrúpulos. Dutton afirma que las profesiones con mayor incidencia de psicópatas integrados son:

  1. CEO (presidente del directorio de una empresa), ejecutivos y financistas.
  2. Abogados y jueces.
  3. Estrellas de radio o TV y periodistas
  4. Políticos.
  5. Médicos cirujanos
  6. Policías
  7. Sacerdotes, pastores o líderes religiosos

La mayoría de estas profesiones ofrecen grandes posibilidades de obtener poder, además de requerir la capacidad de tomar decisiones frías sin mediar emociones, algo que las hace especialmente atractivas para los psicópatas. Es terrible pensar que la impartición de justica y la creación de políticas públicas puedan estar en manos de psicópatas. También es siniestro ver como muchas personas son captadas por sectas cuyos líderes hablan de amor y paz pero solo buscan dinero y sexo con las/los conversos. Estos seudo iluminados pueden pertenecer a religiones establecidas como también ser “gurúes” new-age. Todos utilizan técnicas de seducción para con las víctimas y luego, a través del aislamiento, el lavado de cerebro (acompañado en ocasiones por brebajes psicoactivos) los someten a su voluntad. A veces el engaño social es más sutil, por goteo, como en el caso de los políticos o los ejecutivos que van tanteando el terreno y anticipando las jugadas de los demás como en un partido de ajedrez. No nos olvidemos tampoco de que algunos psicópatas con tendencia a la pedofilia (no queremos crear alarma, son pocos los psicópatas llegan a esos extremos, pero es una realidad) siguen carreras que les permitan relacionarse con niños como entrenadores, sacerdotes o pediatras.

Por el contrario, ¿cuáles son las profesiones con menor incidencia de psicópatas? Pues aquellas que no sólo ofrecen poco poder a quienes las practican, sino que requieren capacidad para relacionarse con otros seres humanos y lidiar con sentimientos; todas condiciones que no tienen los sociópatas.

  1. Enfermeros o enfermeras
  2. Artesanos
  3. Peluqueros o estilistas
  4. Voluntarios
  5. Maestros y profesores
  6. Artistas
  7. Contadores

Sin embargo, los hallazgos de Dutton solo tienen un valor a nivel estadístico y no significa que no existan profesores en la universidad que no sean sociópatas o artistas con narcisismo destructivo (hay muchos ejemplos en la historia). En su libro “El psicópata de al lado” la Dra. Marta Stout narra dos casos disímiles de psicópatas: una mujer psicóloga y un hombre al que no le interesaba trabajar. El caso de la psicóloga sucedió en una clínica. Esta mujer había sido promovida por dos directores con los cuales mantenía relaciones íntimas. Ella odiaba profundamente a unas de las psiquiatras de la clínica que hacía maravillas tratando a gente con esquizofrenia o bipolaridad. La psicóloga sociópata más de una vez había entrevistado a los pacientes de su colega que ya podían ser dados de alta para angustiarlos con comentarios del tipo “te veo mal, creo que estás a punto de tener una recaída”. Los pacientes no tenían la capacidad de ver que esa mujer abusaba del poder que tenía sobre sus mentes frágiles con el fin de inducirles terror para desestabilizarlos. Esto lo hacía para perjudicar a su colega psiquiatra. Fingía ser dulce con las enfermeras y dejaba deslizar críticas hacia los médicos para que ellas las extendieran entre los familiares de los pacientes. Ella quería pasar como la mejor de la clínica. Luego de unos años, aplicó su método de desestabilización con el hijo de un hombre de muchísima influencia en los medios. Éste señor siguió su instinto y, lejos de culpar a la clínica en general y a la psiquiatra en particular (que a esta altura se culpaba de todo lo que salía mal), hizo investigar a la psicóloga que había entrevistado a su hijo. Resultó ser que ni siquiera se había graduado. La clínica la despidió pero para evitar hacer ruido mediático no le hizo juicio por ejercicio ilegal de la profesión. La doctora Stout concluye, entonces, que esta psicóloga psicópata probablemente siga “trabajando” en algún otro estado.

El segundo caso que narra es el de un empleado que conoció a una investigadora universitaria, que según Stout, no era especialmente atractiva aunque poseía una inteligencia extraordinaria y era encantadora. El holgazán en cuestión la sedujo haciéndola sentir la mujer más bella del planeta. Ella sintió que finalmente era deseada como lo había soñado. Es más, él la alentó a planear una boda de cuento de hadas. Ella vivía en un área muy bonita de la ciudad y su casa tenía una pequeña piscina. Cuando se casaron, él ya no se mostraba tan atento como antes y solo pasaba horas en la piscina escuchando música o viendo televisión con algunas cervezas. Ella consideró que era normal que las relaciones se “asentaran un poco” con la rutina. Con el paso del tiempo, la investigadora logró un embarazo y su marido le propuso dejar de trabajar para cuidar al niño y que ella pudiera seguir con su exitosa carrera científica. Así lo hicieron. Desde los últimos meses del embarazo, su marido dejó de buscarla ya que no la encontraba atractiva. Ella se resignó pensando que era su culpa por haber engordado. Cuando el niño nació, él no cumplió con el arreglo, no se ocupaba ni del niño ni de la casa durante el día. Sus actividades seguían siendo la natación, la música, las películas y ahora algunas escapadas. Ella cargaba con todo el peso del cuidado de la casa. Afortunadamente, en su trabajo ella estaba rodeada de gente universitaria con amplio acceso a información académica y a pesar de su dolor, se le hizo evidente que su marido era un psicópata parásito. Pidió el divorcio pero él le peleó la tenencia del hijo y por sobretodo, la casa porque no podía desprenderse de la piscina. La acusó de querer quitarle “lo mejor que él había conseguido”. La mujer tuvo que dejar el trabajo y mudarse a otro estado con su hijo para no seguir soportando el acoso constante de su ex.

Hay psicópatas y narcisistas a los cuales les atrae el poder y estar a la vista del ojo público, otros en cambio se conforman con llevar vidas parasitarias y vivir bien a costa de los demás. Independientemente de las profesiones que puedan haber elegido, debemos prestar atención a las señales que delatan a este tipo de personas: al comienzo una exagerada atención o seducción condimentada con narraciones tristes de sus vidas para que sus víctimas sientan la necesidad de nutrirlo y protegerlo; y si la relación es de pareja, también ofrecerán mucho sexo para crear la adicción química. Más tarde, cuando el psicópata o el narcisista ha encontrado otros suministros mantendrá a sus colegas, familiares o parejas en una nebulosa de mentiras, engaños y datos contradictorios para confundirlos e impedirles ver la realidad. Esta etapa es una montaña rusa de emociones extrañas que son acompañadas por fases alternadas de idealización y devaluación. Todo esto es a lo que debes prestar atención más allá de los puestos que los maltratadores tengan. Sus profesiones pueden ser un indicador más para ayudarte a desenredar esta madeja de hipocresía y abuso permanente, pero que no es determinante en absoluto.

Hijos y parejas de psicópatas según el Doctor Marietán

A continuación transcribimos la exposición del Dr. Hugo Marietán en el Congreso Internacional de Psiquiatría, de la AAP. Buenos Aires, 19 de septiembre de 2012. Queremos hacer dos aclaraciones: la primera es que no estamos del todo de acuerdo con el término “complementaria” ya que a la luz de las nuevas investigaciones sobre erosión identitaria y síndrome de Estocolmo doméstico nos parece que desplaza cierta culpa hacia la víctima cuando no debería ser así. La segunda es que el caso que el Doctor Marietán narra es cierto y sucede a menudo, no obstante, no todos los casos terminan de la misma manera (con los hijos bajo el cuidado del cónyuge psicópata). Finalmente, hemos resaltado parte del texto para que veáis que en un porcentaje altísimo los hijos de psicópatas no heredan las características psicopáticas del progenitor. Sí hay que tener cuidado del efecto imitación.

Dr. Hugo Marietan:

“Un gusto que hayan venido a esta charla sobre psicopatía, mi nombre es Hugo Marietan. Yo que hace varios años estoy trabajando en el tema de la psicopatía, me doy cuenta, ahora caigo en la cuenta de por qué son pocos los psiquiatras que se dedican a la psicopatía. Es un tema altamente tensionante , los resultados a veces son muy esforzados. Todo el tema de la psicopatía, el psicópata en sí, lo que rodea al psicópata, la complementaria, los hijos, tiene un dejo de cosa truculenta, y a veces de siniestra. Por sobre todas las cosas, siempre sale de lo normal, entonces uno tiene que hacer, en tanto terapeuta un esfuerzo enorme para sacarse todos los clisés de la forma que tenemos nosotros empática al tratar con pacientes habitualmente con problemas del tipo neurótico incluso los psicóticos, con problemáticas del tipo familiar pero que nunca salen de lo común que pueden exagerar hacia un bando o hacia el otro, pero siempre se mantienen dentro de un rango de lo normal.

Acá, en la psicopatía, nosotros estamos trabajando por fuera de lo común, por eso es que yo me doy cuenta que cuando explico estos casos, siempre hay cierta expresión en los oyentes de incredulidad. Yo los comprendo, es difícil de entender los efectos del psicópata y al psicópata mismo ni hablar. Un psicópata sabemos que es una persona , no sé si decirle persona, es un ser que tiene una lógica totalmente distinta a la lógica común , ni que hablar de la gama de los sentimientos , en el tema de los sentimientos encontramos, uno , dos , tres . Yo, digo, esta persona tiene el entusiasmo por un lado , son personas entusiastas , a veces, cuando es entusiasta?, cuando está detrás de su necesidad especial; después, la ira, la ira que se presenta generalmente cuando se frustra , cuando no puede conseguir un objetivo y después de eso , el entusiasmo , la ira , un enorme vacío , un vacio en el conjunto de los sentimientos . No me resulta extraño que el psicópata este azorado o no entienda la gama de sentimientos del ser humano común. Y como le parece un ser débil arrastrado por sus emociones y por supuesto fácilmente dominable, es una persona que mira a la otra, no empáticamente, es decir, sin colocarse en el lugar del otro, lo ve como una cosa, lo ve como un objeto para su utilidad, y para colmo con una gama de expresiones emocionales que él no tiene, es evidente que va a tener que verlo como algo inferior a él. Las charlas que he tenido con psicópatas que han venido a verme, una vez que ellos los estudian a ustedes, cuando el psicópata va a verlos a ustedes, el psicópata es una persona que los está evaluando a ustedes, no es que ustedes están evaluándolo a él, sino que el psicópata los va evaluando a ustedes, y una vez que saca una conclusión se abre más o menos de acuerdo a cuando a él se le dé la gana. Otros de los elementos es que ustedes se dan cuenta que la entrevista es guiada por el señor psicópata y no por ustedes. Esa persona los ve a ustedes como seres inferiores, o bien están siempre viendo de que manera este tipo, esta cosa, le pude ser útil a él. (Esto es importante que lo tengan en cuenta) De qué manera puedo sacar algo de esto que estoy haciendo. Y con esa gama de sentimientos, -mínimo- la ira, el entusiasmo y sus derivados, estos hombres a veces conforman una familia, con quien?, obviamente con una complementaria, desde luego que la complementaria no es una mujer común, eso ya lo vimos en las charlas anteriores ,en los otros congresos, no cualquiera es completaría de un psicópata, es una persona también muy especial . Básicamente es una mujer que de adolecente ya desdeña al varón común, el varón común la aburre, busca siempre algo exótico y como digo siempre en el mar de los exóticos nada el psicópata y entonces ahí, es donde, esa cosa exótica y particular que es el psicópata llama poderosamente la atención de la complementaria y queda pegada ahí. Una vez que quedo pegada, ya esta, se formo el circuito de la complementaria, psicópata y tienen este entramado que tantas veces hemos conversado.

El tema es que el psicópata suele utilizar a la complementaria a veces para conformar una familia, pero por que el psicópata con las características especiales que tiene hace una familia, porque la necesita, porque quiere generar más individuos, No. Generalmente porque le conviene la complementaria por x razones, entre ellas, lo más relacionado, recuerden que el psicópata siempre tiende al poder. Porque de esa manera con esa fachada, con esa mujer puede conseguir más relaciones sociales que le permitan ascender .La familia le resulta una carta de presentación social, una fachada para presentar, para que el consiga sus objetivos. Yo lamentablemente tengo que repetirles a las complementarias cuando vienen a verme, cuando se ha agotado el proceso del circuito complementaria psicópata, y ellas deciden irse de ese circuito vuelvo a repetirles que el psicópata nunca las ha querido, no la ha querido a ella, no ha querido a sus hijos y no quiere a nadie nada más que a él, esto es resistido dolorosamente por la complementaria que siempre sobreestima la palabra por sobre los hechos, y dice pero él me ha dicho siempre que yo soy una mujer especial , que he sido la mujer de su vida , que ha sido la mujer que por fin después de tanto tiempo ha encontrado. Y yo, le digo, pero usted recuerda que me conto que ha visto en su celular o ha visto en su computadora mail hacia otra mujer que le decía exactamente lo mismo, y dice, si, si, pero él me lo decía a mí en persona a las otras, les mandaba mail.

Esa obcecación de la complementaria de justificar completamente todo lo que hace el psicópata y ese esfuerzo por no ver, ese esfuerzo brutal por negar la realidad no lo puede hacer cualquier mujer común. Esa tolerancia infinita a todas las aberraciones que hace el psicópata sobre la complementaria solamente la puede tolerar una mujer que sea especial, una mujer común la segunda vez que el psicópata muestra un poco, un poquito las garras sale corriendo. La complementaria le muestra las garras, ella ve unas manos hermosas hay, ahí, un vinculo de ida y vuelta muy especial.

El tema es que estas personas forman una familia. Y esta familia tiene hijos. entonces ahí puede pasar varias cosas, Primero, que el psicópata, que siempre tiende al poder satisfaga esa necesidad especial por fuera de la casa , que él sea un empresario , político ,dirigente de cualquier circuito profesional , entonces ahí, el , esta, digamos entre comillas descargando esa necesidad especial y satisfaciéndose en el afuera de la familia, entonces en el adentro de la familia se comporta como una especie de padre entre comillas ausente o padre digamos con ciertas particularidades y punto. Y transcurren los años, pasan los años y es un padre, los hijos lo recuerdan como un padre habitualmente seco, muy regalero, muy obsequiador, porque para el psicópata dar cosas es muestra de cariños. El padre psicópata cuando tiene cierta preferencia por uno o por otro, regalan cosas, dan cosas, cosas materiales, a tal punto que cuando se pelean con alguno de los hijos él le hace el inventario , te acordas que si yo te di esto, te di aquello , te pague aquello, todas cosas materiales , no entienden el tema de la ternura , la solidaridad , la reciprocidad afectiva, nada , todo eso escapa al mundo emocional del psicópata , si tenemos esa situación de que el padre psicópata descarga la psicopatía afuera o si es un violador en el afuera , en el adentro digamos es un padre poco presente y entonces el comando de la casa queda al mando de la complementaria y acá ocurre el siguiente fenómeno, la complementaria acompaña en el crecimiento a los hijos pero su mente esta puesta siempre en el sol negro, mirando a su psicópata, el psicópata es el que le da el sentido a su vida y los hijos están ahí, al lado de la complementaria . No es que los crie mal, pero le falta a la complementaria ese darse a los hijos que es propio de la madre común ,por lo menos en la generalidad de las madres, es una cosa interesante eso también, para ustedes los más jóvenes para que puedan estudiar, la complementaria como madre , que tampoco es una madre común , porque también desde el vamos en el proceso de socavación que hace de la autoestima de la complementaria el psicópata a lo largo de los años , es un trabajo sutil de adiestramiento ,también la degrada en el concepto de madre .

En la familia siempre existen dos polos de poder tácito, implícitos, uno es el padre que tiene una figura especial y otra la madre, son dos polos de poder. Ahora ocurre aquí que, el tono de poder maternal desciende a medida que el psicópata va socavando la autoestima de la complementaria hasta llegar a un nivel de, existe como una especie de igualdad de jerarquía entre los hijos y la madre. Es decir la madre pasa a ser una especie de hermana más y el único poder que queda en la casa es el del psicópata. Esto no se ve habitualmente con tanta nitidez en el transcurrir de los días, mientras el vínculo del psicópata y la complementaria siga funcionando. Los hijos crecen y en un momento, a veces la complementaria decide romper ese circuito por hartazgo o el mismo psicópata hace que la complementaria rompa el circuito porque le muestra un poco de sus miserias entonces la complementaria reacciona y le es fácil a el desprenderse de la complementaria. Y es ahí donde ocurre un fenómeno extraño a lo común. La madre se separa del psicópata y la mayoría de los hijos suelen quedarse con el psicópata. No se van con la madre, es absolutamente raro, aunque sean chicos, medianos, incluso grandes, se quedan con el psicópata, por qué?, porque durante toda su vida han experimentado la presencia excluyente del poder del psicópata y la minusvalía de poder de la madre. Entonces en el momento de elegir se quedan con el padre, ante el dolor imaginable de la complementaria que se queda sin el psicópata que es un desgarramiento psíquico importante y tampoco tiene los hijos, o bien se queda con un hijo.

El hijo del psicópata tampoco es un hijo, que podemos decir un hijo común. El hijo del psicópata tiene sus carencias. Siempre tiene un déficit y tiene otra cosa particular y negativa también, el haber sido el hijo de un psicópata facilita que puedan ser parejas de otro psicópata. Entonces este fenómeno, yo digo, a ver, por que conoció, como conoció a este psicópata, una vez que uno determina que es un psicópata, y ella o el, al revés, hay mujeres psicópatas también, entonces ella por ejemplo me dice, no sé, y cuenta lo que hacían cuando eran novios, etc. Y eran aberraciones espantosas, intolerables, pero ellas no las veían, no las veían porque las cosas aberrantes, las sumisiones, las humillaciones, las descalificaciones eran de todos los días en su casa, cuando se había apareado con esta pareja, lo que le hacía era lo mismo que le habían hecho en casa, no notaba la diferencia. Entienden eso? El hecho de tener un padre psicópata, una madre psicópata facilita enormemente la tarea de adiestramiento del psicópata que va a ser pareja del complementario, esa es una de las variantes.

La otra variante que cuando hay un padre psicópata, una madre psicópata, los hijos pueden enfermarse. Ellos evidentemente quieren ejercer su potencionalidad , convertir la potencia en acto, y el acto no lo pueden realizar, por que ?, porque hay un ente ahí, que impide el desarrollo normal de ese chico, entonces se establece un conflicto , una impotencia crónica, que puede llevar a problemas psicopatológicos de cualquier naturaleza. Por eso es que yo digo, que cuando en una familia muchos de los chicos presentan trastornos psicopatológicos busquen al psicópata que seguro van a encontrar en uno de los dos padres. O, a veces, una abuela que vive con ellos, o una tía que vive con esa familia. Esa es una vía, es una forma del efecto que tienen los hijos frente a la acción del psicópata. La otra es la diáspora , es cuando los chicos de chiquitos conviven o van a la casa de otros , la tía, la abuela , el vecino , la amiga , están constantemente en otras casas y de adolescentes algunos prematuramente deciden si están en la provincia ir a estudiar a 500, 600 km de la familia o algunos mujercitas ya tempranamente forman pareja y se van, es un diáspora, y otra forma de salir de ese círculo opresivo que conforma el clima del psicópata .Porque el clima del psicópata como lo dije tantas veces no es un clima de armonía , no es un clima de distensión todo lo contario , donde hay un psicópata el clima siempre es tensional . La tensión, el estrés crónico es lo habitual, el desgaste emocional es de todos los días. La incertidumbre de que va a pasar cuando venga, que pasara cuando venga papa, o mama, o con que va a salir ahora, papa o mama, ese clima de tensión es constante, no hay esa relajación y esa paz de muchas de las familias, el hogar deja de ser el famoso recurso del guerrero para ser otro tipo de guerra ahí adentro.

Tenemos los hijos que se enferman, los hijos que se escapan, y los hijos que se someten y terminan aniñándose en desmedro del desarrollo normal. Después cuando se produce por ejemplo la separación ellos actúan de una manera aberrante, algunos hijos copian, me falto decir esto, algunos copian las actitudes del psicópata erróneamente puedo decir, ahhh, este heredo la característica del psicópata, del padre o de la madre. No, están repitiendo el esquema. En todos estos años de trabajo pocas veces me encontré con que de un padre psicópata o de una madre, salga un hijo psicópata. Si, un hijo copia algunos rasgos psicópata, incluso la complementaria a veces, ejerce algún tipo de manipulación con otros, que es copia de lo que aprendió. A veces en el proceso de separación los hijos toman, sobre todo cuando la separación es controvertida es decir que el psicópata no quiere desprenderse de la complementaria y la complementaria consigue el suficiente apoyo fuera y hace la separación, los hijos se van en su mayoría con el psicópata y establecen una alianza tan , tan fuerte con el psicópata que suelen despreciar objetivamente a la madre, entre comillas, la repudian en el sentido literal del término , por ejemplo me contaba una señora que esta en este proceso de separación , una familia que está muy relacionado socialmente que se casaba el hijo de un amigo de su hija, que a su vez estaban todos relacionados , la madre es amiga de este chico que se casaba , estaban todos relacionados, y desde que ella se separo hace dos años , el hijo que tiene 26 años, son todos profesionales , hace dos años, el hijo nunca más le volvió a hablar, ellos habían tenido un buen dialogo mientras estaban conviviendo con el psicópata A partir de que se separo, nunca más. Ella fue a la ceremonia del casamiento, y cuando el hijo la ve en la iglesia se dio media vuelta y se fue. La captación también de la mentalidad de los hijos de parte del psicópata, hace que todos los que se opongan a los deseos del psicópata sean considerados enemigos, no importa quien sea, la madre, el vecino, lo que sea. El psicópata, tiende, ya sabemos eso, tiende a la autoridad militar, están conmigo o en mi contra. Y actúa en consecuencia. Gracias.”

Sandra Brown sobre cómo detectarlos

Las personas peligrosas son una fuerza destructora y venenosa en la vida de una mujer, por lo que distinguirlos es fundamental. Uno de los mejores materiales informativos para reconocerlos está en el libro de Sandra Brown, How to Spot a Dangerous Man (“Cómo detectar a un Hombre Peligroso”) La autora habla de los hombres peligrosos, pero ya sabemos con creces que esto se aplica también a las mujeres peligrosas. A continuación, algunas citas útiles:
“Los hombres peligrosos existen en todas las formas y tamaños. Se escurren en nuestra vida pareciendo, al menos al principio, increíblemente normales. […] parecen gente tan suave y con tanta confianza en ellos mismos, tan aparentemente relajadas que uno simplemente está seguro de SABER que son gente saludable y buena”
“Pero demasiadas mujeres cuentan historias que comienzan con un “Yo no sabía que él fuera así. No reconocí las señales tempranas. Le creí… algo se nos debe estar escapando de la vista si millones de mujeres siguen terminando con hombres que podríamos calificar de peligrosos.”
“Tiene que haber alguna falla en el sistema personal de detección femenino. Sólo parece funcionar cuando observamos a las demás mujeres. Preguntamos en forma crédula: “¿Acaso ella no sabe que él le pega a las mujeres?… ¿qué tiene problemas con el alcohol?… ¿Qué tiene antecedentes?” […] Pero cuando nos toca a nosotras, nuestras antenas sufren un cortocircuito”
“Los hombres peligrosos siempre han vivido entre nosotros, y siempre lo harán. Empleo el término peligroso para describir a cualquier hombre que causa daño a la salud emocional, física, financiera, sexual o espiritual de su pareja.”
“… hombres que en nuestras vidas han o podrían haber causado un trauma emocional difícil de sanar en menos de meses o años.”
“Hemos crecido aprendiendo estrategias de defensa física, pero aparentemente ninguna en lo que se refiere a los ataques emocionales.”
Sandra Brown cita varios tipos o combinaciones de tipos, entre los cuales hallamos el siguiente:
“El depredador emocional: Este hombre patológico posee un sexto sentido acerca de las mujeres y sabe como actuar ante las heridas de una mujer. Si bien sus motivos pueden ser tomar a una mujer como presa por sus vulnerabilidades económicas o sexuales […], se lo denomina depredador “emocional” porque casa a sus víctimas tomando como blanco su vulnerabilidad emocional. Él puede sentir que una mujer fue recientemente abandonada, que se siente sola, o está necesitada emocional o sexualmente. Es un camaleón y puede convertirse en lo que sea que una mujer necesite que él sea. Conoce muy bien el lenguaje corporal y visual de las mujeres, así como el de los mensajes sutiles detrás de sus palabras. Puede darse cuenta de indicios acerca de la vida de una mujer y convertirse en lo que ella necesita en ese momento. “
“La mayoría de las mujeres no aprenden lo que es la patología. No saben cuáles son las señales y los síntomas de los hombres patológicos. […] no saben cuáles son las consecuencias de salir con un hombre así de enfermo. Presumen que un individuo con una patología clínica exhibiría algunas señales “obvias” de enfermedad mental o peligrosidad que todos podrían detectar. Sin embargo no siempre la patología es tan obvia, ni siquiera para un terapeuta.”
“Muchas mujeres que SÍ aprenden sobre esta patología parecen creer que ellas y sus parejas son la excepción a la regla… Eligen NO aceptar años de investigación psicológica. Se niegan a ver que su hombre tiene un trastorno muy adentrado en su personalidad y el cual no tiene cura. Dado que el hombre patológico nunca cambiará”
“Todos tenemos un sistema de estandartes rojos y alertas rojas que pueden actuar como un monitor interno personalizado…Este sistema de alerta roja es una mezcla de intuición, un sistema de respuestas sensoriales y un murmuro de advertencia espiritual.”
“Toda mujer se ha dado cuenta de cómo recibe por lo general sus banderas rojas y advertencias. Algunas mujeres experimentan verdaderas sensaciones físicas, otras notan síntomas mentales o emocionales, y otras lo sienten a nivel espiritual. Algunas mujeres reciben una combinación de estas. Cómo sienta estas advertencias no es tan importante como lo que haga con lo que siente…El peligro produce un cambio en sensaciones corporales a las cuales necesitamos prestar atención. Estas incluyen miedo y sudor, un nudo en el estómago, latidos fuertes en el corazón, la piel de gallina, o una sensación de malestar general que puede ser difícil de nombrar. Pero a veces nosotros los adultos ignoramos estas sensaciones [o las interpretamos como “amor” o “excitación” a causa de un condicionamiento inadaptado”
“¿Cómo está usted desde que conoció a esta persona? ¿Está equilibrada y con los pies en la tierra, o anda revoloteando sin rumbo emocionalmente? ¿Está ansiosa… preocupada… melancólica… confundida… siente un malestar general sin saber por qué?¿Tiene dificultad para dormir, comer concentrarse? ¿Sigue con sus actividades regulares o ha abandonado cosas por esa persona?”
“La vida sexual de un psicópata o un narcisista maligno es impersonal, trivial y pobremente integrada. Los psicópatas tienen varios grados de inclinaciones hacia prácticas sexuales inmaduras o pervertidas. El psicópata requiere de impulsos de una intensidad caprichosa para manifestar comportamientos inaceptables en el campo sexual. La repugnancia u otra fuerza inhibidora que prevendría a cualquier otra persona de tener tales impulsos es un factor que no se presenta en la las decisiones del psicópata.”

De “Como reconocer a un hombre peligroso” por Sandra Brown.
En varias entradas de este blog hemos descripto al detalle muchas conductas que los delatan, esas que no logramos ver con nuestros paradigmas mentales de personas con conciencia pero que nuestro cuerpo percibimos desde el primer momento. En la entrada “20 señales” o “Cómo evitar toparte con otro…” podrás complementar lo que Sandra Brown propone. No coincidimos con ella , sin embargo, cuando propone que muchas mujeres están porque les “gusta” la intensidad de la relación y que no quisieron detectar las señales a tiempo. Sandra Brown tiende a pasar por alto temas como el Síndrome de Estocolmo, la disonancia cognitiva, el gaslighting, la devaluación y la erosión identitaria. Si tomas simplemente el libro como un manual de detección temprana te servirá. La descripción que hace de la intuición como pilar fundamental de la prevención es excelente y es un tema (la intuición/gut feeling) que trataremos en breve. Si buscas formas de sanar emocionalmente luego del abuso, este libro podría resultar insuficiente.

Hombres víctimas de psicópatas y narcisistas

Hoy queremos abordar específicamente el tema de los hombres que sufrieron abuso psicopático o narcisista. Al igual que en el caso de las mujeres, el abuso puede provenir de distintas fuentes: madres/padres, parejas, colegas en el trabajo, etc. Lamentablemente, a excepción del acoso y la violencia psicológica en el ámbito laboral que tienen un poco más de visibilidad social, el resto de los casos pasan sin ser detectados  o reportados. Es estadístico que hay mujeres que ejercen violencia física  sobre hombres, como así también, muchos hombres gay que son golpeados por parejas violentas. Pero si tenemos en cuenta que el abuso emocional y psicológico puede tener consecuencias tan devastadoras como  la violencia física, los números de hombres maltratados crecen de forma exponencial.  En la mayoría de los casos no denuncian porque hay un prejuicio atávico que considera que un hombre que no puede controlar el abuso es poco hombre. Este último supuesto es falso y no hace más que agregar maltrato a la víctima que prefiere callar el horror que está viviendo antes que ser burlado.

Recordemos las estadísticas: el 4 % de la población tiene un desorden de personalidad tipo B (narcisismo, psicopatía, personalidad histriónica), de ese 4%  un 75% está compuesto por hombres y un 25% por mujeres. Las mujeres narcisistas o psicópatas integradas son mentirosas compulsivas, promiscuas pero lo esconden y manipulan a los hombres con ciclos de luna de miel en los que los hacen sentir en las nubes y ciclos en los que los hacen dudar de su cordura, masculinidad y su rol como proveedores. En todos los casos viven de ellos y, de acuerdo a la capacidad económica de la víctima, tratarán de obtener todos los beneficios posibles. Es muy común, también, que ellas los alejen de socios, amigos y familiares que puedan ayudarlo a ver detrás de su bonita máscara. El enamorado queda entonces aislado a merced de sus caprichos y mentiras. Cuando finalmente el hombre logra romper el hechizo y ve con claridad el abuso y la manipulación (algunos llegan a descubrir que el hijo que creía suyo y con el que ella le sacaba bienes, ni siquiera era su hijo biológico)  ella utilizará un arma que le viene de perillas: dirá que él la golpea y/o maltrata. En todas partes del mundo conocemos  a alguna celebridad de poca monta que van detrás de productores, empresarios, políticos y jugadores de fútbol.  Curiosamente de todos ha sacado una buena ganancia y a todos llamó, al comienzo de la relación, “el amor de su vida” para luego, en un par de años, acusarlos públicamente de “ladrones, golpeadores, maltratadores”. Esto es  grave. Utilizar la violencia de género falsamente es doblemente perjudicial. Por un lado, calumnia y destruye a la víctima que sufrió los abusos y por otro, trivializa la causa por la erradicación de la violencia ya que estas aspirantes a famosas que dicen ser golpeadas y nunca lo pueden probar terminan haciendo que muchos descrean de la magnitud de la violencia de género (epidémica) y no le brinden protección a aquellas víctimas reales (miles y miles) que la necesitan urgentemente.

Sin embargo, no todas las abusadoras salen en los medios. Muchas son jefas o ejecutivas que “se acostaron hasta la cima” o mujeres que no les interesa trabajar y llevan una vida parasitaria poniendo a todos los miembros de la familia unos contra otros, creando drama para divertirse, lavándole el cerebro a sus hijos, manipulando a su pareja hasta dejarlo sin voluntad propia y, en ocasiones, teniendo una vida sexual paralela que pocos conocen. Si tú sospechas que estás con una mujer así, te rogamos que, sin que ella lo perciba, vayas juntando cuanta evidencia puedas y que cuando la dejes trates de no reaccionar a sus acusaciones. Ella dirá que la maltratabas o golpeabas y sí, con justo motivo, levantas la voz desesperado, ella te grabará para decir que siempre fuiste así y que eso es solo la punta del iceberg, que había golpes, bla, bla, bla. Y si hay niños, llorará en los juzgados para que le den la tenencia (los niños son su seguro de retiro).  No somos videntes, es un patrón de conducta y lo mejor que puedes hacer es no reaccionar y poner un abogado en el caso que sea necesario. Si te es infiel, trata de dejar registro; si ella te grita o denigra sutilmente, grábala tú primero; si tus hijos no son tan pequeños pídele al juez que los escuche. Aun cubriéndote, tendrás un largo camino por delante ya que, en la mayoría de los casos, las mujeres narcisistas y psicópatas logran engañar a los miembros de la justicia que (no entendemos cómo puede ser así en el siglo XXI) tienen poca información sobre este tipo de desórdenes y no sospechan que hay mujeres que mienten sin pestañar a las que habría que investigar más profundamente antes de entregarles la tenencia de los niños. Los hijos no escaparán de su abuso. Estas “madres” los invalidan como personas en forma velada y constante. Los pequeños siempre sienten que les deben algo, que hacen todo mal. El padre suele quedar aislado, siendo testigo del abuso que sufren sus hijos, sin poder hacer gran cosa porque pocos le creen y, para complicar el panorama aun más, ella se ha encargado de que obtenga un régimen de visitas muy limitado para que no pueda abrirle los ojos a sus niños.

Tomemos un caso representativo. Alfredo estaba casado con una mujer ambiciosa que trabajaba en una empresa petroquímica. Él era dueño un pequeño negocio de servicios técnicos. Tenían un hijo de 9 años, extremadamente educado para su edad y siempre temeroso de no poder colmar las expectativas de su exigente madre. Alfredo era quien llevaba al niño al colegio, al club y al pediatra, le cocinaba y lo ayudaba con las tareas escolares. Elena, tenía un puesto de responsabilidad a pesar de no haber estudiado demasiado, al cual llegó acostándose con las personas correctas, tanto hombres como mujeres, en el momento preciso.  Siempre estaba envidiosa de aquellos que sobresalían pero lo disimulaba bien. De alguna manera u otra lograba desprestigiarlos, sacarlos del medio y quedar como la víctima. Su marido sospechaba que le era infiel  pero luego se convencía de lo contrario. Tampoco estaba convencido de lo que sucedía con la economía doméstica  pues él ponía todo su ingreso para pagar todas las cuentas, sin embargo, ella colaboraba con lo que a ella le apetecía. Cada vez que él le reprochaba sus ausencias y la falta de dedicación a la familia, ella fingía ofenderse y le recordaba que con lo que él ganaba no hacían nada.  Luego de esos reclamos le hacía el vacío por unos días y él “le pedía disculpas” con algún regalo. En otro orden de cosas, Alfredo veía a su madre a escondidas porque Elena lo había convencido de que la anciana la maltrataba. La madre no veía a su nieto desde hacía años y cayó en una depresión severa por la situación de su hijo. Un día, Alfredo recibió un anónimo (probablemente de algún empleado despedido por las elucubraciones maquiavélicas de Elena) indicándole donde tenía que ir para constatar que su mujer estaba con otros. En principio desestimó la advertencia pero luego decidió ir sintiéndose mal consigo mismo por estar “dudando” de su mujer. El resto es historia. El comprobó la variedad de amantes que tenía. Ella, lejos de explicarse, lo acusó de estarla espiando, de que lo que él decía era mentira y que él era un abusador al igual que su suegra.  Logró poner una orden de restricción en su contra pero, algunas veces la vida es justa, dos ex empleados de la compañía iniciaron juicio contra ella por acoso, violencia y calumnias. Tenían pruebas registradas y varios colegas despechados salieron de testigos. Alfredo pudo ganar la tenencia de su hijo gracias a que esas personas accionaron penalmente en contra de ella en el exacto momento en que él era acusado de maltratador. Si todo esto no hubiera sucedido, todavía estaría penando por despachos oficiales en busca de justicia para él y su hijo.

Siempre nos preguntamos el motivo por el cual los psicópatas y narcisistas forman familias, después de todo, si aman el desenfreno podrían vivirlo abiertamente sin engañar a nadie. Pero aquí reside el nudo de la cuestión: ellos aman burlarse de quienes lo rodean y qué mejor forma de hacerlo que explotar una emoción humana básica como el querer formar una familia y disfrutar de los placeres sencillos. Casándose consiguen pareja e hijos que los atiendan y, al mismo tiempo, logran darles a sus falsas vidas una imagen de “normalidad” para engañar a los demás. Nadie desconfía de una persona que tiene un retrato de la “familia perfecta” sobre su escritorio.

Existen muchos más hombres de los que pensamos que han sido víctimas de abuso psicopático o narcisista. Ellos sufren en silencio. Como sociedad deberíamos crear las condiciones para que puedan contar sus historias sin que nadie los trate de “hombres sin carácter” o de “blanditos”. Bien sabemos que puedes tener una personalidad avasallante y, sin embargo, cuando caes en las redes de un manipulador de semejante talla, dudas de ti, de tu percepción y te haces adicto a su aprobación. Nadie está exento. No hay que avergonzarse. Es necesario hablar para sanar.

Les dejamos dos pequeños extractos de la carta que Kafka le escribiera a su padre narcisista. En un pequeño libro, el autor logró volcar todo el dolor y el abuso que padeció con un padre manipulador y con una madre débil que no se animaba a contrariarlo. A nadie se le ocurriría decir que Kafka fue un débil por haber pasado tantos años sin poder enfrentar a su padre abusivo. Ningún hombre, no importa su condición social, su nivel de educación o su orientación sexual, debe permitir que se burlen del abuso que padecieron. Kafka, a través del arte, nos recuerda que no debemos quedarnos con las palabras atravesadas en la garganta. Aquí  van dos párrafos de puño y letra:

“No hace mucho me preguntaste por qué yo afirmaba que te temía. Como es habitual, no supe qué decir, en parte por ese miedo y en parte porque la fundamentación de ese temor necesita demasiados detalles como para que yo pueda exponerlos en una conversación. Aún ahora, mientras te escribo, sé que el resultado ha de ser imperfecto, porque el temor coarta y porque la dimensión del tema supera en gran medida mi memoria y mi entendimiento.

Si sintetizas tu juicio acerca de mí, resulta que no me discriminas nada extremadamente malo o pecaminoso (salvo quizás mi último intento de matrimonio), pero sí frialdad, ingratitud, desinterés. Me lo recriminas como si la culpa fuera mía, como si yo hubiera podido cambiar el curso de las cosas con un leve viraje al timón, como si no tuvieras ninguna culpa, tan solo la de haber sido demasiado generoso conmigo.”

Causas sociales, familiares y genéticas de la psicopatía y el narcisismo según Robert Hare. Entrevista

Eduard Punset: Déjame citar literalmente lo que ha dicho sobre los psicópatas un gran especialista en la materia, no tan importante ni tan famoso como tú, pero bastante reconocido, dijo que “cientos de miles de psicópatas viven, trabajan y juegan con nosotros -tu jefe, tu amigo o tu hermana- y es posible que sigan un camino hacia la destrucción sin tener conciencia de ello. Y todavía más preocupante es no saber qué hay que hacer al respecto. ¿Es cierto?

Robert Hare: Desde luego, es completamente cierto. Los psicópatas son muy buenos manipuladores y nosotros los consideramos astutos e ingeniosos ya que pueden engañar a otros. Incluso cuando se es experto en la materia es fácil que te engañen y se salgan con la suya.

Eduard Punset: ¿A ti te han engañado?

Robert Hare: Muchas veces.

Eduard Punset: Como característica de los psicópatas mencionas la falta de empatía, el no ser capaces de ponerse en el lugar de otros, la falta de conciencia o remordimiento. ¿Cómo podemos explicar a la audiencia lo que quiere decir eso: la falta de empatía, o la falta de conciencia, ¿recuerdas algunos ejemplos?

Robert Hare: Hay muchos casos donde se puede ver la falta de empatía. Esto sucede cuando no se es capaz de ponerse en el lugar de la otra persona: pero más de forma emocional que intelectual. Es decir que un psicópata puede entrar en tu cerebro e intentar imaginarse lo que tú piensas, sin embargo nunca podrá comprender cómo te sientes. Un ejemplo similar es intentar explicarle los colores a un daltónico. ¿Cómo se puede explicar la empatía y las emociones a un psicópata? Un psicópata puede llegar a relacionarse social o intelectualmente, pero ven y tratan a las personas como objetos. Es muy difícil de explicarlo ya que la gente cree que todos – como seres humanos que somos – debemos pensar y sentir de la misma manera, y no es así. Es muy sorprendente, ya que nos imaginamos que los policías que están en contacto permanente con asesinos, violadores,… saben distinguir quien es un psicópata tan pronto como lo ven, y en realidad no es así. Hay un caso en EEUU, en el que un hombre era sospechoso de haber matado a 8 mujeres. Le iban a condenar por el asesinato de 3 mujeres, aunque sospechaban que había cometido el mismo crimen más veces. Lo que hacían era decirle: “John piensa en la familia de estas mujeres, piensa en lo que están sufriendo, confiésalo y limpia tu conciencia” y como era un psicópata estaba sentado pasándoselo en grande, y haciendo con los inspectores todo tipo de juegos mentales. Pero el hombre finalmente confesó. Y lo hizo porque dejaron de apelar a su sentido de lo bueno y lo malo, ya que no lo tenía, o a su sentido de conciencia, que tampoco tenía, ni a su sentido de la empatía, que era irrisorio. Y empezaron a apelar a su sentido de la grandiosidad, es decir que empezaron a contarle que otro asesino en serie había matado a 30 o 35 personas; y que él sólo había matado a 3, pero si conseguía 7 más ya tendría 10, y que esto haría que subiera de categoría. Y acabó confesando.

Eduard Punset: Bob hay una cosa terrible que dices, no se puede decir que se disfrute leyendo tus libros, me han encantado, pero no lo he pasado bien ya que proporcionan cierta angustia. El hecho de que aunque no es de nacimiento, se desarrolla muy pronto en la vida. Quiero decir que la psicopatía no es algo que se desarrolla en la adolescencia o más tarde a los 30 años, sino que aparece a los 3 o 5 años y lo que todavía es más angustioso, es que dices que tiene muy poco que ver con familias estables o inestables.

Robert Hare: Creo que para la mayoría de personas el entorno en el que crecen les influencia mucho, pero en el caso del psicópata la naturaleza les ha ofrecido algo ligeramente diferente del resto de nosotros, y parece ser que las fuerzas normales de socialización que moldean nuestra personalidad – de ser más sociales y de llegar a ser mejores ciudadanos – no funcionan con un psicópata. La cuestión es por qué no. Ya que un psicópata puede venir de cualquier familia: buena o mala.

Eduard Punset: ¿buena o mala?

Robert Hare: ¿Es exclusivamente un problema de genética? No ¿Es un problema del entorno? No. Debe haber una interacción, y el papel que juegan y cómo contribuyen estos dos elementos todavía está por explicar. Pero una cosa que puedo decir es que el psicópata, una persona que desde muy pronto tiene unas características personales como son la falta de miedo, o la falta de ansiedad, el gusto por una vida fácil y la tendencia a ser impulsivo…, estos individuos no pueden ser inhibidos o formados por el entorno de la misma manera que lo serán las personas normales.

Eduard Punset: Tú has desarrollado algo que se utiliza en todo el mundo: el llamado PCLR o escala Hare, que en realidad es un manual para identificar a los psicópatas. Y si aplicáramos la escala Hare en todo el mundo, se llegaría a la cifra de 1% de la población total que padece psicopatía, el mismo índice que el de la esquizofrenia, o incluso más ¿no? De esto es lo que estamos hablando, lo que es muchísimo, ya que por ejemplo en EEUU es 2 millones de personas…

Robert Hare: Es más de lo que nos pensamos, y si piensas no sólo en el número de casos sino en su impacto… Si piensas a la cantidad de personas que afecta la esquizofrenia: a la familia, a los amigos más próximos y a la propia persona a la que también crea un gran sufrimiento. Pero los psicópatas no sienten ninguna angustia personal, ellos no tienen ningún problema, el problema lo tienes tú, y durante el curso de sus vidas afectarán a cientos y quizá a miles de personas, de manera que su impacto en la sociedad está fuera de todas las proporciones, más que en números de casos.

Eduard Punset: Es increíble. Vamos intentar encontrar algún motivo para eso. Vamos a analizar al cerebro, ya que en una investigación que estabas haciendo parece ser que tienen un cerebro extraño, diferente al de otros criminales ¿en qué sentido?

Robert Hare: Creo que no es en relación a la estructura, que es la misma que la de la gente normal, pero su funcionamiento es de una manera diferente. Y en los últimos 8 o 9 años hemos estado analizando como funciona su cerebro, y podemos establecer las partes que están activas cuando la gente procesa ciertas tareas, o cierta información. Uno de los hallazgos más significativos es que mientras un psicópata intenta analizar algo que contiene una carga emocional, ya sean fotos o palabras, las partes del cerebro que se activan no son las mismas que las que se activan en la gran mayoría de personas.

Eduard Punset: Lo que quieres decir es que si se le menciona a un psicópata una emoción negativa como la violación, parece ser que las áreas del cerebro que procesan este material son diferentes a las que ….

Robert Hare: En efecto y de hecho lo que sucede es que si a un psicópata le mostramos la palabra violación en la pantalla del ordenador, la trata como una palabra neutra, como las palabras mesa, silla o árbol. Parece ser que hay muy poca diferencia en la forma que responden, o en las partes del cerebro que se activan. Esto es muy curioso ¿por qué es así? Tenemos los resultados de varios experimentos en los que enseñamos imágenes muy desagradables, como escenas de crimen, y las tratan – a nivel de funcionamiento del cerebro – como si estuvieran mirando algo normal y corriente, como a un perrito o a un árbol. También hemos descubierto que hay partes del cerebro que no activan, y son las partes del cerebro asociadas al procesamiento de emociones, el sistema límbico. El cerebro emocional, como se le llama popularmente. O sea lo analizan lingüísticamente, no emocionalmente.

Eduard Punset: Hablemos de las terapias, ya que hay algo increíble y fascinante. Tu dices que nos olvidemos de los programas de rehabilitación para estas personas, ya que es posible que funcionen al revés, y que esta gente aprenda cómo engañar. De manera que lo mejor es no rehabilitarlos con un programa convencional. Cómo les decimos esto a los jueces y a los encargados de lar cárceles, y los profesores ya que no funciona ningún programa ni ningún medicamento ¿no?

Robert Hare: Tienes razón, los programas tradicionales de rehabilitación ayudan muy poco a los delincuentes psicópatas, y existen estudios que demuestran que delincuentes que siguieron estos programas acabaron cometiendo crímenes más graves que si no se hubieran tratado. No es que el programa empeorara la situación, es que el programa no era el adecuado y todo lo que hicieron es aprender nuevas formas de manipular a las personas. Pero no quiero que tú o la audiencia tengan la impresión de que no hay nada que se pueda hacer; porque hay varios países, como Nueva Zelanda, el Reino Unido, y Canadá, donde están trabajando con programas diseñados específicamente para estos individuos. Uno de mis colegas y yo estamos trabajando en un nuevo programa que apela no a su sentido de la conciencia, o su falta de empatía, sino que se basa en el comportamiento cognitivo. Lo que queremos hacer es presentar unos programas adecuados, que logren reducir su deseo de dañar.

Eduard Punset: La última pregunta es casi irrelevante después de todo lo que hemos dicho. Iba a preguntarte por qué han tardado tanto los expertos en diferenciar el comportamiento de los psicópatas del resto de los desórdenes de personalidad

Robert Hare: La pregunta no es irrelevante, y de hecho es una pregunta muy importante. Me gustaría tener una buena respuesta, pero sólo te daré algunas ideas. Tendemos a pensar que las otras personas piensan de la misma manera que nosotros, y nos gusta creer que la gente es buena.

Eduard Punset: Que la gente es inherentemente buena.

Robert Hare: Pensamos que si se les da una oportunidad todo irá bien. Algunas personas creen que si les damos un cachorro de perro, un abrazo y un instrumento musical, ya estarán bien. No estarán bien. Esto es parte del problema.

Eduard Punset: No todo el mundo es inherentemente bueno: esto es difícil de aceptar.

Robert Hare: No es que sean inherentemente malos, es que algunas personas son más difíciles de socializar que otras. Y los psicópatas se encuentran entre los que son más difíciles. Pero uno de los problemas que existen para tratar esta enfermedad en concreto es que es difícil reconocerlos. Yo di una conferencia en Gales, antes de venir aquí, que tenía el título de “Serpientes vestidas con Traje” y hablaba del psicópata que no está en la cárcel, sino el que está en el equipo de gestión, o es un comercial, o es un marido o esposa. Son personas que no reconocemos, pero las víctimas sí las reconocen. Normalmente cuando acabo de dar una conferencia me dicen cosas como “acabas de describir a una persona que está en mi vida pero que no está en la cárcel”. Los gobiernos y la sociedad quieren una salida fácil, y una salida fácil es decir que todos estos problemas son económicos o sociales. Si invirtiéramos más dinero todo el mundo estaría bien, pero esto no es así.En un mundo utópico el psicópata sobresaldría, ya que sería el predador, porque eso es lo que hacen, se aprovechan de las personas. Podemos tener una utopía perfecta y seguiría habiendo psicópatas.

Eduard Punset: Y esto es políticamente incorrecto.

Robert Hare: Sí y no nos gusta utilizar el término psicópata, aunque están en todas las áreas donde se puede obtener algo: desde pozos con agua, tierras de labranza o allá donde haya poder o prestigio. Donde se pueda obtener dinero habrá un psicópata bien vestido e inteligente que le atrae estas cosas y que lo hará muy bien para conseguirlo. De manera que hay muchas áreas: negocios, política, etc, en las que el psicópata inteligente encontrará un hogar muy confortable.

El Síndrome de Estocolmo doméstico dificulta tu alejamiento del narcisista o psicópata.

Luego de la fase de bombardeo amoroso e idealización, el sociópata, psicópata o narcisista comenzará con la etapa de devaluación. Es en esta fase que sus infidelidades se acrecientan, la manipulación, la proyección de culpa y el lavado de cerebro se convierten en constantes. Las víctimas quieren volver a “reconquistar” a sus parejas y volver a la “fase ideal” inicial. Asumen el sufrimiento como un desafío, como si ellas pudieran cambiar la situación, cambiarle a él. Echan la culpa de la indiferencia o irritabilidad de sus compañeros a factores externos como la falta de trabajo, los problemas, e incluso llegan a culpabilizarse a sí mismas. Encuentran cualquier argumento para justificar a su pareja. Aquellas que están en relaciones de este tipo desde hace años han perdido redes sociales sólidas y su mundo es el de su compañero, sus proyectos son los suyos propios y todo se reduce a él.

¿Cómo no se da cuenta que está siendo abusado emocionalmente? ¿Cómo no percibe la violencia psicológica? ¿Cómo no ve las infidelidades crónicas y múltiples? Dar una explicación a estas reacciones paradójicas es uno de los objetivos de Andrés Montero. Este experto ha desarrollado un modelo teórico denominado Síndrome de Estocolmo doméstico que describe como “un vínculo interpersonal de protección, constituído entre la víctima y el agresor, en el marco de un ambiente traumático y de restricción estimular, a través de la inducción en la víctima de un modelo mental”. Ella desarrolla el síndrome para proteger su propia integridad psicológica y, para adaptarse al trauma, suspende su juicio crítico. Esta podría ser una sólida explicación para que las mujeres maltratadas desarrollen ese efecto paradójico por el que defienden a sus compañeros, como si la conducta abusiva que desarrollan fuera el producto de una sociedad injusta y fueran ellos las víctimas de un entorno desfavorable que les empuja irremediablemente a ser fríos, abusivos y muchas veces agresivos

.El Síndrome de Estocolmo doméstico viene determinado por una serie de cambios y adaptaciones que se dan a través de un proceso en el que se reconocen cuatro fases. En la fase desencadenante, los primeros malos tratos rompen el espacio de seguridad que debería ser la pareja, donde la mujer ha depositado su confianza y expectativas. Esto desencadenaría desorientación, pérdida de referentes, llegando incluso a la depresión. En la denominada fase de reorientación, la mujer busca nuevos referentes pero sus redes sociales están ya muy mermadas, se encuentra sola, generalmente posee exclusivamente el apoyo de la familia.

Con su percepción de la realidad ya desvirtuada, se auto-inculpa de la situación y entra en un estado de indefensión y resistencia pasiva, llegando así a una fase de afrontamiento, donde asume el modelo mental de su compañero, tratando de manejar la situación traumática. En la última fase, de adaptación, la mujer proyecta la culpa hacia otros, hacia el exterior, y el Síndrome de Estocolmo doméstico se consolida a través de un proceso de identificación.

Muchas mujeres al ser advertidas de que sus parejas tienen amantes, de que su comportamiento es abusivo no pueden creerlo y desestiman las preocupaciones de amigos y familiares. En ocasiones lo defiende contra todos. (Los sociópatas y narcisistas saben explotar el recurso de “nosotros y nuestro amor” contra “el resto del mundo”. Inventan enemigos externos para ganar la lealtad de la víctima). Este síndrome es una construcción mental muy difícil de desarmar. Solo aprender sobre el comportamiento de psicópatas y narcisistas podría darles pistas de lo que en realidad están viviendo y con ese conocimiento poder dar el primer paso hacia su liberación: el contacto cero